Las Puentes de Malpaso

Las Puentes de Mal Paso son dos arcadas de piedra de origen medieval que cruzan el río Meruelo y el arroyo Pequeño sobre el primitivo Camino de Santiago

Francisco A. Ferrero
01/07/2018
 Actualizado a 10/11/2021
Ubicación de la ruta de senderismo ‘Las Puentes de Mal Paso’, en Google Earth.
Ubicación de la ruta de senderismo ‘Las Puentes de Mal Paso’, en Google Earth.
La ruta se inicia en la Plaza de las Majuelas de Lombillo, una plaza abalconada y abierta hacia el poniente. Desde ella se contempla, sobre el horizonte, la majestuosa Sierra de los Aqulianos presidida por la cumbre de La Guiana. A nuestros pies, vallinas umbrías pobladas de una comparsa de sotos de castaños y un monte alomado plantado de viñedos que circuyen los dilatados barrios deSalas y Villar que, junto con Lombillo, forman en conjunto rural de Los Barrios de Salas.Sobre la falda de El Encinal, custodiando y protegiendo este grandioso paisaje, se sitúa la hermosa iglesia de San Martín, del siglo XVI y Monumento Nacional desde 1976. En un extremo de la alargada plaza se ubica el edificio de la antigua escuela, hoy convertida en la Casa del Pueblo; está dedicado al célebre Académico de la Lengua, natural de Lombillo, Valentín Garcia Yebra. Una placa erigida sobre el edificio por el Ayuntamiento de Ponferrada en el año 2009 lo recuerda así: Al ilustre embajador de nuestra tierra, que ha llevado siempre en su equipaje de palabras y recuerdos la presencia y la querencia del Bierzo.

Saliendo del pueblo por la calle Ponferrada y una vez rebasada la revocada ermita de Nuestra Señora de la Encarnación, nos topamos con una fuente-aljibe abovedada de 1918. Justo enfrente y un poco más abajo, se sitúa ‘El Fontanón’, otra fuente abovedada situada bajo el nivel del suelo a la que se accede por una escalinata y sobre la que algunos autores sugieren un origen romano. Desde Lombillo se llega a la Era Nueva, una encrucijada de caminos situada a la cota 895 msnm sobre la falta NE del Cerro de María González (vértice geodésico a la cota 961 msnm).

Desde aquí veremos la traza de unos antiguos edificios de piedra dedicados a cabañas y corrales ganaderos que en los años 50 todavía estaban en pie. Ya se adivina en la distancia el caserío de Riego de Ambrós. Más adelante, hay que cruzar el valle de Arcedilla, por el que circula un arroyo intermitente, y después sortear el Teso de Los Carriles por el paraje de El Retorno. Antes de alcanzar la Puente Pequeña, en el camino, de suave pendiente, se aprecian el cajero y la pared de contención hecho con lajas de pizarra bien encuadradas, lo que responde a un camino bien construido. No en vano, aunque no hay duda que se trata de un ramal del Camino de Santiago, algunos autores sostienen también que está trazado sobre una antigua vía romana. Tal vez el Camino de Santiago más primitivo discurría en su origen por este lugar antes de que lo desviaran por el trazado actual.

 Durante el trayecto, casi sin darnos cuenta, nos topamos con el primer puente situado a cota 670 msnm, es el conocido como pequeño. La Puente Pequeña está situada a la umbría y muy mimetizada en el entorno, sobrevuela el arroyo de San Bernardino(también conocido como arroyo Pequeño) a una altura de 10,80 m sobre el cauce. Es de arco apuntado de 8,70 m de flecha y 8,60 m de luz. Su anchura es de 3,20 m, estando sus estribos apoyados sobre el lecho rocoso lo que le confiere una gran majestuosidad.

La longitud de coronación del puente es de unos 17 m, teniendo 2,10 m desde la clave del arco hasta el camino. Todo él está construido con lajas de esquistos y pizarras extraídos del entorno. En el estío el arroyo Pequeño trae tan sólo un hilo de agua, lo que permite remontarlo aguas arriba hasta encontrarnos, a unos 700 m, con una doble cascada que llama la atención por su encajonamiento y espectacularidad. Continuando el camino, a escasos 500 m del primero, nos tropezamos con el puente grande (cota 660). La Puente Grande cruza el río Meruelo justo antes de la confluencia con el arroyo de las Presas;está construido sobre un arco de medio punto de 6,7 m de flecha y casi 9 m de luz, el camino de coronación es de alrededor de 17 m de longitud con una anchura de 3,30. En este caso, las dovelas que forman el arco son de granito de unos 40 cm de alto. El camino de coronación se apoya prácticamente sobre el extradós del arco lo que lo convierte en muy ligero a la vista, arrancando sus estribos de las márgenes rocosas del río. Ninguno de los puentes conserva sus pretiles originales.

En el camino de tránsito entre los mismos no se observan carriles por los que hubieran podido pasar carros arrastrados por tiro animal, por lo que sólo era posible, al parecer, el paso de caballerías.
A pesar de las denominaciones: La Puente Grande y La Puente Pequeña, que cruzan, respectivamente, el río grande (Meruelo) y el río pequeño (San Bernardino), lo cierto es que, por sus dimensiones y volumen, la Puente Pequeña es mayor que la Grande. Quizás los nombres de los puentes estén más relacionados con el tamaño de los ríos que atraviesan, que con las dimensiones reales de los mismos. Llama la atención el nombre de ‘Las Puentes’, esto es así porque pons, pontis era femenino en latín, de ahí que sean femeninos, por ejemplo, los nombres Ponferrada o el apellido La Puente. Se trata de un sustantivo ambiguo que en la antigüedad se utilizaba en femenino, prevaleciendo, en este caso, su denominación arcaica.

Ambas corrientes fluviales (Meruelo y Pequeño) se encuentran unos metros más abajo de los puentes, en el paraje de Los Castros. El encuentro tiene forma de horquilla muy abierta, mediante una curiosa desembocaduracasi enfrentada, algo atípico en la confluencia entre dos ríos. En este tramo, río y arroyo, por cierto, ambos auríferos, han tenido que labrar su curso sobre durísimas cuarcitas, lo que ha dejado formas erosivas de gran interés geomorfológico. El río Meruelo (también conocido como Miruelo) nace en las estribaciones de los Montes de León que vierten a la cuenca Miño-Sil. Está formado por las corrientes fluviales de los arroyos de Prada y Carracedo, que drenan el lado oeste del Puerto de Foncebadón, y el arroyo de Bouzas que desciende desde el lado septentrional del Puerto del Morredero. Se trata de un río de aguas limpias y transparentes, quizás por ello su nombre, Meruelo, sea un diminutivo leonés que puede derivar del adjetivo latino Merus: puro, limpio.

Resulta sorprendente tener un enclave tan natural, accesible y primitivo a las puertas de Molinaseca y Ponferrada. También el paraje tiene un valor histórico reciente, ya que durante la Guerra Civil fue refugio de ‘maquis’. Se cuenta que en Las Puentes de Mal Paso fue asesinado, en 1951, el jefe de la guerrilla antifranquista en el Bierzo: Manuel Girón Bazán, lugar que conocía muy bien al ser originario del barrio de Salas.

Una vez visitados los puentes, nuestro nuevo horizonte es Molinaseca, que alcanzamos a través de un sendero de altura entre quitamiedos de encinos y algunas matas de roble, acompañados permanentemente del sonoro discurrir del río. Llegando a Molinaseca, el sendero, flanqueado de esquistos y cuarcitas, está adornado de claveles lanudos. Molinaseca se encuentra justo a la salida del cañón que el río Meruelo ha labrado sobre durísimas cuarcitas. El pueblo está asentado sobre el delta de los acarreos que ha ido sedimentando el río a lo largo de millones de años, antes de su confluencia con el río Boeza en el plutón granítico de Montearenas. El caserío del pueblo se alinea sobre la vega de la margen izquierda del río.Al parecer, el nombre de Molinaseca está relacionado con la existencia de varios molinos que estaban edificados sobre el cauce anastomosada del río. Durante las habituales crecidas, el continuo cambio del curso fluvial hacía que quedaran temporalmente secos y sin aporte de agua. La entrada E del pueblo, bajo el paraje de El Castro, está presidida por el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias (siglo XVIII), patrona del pueblo. En la otra margen del río se encuentra la iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari (siglo XVII) rodeada de viejos olivos; así como la Ermita de San Roque, hoy convertida en albergue de peregrinos. Molinaseca, a escasos 9 km de Ponferrada, en un oasis en el Camino de Santiago después de atravesar el duro monte y los pueblos que faldean el puerto de Foncebadón, que separa el Bierzo de la Maragatería.

En verano el río permanece remansado bajo el puente de piedra de Los Peregrinos, también conocido como Puente Romano, e invita a un refrescante baño bajo sus arcadas. El puente desemboca en la calle Real, la principal de la Villa, también conocida como de los peregrinos ( ‘pelegrinos’ según el hablar de los molinenses).

La calle Real finaliza en una vieja cruz de piedra que preside la Plaza del Cristo. Molinaseca, hoy declarada Conjunto Hstórico (1975), tuvo mucha importancia desde la edad Media y llegó a tener 2.156 habitantes en 1940, muy lejos de los cerca de 900 que tiene en la actualidad.

Continuando con la ruta, una vez llegamos el tempo de San Nicolás de Bari tomanos la calle La iglesia hasta interceptar la perpendicular y ascendente calle Las Estapias. Desde ella salimos del pueblo en dirección SO por la umbría vallina de Valdechapa hasta alcanzar, de nuevo, las estribaciones repobladas de pino del Cerro María González, que nos conducen por anchos caminos a Lombillo, que alcanzamos por su depósito de agua.
Archivado en
Lo más leído