La lucha por la igualdad

Qué triste es tener que luchar por la Igualdad entre hombres y mujeres, si, muy triste. Todas las personas somos iguales en derechos y libertades, hemos nacido igual

Mujeres por la Igualdad
16/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Desde niños, seguimos sin apostar fuerte por eliminar las diferencias de sexos.
Desde niños, seguimos sin apostar fuerte por eliminar las diferencias de sexos.
Nos hemos formado en el vientre de una mujer, pero, nada más abrir los ojos a este mundo, nos etiquetan; mujer vestidito rosa, agujeros en las orejas para ponernos pendientes, no vaya a ser que crean que somos niños y a nuestros padres y madres les dé un soponcio. Nos compran muñecas, algunas con pañales para que aprendamos a cambiarlas cuando se hagan pipí y popó, lavadora, cocina, cacharritos para cocinar, escoba, caldero y fregona... todo esto, para nuestros juegos infantiles. Algunos papás y mamás más liberales les compran a sus niños sillitas de paseo para muñecas, pero ¡ojo! en color azul, no vaya a ser que el niño, no tenga claro que es un niño.

A lo largo de los años, las mujeres han luchado por conseguir derechos, unos derechos que en realidad les corresponden como seres humanos que somos, nadie debería quitárnoslos, tampoco deberíamos pedirlos, son nuestros…el derecho a votar, a utilizar pantalones, a conducir, a la educación, igualdad ante la ley, derechos de propiedad, etc etc…

Ahora estamos en el siglo XXI y continuamos en la lucha. No queremos que nos violen, que nos agredan sexualmente, que nos humillen… Queremos igual salario que los hombres cuando realizamos el mismo trabajo; no queremos que solo nos relacionen con el personal de limpieza en las empresas; queremos formar parte de los Consejos de Administración de las empresas. Esto es complicado, no porque no seamos tan buenas para esos puestos como los hombres, sino porque, para acceder a esos puestos, el Consejo de Administración tiene que reunirse y hacer una votación y claro, casi todos los miembros son hombres…. ummm ¡no votan a mujeres!

Llegamos a los cuidados familiares, padres, madres, hijos, ….la mujer es quien mejor lo hace, es una de las condiciones de ser mujer, ¡Pues no! Puedo ser tan buena o tan mala como cualquier hombre, a la hora de cuidar a una persona, ellos también pueden hacerlo. Y el colmo llega cuando tu pareja llega a casa y muy digno te dice: «cariño, mis hermanos y yo hemos acordado que vamos a turnarnos para atender a mi madre, la tendremos en nuestra casa, un mes cada uno». Y a tí se te enciende una bombilla en el cerebro y te armas de valor y le dices: « cariño, la casa familiar es de los dos, pero tu madre es tu madre y es a tí a quién corresponde su cuidado, no a mí. Tú le harás la comida desayuno y cena, la ducharás, la sacarás de paseo, lavarás y plancharás su ropa y cualquier cuidado que ella necesite. Yo tengo a mi madre y, cuando tenga que cuidarla, lo haré yo, no tú. Pasan y pasan los días, y la buena señora (la madre de mi pareja) nunca va a nuestra casa. ¡Vaya, daba por hecho que yo tendría que ser la que cuidara a su madre! Como no ha sido así, su madre no llega nunca.

También tenemos a la pareja perfecta, nos levantamos por la mañana para ir a trabajar, voy a carrera a la cocina a preparar el desayuno para todxs, tenemos tres hijxs, y desde el dormitorio mi pareja me dice, «cariño ¿dónde tengo la corbata roja?, no la encuentro». -Búscala, estará en el armario con las demás. A los pocos minutos, «cariño, no encuentro los zapatos negros, los de la lengüeta» -Búscalos, estarán en el mueble de los zapatos, junto a los demás... y a todo esto, tú a carreras en la cocina preparando el desayuno. Se levantan lxs niñxs, no quieren desayunar, tienes que animarlos para que lo hagan y tu pareja en el dormitorio sigue gritando, «cariño, ¿dónde está el maletín, no voy a llegar a trabajar» -Lo dejaste ayer en la sala, encima de la mesa. Y sigue y sigue, yo antendiendo a lxs niñxs en la cocina, después los llevo al baño a que se laven, los visto, les pongo el bocata para media mañana….Llega mi pareja perfecta a la cocina, «cariño,¿dónde está mi café?, no voy a llegar» -Está en la cafetera, en la encimera. Desayuna tranquilamente mientras yo sigo en pijama y atendiendo a lxs niñxs, los dos entramos a la misma hora a trabajar.

Cuándo termina de desayunar se acerca y me dice, ¿todavía estás en pijama? No vas a llegar a tiempo a trabajar ¿quieres que te lleve a los niños al cole? Y de paso ¿te tiro la basura?... te, te, te . La casa es de los dos, lxs niñxs también, la basura también, entonces ¿por qué son solo tareas mías? Ufff,cuándo sales de casa por la mañana, ya estas agotada y sin embargo él, está feliz (ha desayunado tranquilamente, se ha vestido, ha cogido su maletín..) y yo, mujer, a carrera y cansada, para llegar a trabajar a mi hora. Y estas situaciones las viven diariamente, miles y miles de mujeres en nuestro país y fuera de él. ¿Igualdad?

En el mundo rural, la mayor parte de las mujeres trabajan en el campo y la ganadería además de trabajar en su casa, manteniéndola en orden, realizando todas las tareas que conlleva un hogar. En el Bierzo no hay grandes agricultores, son «pequeñas» fincas agrícolas, por lo cuál las familias, además de la huerta, tienen animales, vacas, ovejas, cabras, …todo esto, lo atiende la mujer, el hombre sale de su casa a trabajar en las diferentes empresas que tenemos aquí y cuando llega a su casa, tiene preparado y a su comodidad, todo lo que lleva haciendo la mujer durante todo el día, comida, ropa limpia y planchada, etc etc. ¿Igualdad?

Anécdota: Recuerdo hace años, en la Residencia Camino de Santiago (hospital de la Seguridad Social de Ponferrada), una señora tiene que ingresar para que le provoquen un parto, le dan hora de llegada al hospital y a la hora señalada se presenta allí. Le dicen que tiene que esperar, que están arreglando la habitación. Al cabo de una hora de espera, la señora pregunta si tiene que esperar mucho más y le dicen que no, que enseguida entrará. Y, después de dos horas de espera, le comunican que ya puede entrar en la habitación.

Preguntando que había pasado, la enfermera que estaba con ella le explica: «Es que había una chica en esta habitación y no quería irse, aquí ha estado atendida todo el día, relajada y con su bebé, con la comidapreparada y lista para comer, la cena, la merienda y sabe que, cuando vuelva a su casa, tiene que levantarse temprano primero para ordeñar, después llevar las vacas al campo, al volver tiene que atender al bebé y además la huerta y atender su casa; su marido trabaja en una gasolinera» . Lo primero que piensas, ¡que asquerosidad ser mujer!

En el campo y ganadería es muy duro, no tiene hora de entrada y salida, no tiene final el día. Empiezan a tempranas horas y terminan cuando se acaba el trabajo, sea la hora que sea.

La lucha de las mujeres por obtener derechos y libertades ha sido una lucha constante e incesante, pero todavía queda mucho por hacer. Muchas mujeres jóvenes lo han entendido y se suman a ella, saben que será la única forma de llegar a ser libres, de poder escoger en sus vidas lo que les gusta, universidad, pareja, vivienda, hijos, lugar de trabajo, etc…yesto les ilusiona, no quieren vivir la vida que han tenido sus madres, sus abuelas, han visto que ser mujer, hoy todavía, es una pelea por llegar a la libertad, que el patriarcado ha sido una constante en sus vidas y no les gusta.

Muchas han sido las mujeres a lo largo de la historia que han escrito libros, tratados, artículos… sobre la lucha hacia los derechos y libertades, muy interesantes e importantes para las que los leen, de ellos han aprendido como librarse de ese yugo, que es el patriarcado, pero hay que aprender más, todavía hay jóvenes que creen en los príncipes azules, en ese individuo que va a llegar a darle un beso y la va a liberar de las ataduras que tiene ensu vida, y no se da cuenta, que de esas ataduras solo ella se puede liberar. Ningún hombre va a conseguir hacer más por su libertad, que ella misma.

En lo que va de año, 2018 han sido muchos los titulares sobre violencia machista, abuso sexual a niñas, bodas de adultos con niñas, ablación, asesinatos de mujeres, desigualdades, brecha salarial, etc…¡que triste! ¿Igualdad?
La mayor parte de las mujeres son coherentes, conscientes de que la violencia y la desigualdad, no es el camino para llegar a un entendimiento entre hombres y mujeres, solo el respeto, la palabra, compartir espacios, libertades, …hace que puedan vivir en armonía y en igualdad.

Sabemos que los hombres biológicamente, son más fuertes (fuerza) que las mujeres y muchos creen que con eso ya tienen el mando, el poder de someter, humillar, vejar y hasta asesinar a las mujeres. La mayor parte de nosotras empleamos el cerebro, por eso tenemos mejores relaciones con personas que no intentan dominarnos; con esas personas, vivimos tranquilas, trabajamos juntxs, nos divertimos, estudiamos, leemos, etc. pero no asesinamos, no violamos, no hacemos daño gratuito. ¿Igualdad?

Somos feministas, es decir, luchamos por la Igualdad entre hombres y mujeres, ese es nuestro reto. Para que la Igualdad sea «real» hay que hacer leyes, reales decretos, protocolos, reglamentos, ….¿por qué? ¿acaso no somos personas igual que los hombres? ¡Pues no! Por eso protestamos, nos concentramos, trabajamos y nos comprometemos para que esa diferencia que hay, finalice para siempre.

Juntas seremos capaces de conseguirlo. ¡Mujer, lucha, alza la voz y no permitas que nadie te haga sentir inferior, eres grande, muy grande!
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