Las mujeres en las religiones

Existe una congregación religiosa católica denominada "Siervas del Señor". A lo largo de la historia y en todas las latitudes del mundo las mujeres han sido -están siendo en la actualidad- siervas de los señores con los que viven y a quienes sirven, a veces no como siervas, sino como esclavas

Mujeres por la igualdad
20/12/2020
 Actualizado a 20/12/2020
Imagen de unas monjas cosiendo mascarillas en un convento de Salamanca. | ICAL
Imagen de unas monjas cosiendo mascarillas en un convento de Salamanca. | ICAL
El tema que vamos a tratar es sobre las mujeres en las religiones, especialmente en la Católica por ser la más conocida para nosotras y donde realmente están al servicio -siervas- sin responsabilidad ni participación alguna en las decisiones.

A las mujeres de nuestra generación (1945-1970) nos pusieron pendientes al poco de nacer, nos bautizaron, hicimos la primera comunión, con una catequesis previa que aprendíamos de memoria oraciones como el credo, con un mensaje muy claro para que lo entendiéramos «Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios, Padre todopoderoso...»

¿Cómo podríamos entender que alguien fuera concebido por un espíritu que después de ser crucificado,muerto y en los infiernos, que resucitara y subiera al cielo...? Pues lo teníamos que memorizar con otras oraciones más o menos entendibles. Para Amelia Valcárcel, «el Cristianismo, al principio, era relativamente libre, pero en los siglos III y IV se impusieron los textos misóginos que arrinconan a la mujer.

La situación de las mujeres en las religiones, en todas, es de sumisión, de servidumbre,explotación y vejaciones.
En la mayoría de los casos, se limitan a rezar rosarios, reponer flores, limpiar y tener orden en las sacristías con la ropa de los curas a punto.Cuando nosdejaron leer en las misas, parecía que algo avanzaba, pero creemos que fue por pura necesidad a falta de sacristanes.

Pero las mujeres son las que siguen frecuentando las iglesias, aunque cada vez menos, porque laformación religiosa que se ha dado y se sigue dando, sobre todo a las mujeres, es de sumisión, de miedo, servicio y dedicación a los demás, y tratarlas como si fueran menores de edad y necesitaran alguien que las guíe (curiosamente ese alguien es un señor que vive solo o con sus padres y no tiene ni idea de los problemas de pareja o de tratar a un@s hij@s pero se permite dar consejos…..).

En todas las religiones hay una buena dosis de misoginia, y tratan de conservar una tradición que tiene a las mujeres completamente sometidas al hombre, ya sea el padre, el marido, hermano o hasta el cuñado.

Las luchas llevadas a cabo por las mujeres, como legalizar el divorcio, la interrupción voluntaria del embarazo, el derecho a procrear con amor, a los avances científicos, los matrimoniosgay y lesbianas etc. Siempre hemostenido a la Iglesia en contra. Esto demuestra la sensibilidad con los problemas de la gente.

Por todo esto y muchas más situaciones que podríamos reflejar aquí, pensamos que las religiones son machistas en tanto que promueven la desigualdad entre hombres y mujeres.

Cuando a mediados del siglo XX (1948)la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos», se constata que,a pesar de los añostranscurridos, las religiones no han dado pasos para intentar democratizar las organizaciones y dar participación a una parte importante de sus seguidores, las mujeres, que siguen siendo consideradas menores deedad y sin capacidad para tomar decisiones o participar en ellas.

Son principios democráticos básicos, fundamentales del siglo XXI. Si no se cumplen, quiere decir que no están en este siglo. Se sigue considerando a los hombres superiores y pueden influir mitos como que: Dios creo primero al hombre, y después a la mujer como algo secundario, y para que el hombre tuviera compañía. La mujer fue la causante de la expulsión del Paraíso. Desde Eva, el cuerpo de las mujeres es visto, como sujeto de bajas pasiones, un intento de controlar los comportamientos sexuales. A pesar de todo esto, suenan campanas de cambio y, por supuesto, llegapor las mujeres, teólogas feministas que se han puesto a trabajar para deconstruir algunos aspectos con los que no están de acuerdo:

«La masculinidad divina, la interpretación que se ha dado a los textos y el que nuestro cuerpo sea un impedimento para acceder a la esfera de lo sagrado». Estas mujeres dicen estar en sintonía con el feminismo y dispuestas a dar la batalla para forzar alguna reforma en una de lasinstituciones más patriarcales que existen. Desde el feminismo les deseamos suerte, pues no va a ser fácil que logren cambios profundosen una institución tan envejecida y una estructura tan cerrada.

En las instituciones religiosas saben muy bien que el feminismo es un movimiento social imparable, que cada día tiene más influencia en el despertar de la concienciación de las mujeres, incluso a escala mundial, de manera que por todo el planeta están surgiendo grupos de mujeres que están diciendo ¡basta ya! a las desigualdades y a la consideración vejatoria de la mujer.Este despertar no encaja con los estereotipos femeninos de sumisión y acatamiento impuestos a las mujeres por el patriarcado. Por eso, desde las instituciones religioso-patriarcales se han lanzado a dar la batalla al feminismo para intentar cortar de raíz el desarrollo social de las mujeres, recurriendo a un exabrupto, al que llaman ideología de género.

«Nos encontramos en un contexto socio-político de involución, con el que sintoniza la involución eclesiástica, especialmente en España»Afirma el exmagistrado del Tribunal Supremo, Martín Pallín en un artículo, titulado «Ideología o teología de género» : «Ante el imparable avance de las conquistas del feminismo, como el voto, el divorcio o su libertad reproductiva, reaccionan, tachando de totalitarios a los que rechazan las doctrinas católicas sobre la ideología de género».

Por su parte, el teólogo Juan José Tamayo afirma y denuncia: “»En la Iglesia falsifican la teoría, la someten a caricatura, la hacen decir loque no dice, e incluso la responsabilizan de la destrucción de la familia y de otras prácticas todavía más graves».

En junio de 2019, la Congregaciónpara la Educación Católica publicó un documento para una vía de diálogo sobre la cuestión del género en la educación, sumándose a las condenas de la «ideología de género», que vienen realizando los partidos políticos de la derecha y de la extrema derecha, la mayoría de los obispos católicos del mundo -incluidos los españoles, quizá los más radicales-, las organizaciones educativas católicas, las organizaciones Provida y grupos de evangélicos, sobre todo en América Latina.

El teólogo antes citado, Juan José Tamayo, en ReligiónDigital -14.07.2019-hace un análisis del texto del Vaticano, al que considera de «falta de creatividad y en el que se promueven mitos, rumores, falsedades y culturas opresoras». A pesar de pretender el diálogo, no favorece el encuentro con los LGBTI, sino que cierra toda posibilidad del mismo, partiendo de presupuestos patriarcales y androcéntricos.Es sintomática la relación y sintonía existentes entre los grupos que presentan tanta beligerancia contra el feminismo, utilizando como arma arrojadiza «la ideología de género», frente al avance del feminismo. En una campaña beligerante permanente, con el fin de desacreditar a este movimiento, acusándolo de totalitario, que pretende tomar el poder, desplazando a los hombres, con la pretensión de establecer el pensamiento único. ¿Cómo podríamos denominar a esta corriente, que con tanta virulencia actúa contra el desarrollo de los derechos de las mujeres?. Indudablemente, el vínculo que sintoniza a esta aparente diversidad de grupos no es otro que la ideología, ideología antifeminista y que políticamente encaja en los planteamientos ideológicos de la extrema derecha.

En la cuestión que tratamos, esta ideología prevalece sobre otros planteamientos, incluso de carácter religioso. Es la ideología reaccionaria, intolerante con la diversidad de tendencias sexuales; con los inmigrantes; que para invisibilizar a las mujeres maltratadas, utiliza el eufemismo en el lenguaje, hablando de la violencia doméstica y jamás de la violencia machista.

En resumen, esta ideología origina una profunda fragmentación en la sociedad, donde siembra el odio, donde no defiende sus principios con argumentos racionales, sino recurriendo constantemente a la demonización del contrario, a quien no considera adversario, sino enemigo al que se odia.

El título de este artículo es «Las mujeres en las religiones», con especial incidencia en la Católica, por ser entre nosotras la más conocida. Participa, como las demás religiones, de una clara misoginia, apuntada en párrafos anteriores,que, a lo largo de los siglos, no ha sido capaz de superar, defendiendo ideas y posturas radicalmente antifeministas, demonizando a la mujer, por el hecho de serlo, posturas que contribuyen a fomentar el odio.
Actualmente nos encontramos en un contexto socio-político de involución, con el que sintoniza la involución eclesiástica, especialmente en España. No es de extrañar, por lo mismo, que sea en los medios católicos integristas, donde con más virulencia se combata la denominada por ellos «ideología de género».
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