Más de 300 alegaciones contra otra pretendida central hidroeléctrica en el río Cabrera

El proyecto tendría un impacto severo, permanente y no reversible sobre la red hidráulica de los Canales Romanos de Las Médulas, aseguran

16/04/2024
 Actualizado a 16/04/2024
Confluencia del río Cabrera con el arroyo Pedro.
Confluencia del río Cabrera con el arroyo Pedro.

Más de 300 alegaciones contra otra pretendida central hidroeléctrica en el río Cabrera

 

El proyecto tendría un impacto severo, permanente y no reversible sobre la red hidráulica de los Canales Romanos de Las Médulas

 

Las asociaciones Cabrera Despierta, Cabrera Natural AEMS ríos con Vida, Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, ARBA y más de 300 particulares han presentado alegaciones a la “nueva amenaza hidroeléctrica que se cierne sobre el rio Cabrera, llamado “Salto de Losadilla””, apuntan.

Estas agrupaciones instan a la administración a que se rechace este proyecto, debido a los “impactos muy negativos” tanto ambientales como culturales y económicos, que acarrearía a la zona en caso de llevarse a cabo, y que “se priorice la protección del río Cabrera y su valle”.

Apuntan que, tal como recoge el proyecto, se pretende represar el río Cabrera y su afluente el arroyo Pedro para extraer la mayor parte de su agua por unas tuberías durante 1.4 kilómetros, hasta llevarla a una turbina para la producción de electricidad. “Los caudales “ecológicos” que se quiere dejar en el rio en ese tramo son exiguos, un insulto y golpe mortal al río”, aseguran. El turbinado se haría vaciando ambos embalses que se originan tras las presas en los dos ríos, por lo que “el caudal aguas debajo de la turbina sería totalmente intermitente e irregular, es decir, escasísimo mientras se llenan los dos embalses, y elevadísimo al vaciarlos para la generación de electricidad”. Esta desnaturalización de los caudales, ya desde esta zona de cabecera, se dejaría notar en toda la longitud del río, aseguran, y tendría “un efecto devastador en su biología, incapaz de adaptarse a cambios de caudal diarios tan bruscos, en definitiva, se degradaría el río para siempre. Y todo para producir una pequeña cantidad de electricidad de 1,5 MV (tener en cuenta que un sólo aerogenerador eólico de última generación ya produce por sí sólo 7 MV)”, todo ello en un mercado eléctrico totalmente sobredimensionado como es el español.

En la actualidad hay una potencia instalada de 120 GW para cubrir una demanda media de unos 26 GW con picos de máximo consumo de 41 GW. Y aunque es necesario cierto nivel de redundancia para tener en cuenta el factor de planta que es lógicamente más bajo en el caso de las plantas renovables, 120 GW “es un nivel de redundancia excesivo”, apuntan. “Esto demuestra que este proyecto tiene un único fin: el enriquecimiento de una sola persona, el promotor”.

Desde la aparición en 2020 de los fondos Europeos Next Generation, destinados a cubrir el 100% de los gastos de los proyectos de energía renovable aprobados por la administración, el río Cabrera está en el punto de mira de grandes empresas energéticas. Cabe recordar que el río Cabrera y su valle, son una de las últimas joyas fluviales que quedan en nuestro país, pues es un río de gran caudal que discurre libremente sin obstáculos, sin infraestructuras hidráulicas que impidan su conectividad longitudinal a lo largo de prácticamente todo su recorrido desde su nacimiento en el Lago de La Baña, pues acoge un nutrido repertorio de hábitats y especies que “deben ser preservados pues están recogidos en los anexos I y II de la Directiva Europea Hábitats”. Entre los más relevantes destaca el de las alisedas, declarado de conservación prioritaria en el contexto europeo. El río Cabrera acoge excelentes poblaciones de trucha común, 100% autóctona, hasta la fecha no se tiene constancia de que esta especie haya sufrido ninguna repoblación por parte de la administración, por lo que la pureza genética de las truchas del río Cabrera es total.“Este es un hecho extraordinario, ya que la inmensa mayoría de los ríos europeos han sufrido abundantes repoblaciones con variedades alóctonas resultando en una importante pérdida en su calidad genética”.

Así mismo cabe reseñar especialmente también la presencia en la zona del proyecto del singular desmán ibérico, especie prioritaria en su conservación, además en el ramo de río afectado por el proyecto está prácticamente virgen, “merecedor de su conservación y protección”. En él conviven alisedas, fresnos, nutrias, tejones, martas, ardillas y mirlos acuáticos además de los ya señalados desmán ibérico y trucha común 100 autóctona entre otras muchas especies. “Habría que priorizar su conservación para las generaciones futuras”, piden y no permitir la “mega central hidroeléctrica reversible que devastaría por completo el curso medio del río y su valle, así como multitud de parques eólicos en sus cumbres, con sus líneas de evacuación”.

“Parece que la industria de la energía renovable quiere convertir todo un valle salvaje de más de 60 kms de longitud en un inmenso polígono industrial, y todo en nombre de la transición energética “verde” y de la lucha contra el cambio climático”, lamentan. Además, el proyecto tendría un impacto severo, permanente y no reversible sobre la red hidráulica de los Canales Romanos de Las Médulas, ya que la zona donde se pretende instalar la Central Hidroeléctrica se encuentra a pocos metros del canal C-1 en su zona de captación de agua en el río Cabrera. Se da la circunstancia además de que es prácticamente el único canal romano de Las Médulas del que se aprecia todavía con claridad la captación de agua sobre el río Cabrera.

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