Los trabajadores de limpieza de Ponferrada dicen estar hartos y no descartan movilizaciones

Llevan un año y siete meses esperando por una solución "prometida" y dicen que es hora de que el Ayuntamiento coja las riendas del servicio

Mar Iglesias
07/07/2017
 Actualizado a 07/09/2019
Las quejas por la limpieza son constantes, mientras los empleados esperan.
Las quejas por la limpieza son constantes, mientras los empleados esperan.
El comité de empresa del Servicio de Recogida de Basuras del Ayuntamiento de Ponferrada ha manifestado su hartazgo por la situación de espera que mantienen para conseguir que se produzca una solución en cuanto a la gestión del servicio, ahora ofrecida por una empresa a la que se anuló el contrato y a la espera de que los tribunales remitan al Ayuntamiento de Ponferrada la manera en la que ejecutar esa sentencia de anulación conseguida por otra licitante del servicio, la empresa Urbaser.
Los trabajadores anuncian medidas de presión si la situación que llevan soportando un año y siete meses sigue adelante “seguimos en la misma situación que al principio, sin tener ninguna solución al respecto”, aseguran.

Recuerdan que han soportado los recortes de la empresa, evitado también un intento de despido colectivo que puso sobre la mesa la concesionaria del servicio, incluso “hemos aguantado presiones, incumplimientos del convenio colectivo, incumplimientos de sentencias judiciales a favor de los trabajadores”. Incluso han realizado el servicio de jardinería los trabajadores de la limpieza “quedando la ciudad sin personal para realizar las tareas de limpieza”, pero no han conseguido tener una solución “pese a las promesas del Ayuntamiento. Cansados de la espera exigen al Ayuntamiento que “asuma el servicio de recogida de basuras de Ponferrada, ya que esa fue la promesa que transmitió el Consistorio si la empresa no aceptaba el acuerdo alcanzado entre Ayuntamiento y trabajadores”.

Los trabajadores quieren hacer saber a la ciudadanía su situación, puesto que las quejas sobre el servicio son constantes, mientras ellos esperan “estamos ya hartos de que se nos vendancastillos en el aire, que si están esperando por la sentencia, que si la semana que viene, que si el mes que viene, que esto ya está arreglado y nosotros ya no estamos para más mamarrachadas”, advierten, dejando la puerta abierta “a lo que tengamos que hacer”, apostillan.
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