Los conflictos laborales se enquistan en Ponferrada

Mientras el número de huelgas en Castilla y León es el menor en 17 años, la capital berciana ha sufrido dos de basura en dos años

Alejandro Cardenal
27/08/2017
 Actualizado a 01/09/2019
Trabajadores del servicio de recogida de basura tras la suspensión de la huelga. | A. CARDENAL
Trabajadores del servicio de recogida de basura tras la suspensión de la huelga. | A. CARDENAL
Ponferrada es la excepción que confirma la regla. Mientras en Castilla y León, el número de huelgas y huelguistas es el menor en 17 años según recoge el informe del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción, en Ponferrada los conflictos laborales no se han reducido.

La capital berciana está siendo víctima de males ya endémicos que terminan desembocando en paros. Es el caso del caso más reciente: la huelga de recogida de basuras. El polémico macrocontrato concedido en el año 2014 por más de cien millones de euros y veinte años de vigencia ha acarreado problemas reiterados durante los dos últimos años.

En abril de 2016 estalló el primer conflicto. Se anunciaban paros a partir del 14 de abril a raíz de que la adjudicataria anunciara el despido de 16 trabajadores. La mediación del Ayuntamiento consiguió frenar este despido, pero no puso punto y final a los problemas de los trabajadores con la empresa.

Y es que una vez esquivada esta ‘bala’, surgió otro frente, el del convenio colectivo. Numerosas fueron las denuncias de la plantilla, que acusaba a la empresa de no sentarse a negociar una nueva regulación. Así, de llegarse a diciembre de 2017 sin un acuerdo, los trabajadores pasarían a regirse por el convenio provincial, lo que acarrearía un recorte de sus derechos.

Ante los continuos desplantes y cuando todavía no había transcurrido un año de la anterior huelga, se convocaban nuevos paros. Esta vez la sangre no llegaba al río. Un acuerdo ‘in extremis’ provocaba la suspensión de la huelga apenas unas horas antes de que fuese a comenzar.

Sin embargo, este acuerdo nunca se llegó a a aplicar y este mes de agosto, apenas cuatro meses después del anterior conato, comenzó una huelga que esta vez sí fue efectiva y que tras cinco días, fue suspendida este viernes con la aprobación en el pleno del acuerdo ya alcanzado el pasado mes de abril.

Otro conflicto recurrente en la capital berciana ha sido el del transporte público. Los trabajadores convocaron paros en 2015, después de que la empresa, amparándose en que el Ayuntamiento no había pagado 2,8 millones de déficit de explotación, no les hubiera abonado la nómina de agosto.

Esta huelga también se abortó en el último momento tras recibir la cuantía adeudada, aunque desde el Consistorio todavía no se han producido movimientos para iniciar la licitación de un servicio que lleva prorrogado desde 2012.

Sector industrial


El declive del sector energético e industrial de la comarca también ha provocado numerosos conflictos laborales en los últimos años. Los trabajadores de La Escondida, cuyo reciente cierre puso fin a la minería a cielo abierto en Castilla y León, fueron a la huelga en 2015. Entonces, los trabajadores veían retenido cada mes un 20% de su nómina y no recibían las pagas extras por los incumplimientos reiterados desde el Ministerio de Industria.

Por su parte, también en 2015, los trabajadores de Roldán y Emersa fueron a la huelga. La plantilla de Estructuras Metálicas El Rubio (Emersa) logró que la empresa aceptará un plan de pagos después del impago de varias nóminas.
En la acerera, fue la política de despidos improcedentes lo que llevó a los paros. La compañía despedía a trabajadores que sin ser fijos, llevaban varios en la empresa y fueron a la huelga para pedir medidas menos traumáticas.
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