El Ayuntamiento de Ponferrada, a través de la Concejalía de Urbanismo, está trabajando en el proyecto de consolidación del edificio municipal sito en la Calle Gil y Carrasco, 11 para adecuar un espacio de importante valor patrimonial y turístico.
“Desde hace muchos años, en pleno Camino de Santiago y frente a nuestra Fortaleza Templaria, se está dando una imagen inadecuada de Ponferrada con un edifico en ruinas y protegido con una valla metálica cuya imagen no es acorde al entorno en el que se encuentra este espacio”, explican.
Para ello destinará 200.000 euros del importe de la subvención concedida desde el programa de subvenciones del Plan Territorial de Sostenibilidad Turística en destino, Ponferrada en el Camino, Puente al Futuro.
En una primera fase se está procediendo a la limpieza del espacio interior del edificio, con un desbroce y limpieza de escombro que deje visible la estructura existente y así estudiar a fondo el estado de la misma y definir el proyecto que será necesario para su recuperación.
Así mismo se ha contactado con los propietarios de los edificios anexos que se encuentran en un estado de ruina evidente. “Su voluntad de proceder a la demolición de estos edificios es total, habiendo realizado ya la solicitud a Patrimonio de los permisos necesarios”.
Pero la dificultad de dar solución a estos espacios radica en la imposible localización de muchos propietarios que alargan el proceso subsidiario de demolición y en la obligación de presentar un Proyecto de Restitución a los propietarios como condicionante indispensable para autorizar la demolición. “Este es un punto que conlleva un desembolso económico importante para los propietarios que en la actual situación difícilmente es recuperable”. A ello se suma la escasez de personal técnico en el Ayuntamiento para la agilizar estos expedientes.
La intención es buscar una solución atractiva para que los propietarios se animen a iniciar el expediente de demolición “sin que ello cause un perjuicio económico mayor que el gasto de la propia demolición”. No obligar a presentar proyecto de restitución, sólo de demolición y aplicar el descuento máximo que contempla la ordenanza para el pago de tasas, o incluso el no pago de las mismas hasta que realice un proyecto de ejecución de edificación nueva. “No sería eximir sino vincular ese pago al día en el que sí exista un proyecto ejecutable”.