La esencia del Bierzo metida en un queso

Vallelongo, un pequeño taller artesano que funde tradición local e ideas transatlánticas

D.M.
26/09/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Carlos Pardo, artesano agroalimentario creador de los quesos Vallelongo. | D.M.
Carlos Pardo, artesano agroalimentario creador de los quesos Vallelongo. | D.M.
Llamativos por su sabor, por su originalidad y sus colores. Así son los quesos Vallelongo, las creaciones de un pequeño taller artesano ubicado en la localidad de Ocero, en el municipio berciano de Sancedo, que desde este verano ha puesto sus productos en la calle.

La peculiaridad de estos quesos es que intentan integrar en cada una de las piezas la más pura esencia berciana. Así, su creador, Carlos Pardo, ha experimentado «a lo largo de más de un año para poder dar con las recetas ideales» para poner en el mercado varias creaciones muy genuinas. Queso con chorizo, queso con setas y ajo o queso con aceitunas y pimientos del Bierzo son algunas de las propuestas, además de dos frescos de leche de cabra y leche de vaca y un curado bañado en aceite.

Su inspiración llegó después de una temporada de estancia en Sudamérica, donde conoció el queso botanero, una elaboración tradicional que integraba en la masa láctea lácteo piezas de jamón cocido. En algunos casos también alcaparras, chiles o alguna otra conserva.

De vuelta, Carlos Pardo pensó que el Bierzo tenía infinitas posibilidades para buscar recetas de éxito similares a las del botanero. Durante más de un año han sido múltiples pruebas e intentonas, cuajadas que se quedaban a medias, resultados demasiado secos, otros con demasiada agua... hasta dar finalmente con las proporciones y la fermentación adecuada.

Ahora, con una pequeña producción, ha estado sacando sus quesos a ferias y mercados agroalimentariosa lo largo del verano. Los presenta envasados al vacío, en piezas de unos 100 gramos.

Tiene grandes planes para sus quesos e intención de que pronto puedan estar en tiendas y restaurantes. Está estableciendo también algunos contactos para exportación, pero es consciente de que «hay que ir poco a poco». Por el momento, además de en las ferias, vende también en el propio taller de Ocero, no más allá, porque «tenemos de momento poca producción y no podemos comprometernos a servir grandes lotes».

Lindos a la vista y sorprendentes al paladar. Una carta de presentación que en breve servirán a Quesos Vallelongo para ser considerados una referencia gastronómica en el Bierzo.
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