El Instituto de Estudios Cabreireses (IEC) ha culminado un importante trabajo de investigación arqueológica que permite identificar, catalogar y contextualizar varias minas de oro de época romana situadas en los municipios de Benuza y Puente de Domingo Flórez, en un área muy próxima al entorno de Las Médulas.
Entre los yacimientos documentados figuran antiguas explotaciones auríferas como El Sabugo, en Lomba; El Real y Valdelamina, en Sigüeya, dentro del término municipal de Benuza, así como Las Ferreiruscas II y La Reguera, ya en Puente de Domingo Flórez. Algunas de estas minas ya aparecían citadas en estudios mineros históricos, pero ahora han sido objeto de una puesta en valor patrimonial completa, con una localización precisa, análisis arqueológico y su integración en el sistema minero romano del noroeste peninsular.
Los investigadores destacan que varios de estos enclaves se sitúan dentro del área de influencia directa de Las Médulas y en las inmediaciones de los canales romanos de Llamas de Cabrera, lo que refuerza la hipótesis de una red minera romana mucho más amplia y compleja de lo que se había documentado hasta el momento.
Este trabajo se enmarca en una línea de investigación continuada durante los últimos cuatro años, periodo en el que el grupo del IEC ha logrado identificar cerca de treinta nuevos yacimientos hasta ahora desconocidos, ampliando de forma notable el conocimiento sobre la minería antigua en la comarca de Cabreira.
Además de las minas romanas, el equipo ha documentado siete enclaves con grabados prehistóricos en el monte Leirillina, en el municipio de Benuza, así como un cementerio medieval vinculado a una antigua ermita, lo que evidencia una ocupación humana continuada del territorio desde la Prehistoria hasta la Edad Media.
El estudio también alerta sobre la vulnerabilidad de parte de este patrimonio, ya que algunos yacimientos se localizan en el entorno de explotaciones pizarreras activas, como Marinita y Termenón II. Por este motivo, el Instituto de Estudios Cabreireses reclama a las administraciones competentes medidas urgentes de protección y conservación, así como la realización de evaluaciones arqueológicas rigurosas antes de cualquier intervención extractiva.
Desde el IEC subrayan que la defensa y valorización de estos enclaves no solo es clave para preservar un legado cultural de gran valor histórico, sino también para seguir profundizando en el conocimiento de la historia minera del noroeste peninsular y su impacto en la configuración del territorio.