“Después de ser condenado por acoso a partir de un relato plagado de lagunas y contradicciones, en lo que se conoció como caso Nevenka, Ismael Álvarez vio frustrada su carrera política”. Así se presenta, la publicación de más de 300 páginas de la mano del que fuera alcalde de Ponferrada y que se presenta el 18 de septiembre. Escrito queda es el título de la publicación que se está horneando y en la que el ex edil de la capital del Bierzo “acredita cómo el tribunal quebró su presunción de inocencia y sugiere, no sin argumentos, que detrás de la sentencia hubo una conjura política y mediática cuyos instigadores, a día de hoy, todavía se sirven de su figura para hacer caja”, prosigue textualmente la sinopsis.
Además del episodio que está en su origen, Escrito queda es “el íntimo retrato de un hombre hecho a sí mismo que perseveró en el empeño de abrirse camino desde la más humilde de las cunas. Su principal pecado fue el éxito”, concluye ese trazado que se explica para atraer su venta.
Escrito queda sale a la venta el día 18 de septiembre al precio de 20 euros y el exalcalde lo presentará públicamente en Ponferrada en esos días.
El antetítulo del libro, del que ya se conoce su portada es “la historia del entramado que truncó la carrera política del exalcalde de Ponferrada», y abre la puerta a 376 páginas bajo el marchamo de la editorial Nido de Ratones.
Recordar que Ismael Álvarez Rodríguez dimitió como alcalde de Ponferrada en mayo de 2002, tras el que se dio en llamar caso Nevenka. Un capítulo que no se ha cerrado y que tuvo, y sigue teniendo muchas aristas. De hecho, en el momento en el que Nevenka Fernández, que fuera su ex concejala de Hacienda, denunció el acoso que padecía por su parte, como iniciadora del ‘me too’, hubo una parte de la ciudad que se posicionó en su contra, incrédula de su relato. Nevenka tuvo que irse a trabajar fuera, ahora está incluso fuera de España y ha hecho su familia, aunque le gusta volver a ver a sus padres de vez en cuando, siempre sin salir demasiado, explicaba alguna vez su madre Francisca.
Nevenka protagonizó un documental relatando la historia que la puso en la cuerda floja. Recorrió tribunales, vio cómo su familia era amenazada y finalmente puso a la sociedad del momento en un espejo en el que se vieron actitudes que debían cambiar. Ella ganó ante la justicia, pero Ponferrada no le pidió perdón. El perdón institucional por el que colectivos feministas lucharon llegó, de alguna manera, con el monumento que se colocó en la glorieta de La Peregrina con un gracias por su valentía. Un monumento con su rostro tallado que, semanas después fue motivo de un acto vandálico. Alguien roció ese rostro con ácido y los daños siguen siendo visibles en la actualidad, pero no se ha localizado a los autores de ese delito. Incluso, desde la Plataforma contra las violencias machistas se afea la falta de voluntad, por parte del equipo de Gobierno, para realizar esa investigación que consideran importante. El caso Nevenka sigue sin ser pacífico a nivel social y a algunos también les molesta el graffiti que la recuerda en la calle La Paz precisamente.
Con esas mimbres, la publicación de Ismael no vendrá exenta de polémicas. Incluso levantará polvo al recordar nombres de políticos y comunicadores a los que menciona.
Álvarez era un varón del PP, que siempre ha sacado pecho defendiendo su inocencia y sin acatar el veredicto de los tribunales, que lo declaró culpable. Es más, para resarcirse, decidió crear una nueva formación en 2013, IAP, (Independientes Agrupados de Ponferrada), aunque muchos aseguraron que esas siglas eran las de Ismael Álvarez. Con ese marchamo consiguió desbancar al que fuera su delfín y sucesor, López Riesco, al aliarse a, por aquel entonces, PSOE de Samuel Folgueral, quetuvo que dar baja inmediatamente de esas siglas por ese cogobierno con el partido de Ismael Álvarez. Solo fue una salida al frente para reconocer su fuerza social, porque, el ex primer edil dio un paso atrás en cuanto consiguió la moción de censura a Carlos López Riesco y se separó de los escenarios políticos. Ese es el siguiente charco en el que se mete, aunque antes de su libro, Nevenka consiguió que otros escribieran el suyo.
En el 2004, el escritor valenciano, Juan José Millás se metió de lleno en la polémica, muy viva en aquel momento del caso Nevenka al escribir ‘Hay algo que no es como me dicen: El caso Nevenka Fernández, contra la realidad”. Su sinopsis habla de un caso que “nunca ha sido el «caso Ismael Álvarez»”. “Nevenka Fernández descubrió un día cómo se denominaba aquello que estaba viviendo: acoso, acoso sexual, y tuvo el valor de denunciarlo, de romper con su orden social sin tener otro de repuesto”, explica el resumen. No sabía, entonces que su figura podría interpretarse como paradigma de unos modos universales y ancestrales, “criticados públicamente pero demasiadas veces consentidos en la práctica. Y que se convertiría en la heroína literaria del más perspicaz observador de la realidad”. Nevenka ha sido ejemplo para muchos, una aprovechada de su puesto para otros, pero para ambos lados, una referencia, y para Ponferrada un capítulo de grises.