La Reserva de Caza de Ancares adjudica 63 piezas que dejan más de 80.000 euros de ingresos

La subasta de esta temporada en la Reserva Regional de Caza de Ancares que se realizó este sábado en Vega de Espinareda se saldó con 63 piezas adjudicadas de las 68 que salían al concurso.Fueron Seis de rebeco A, 27 de Rebeco B, 20 rebecos hembras, dos ciervos A, cuatrociervos B, tres de cabra montés B,cuatro cabras hembras y caza también menor.

Las pujas superaron en total de todas las piezas los 80.000 euros que se convierten en ingresos para los pueblos donde se realicen las monterías, recechos y demás acciones cinegéticas que se celebrarán a lo largo de la temporada.

La pieza más destacada y que supuso una mayor puja fue un rebeco de clase A, por cuya cacería se pagaron 3.650 euros. Los rebecos suelen ser siempre las piezas por las que más pujan los cazadores particulares y empresas especializadas que se presentan a este tipo de subastas, prácticamente todas las piezas de esta especie superaron los 3.300 euros.

Las demás piezas, como cabras montesas y ciervos tienen un valor menor para los cazadores. De hecho,fueron varios ciervos, de los clasificados en categoría A y B los que se quedaron sin adjudicar.

Tal y como explicó el alcalde de Vega de Espinareda, Santiago Rodríguez, «hubo un muy buen ambiente en la celebración de la subasta, con cerca de medio centenar de personas, entre particulares y representantes de las empresas los que acudieron, algunos de la zona del Bierzo y entorno y otros de la provincia de León y otras comunidades.

Por otro lado, muchas otras llegan por sobre, también de cazadores y empresas de fuera de la provincia.
La subasta de caza supone «sin duda,una importante inyección económica para los pueblos de la Reserva Regional de Caza de ancares. Es bastante menos que hace unos años, que existían unas ayudas de la Junta de Castilla y León, pero no dejan de ser ingresos para los pueblos que les vienen muy bien», apunta el alcalde de Vega de Espinareda.

Pero además del propio ingreso por los pagos de la subasta, hay que tener en cuenta, explica Santiago Rodríguez, que «durante la temporada de caza se desplazan a los alojamientos de la zona y locales de restauración todo el movimiento de cazadores y eso también es consumo e ingresos para el sector del turismo y la hostelería».

Ya a lo largo de la jornada de ayer se apreció parte de ese movimiento en Vega de Espinareda, donde alrededor de la subasta se celebró la I Jornada de Caza y Montaña de Vega de Espinareda, en la que los restaurantes y bares de la villa ofrecían pinchos de caza junto a las consumiciones y se celebró un mercado vinculado a la caza y al montaña, lo que generó un gran ambiente en la villa entorno aesta afición en la montaña