La dirección de LM Wind Power y la parte social alejan sus posturas en la negociación del ERTE que la fabricante de palas eólicas pretende aplicar durante ocho meses, que comenzarían en noviembre y en el que se verá afectada toda la plantilla de la fábrica ubicada en el polígono de la Llanada, en Ponferrada, de más de 600 empleados.
Tras una reunión de más de diez horas, la parte social lamenta que “no conseguimos avanzar en nada”, dice el presidente del comité de empresa, Ursicino Sánchez. Sobre la mesa estaba su solicitud de más documentación que amparara la decisión de adoptar esta medida, algo que “se dio alguna, no toda”, y la de recuperar algunas externalizaciones de la empresa para reubicar a trabajadores que podrían sortear el ERTE o trasladarlos a las centrales de Castellón o Francia.
La empresa no quiso poner a salvo las vacaciones y libranzas de los trabajadores en el ERTE y tampoco se planteó la implantación de la formación bonificada como una salida. “Nos han dejado como estábamos”, dice Sánchez, concretando una nueva reunión, otra vez en León, como han sido las dos anteriores, por rechazo también empresarial a realizarlas en Ponferrada, para el jueves 19 de octubre a partir de las 12:00 horas. A ella, los sindicatos llevarán las mismas propuestas "no cambiamos nada porque lo que buscamos es un cambio de actitud de la empresa”, reconoce Sánchez, que, de no producirse, advierte que podría desembocar en proceder a aplicar el ERTE tal cual lo presentaron, para toda la plantilla, por ocho meses. Y ni siquiera se atreve a decir que no habrá despidos con posterioridad. Lo único que sí asegura es que “iremos a la reunión con las puertas abiertas”, y esperanzados en que haya algún cambio.
Lo que sí pide Sánchez es que las administraciones no solo digan que apoyan el empleo y a los trabajadores, sino que trabajen por él “que hagan su trabajo, tienen que mirar por la comarca”, abunda. “Pueden garantizar que LM se quede y que no tenga problemas en un futuro”, asegura, aunque lamenta que todo sea cuestión de siglas políticas que difieren tanto en la Junta como en el Gobierno central.
En cuanto a la percepción del alcalde de Ponferrada, Marco Morala, que quitaba importancia al ERTE asegurando que LM ya ha tenido otros expedientes de este tipo con anterioridad y que siempre han sido coyunturales, sin llegar a despidos, Sánchez asegura que “no tengo tan claro que sea algo temporal, a no ser que él tenga una información distinta a la que tenemos nosotros”, reprochó.
Morala aseguraba que “la empresa se va a recuperar” incluso apuntaba más, con la esperanza de que la mejora del polígono en el que se asienta consiga que “recupere el empleo e incluso pueda incrementarlo”.
“No hay motivo de alarma”, abundó el regidor “y esperamos que este tipo de noticias sean ya el último”. Sí acusó al Gobierno central de no ponérselo fácil a las empresas, puesto que LM se dedica a la fabricación de palas eólicas que tiene que mover por carretera y el corte con Galicia por los viaductos caídos no lo hace fácil. Sánchez sí acusó a Morala de “echar balones fuera” cuando asegura que “muchas cosas podrían haberse hecho” para no llegar a esta situación límite que, en principio está justificada, según la empresa por la falta de pedidos de dos moldes y reducirse solo a uno.