El nombre de Álex Fernández-Llamazares vuelve a sonar con fuerza en el panorama internacional de la fotografía. Este joven berciano, especializado en arquitectura e interiorismo, ha sumado dos nuevos reconocimientos en la 22ª edición de los International Photography Awards (IPA), uno de los certámenes más prestigiosos a nivel mundial.
El jurado le ha otorgado el segundo premio en la categoría Professional / Architecture / Industrial por su imagen “Boiler Room”, una potente fotografía que inmortaliza el tanque de entrada de agua de las calderas de la antigua central térmica de la MSP, hoy reconvertida en el Museo de la Energía de Ponferrada. Una pieza que aúna memoria industrial y mirada artística, y que refuerza su vínculo con la tierra que le vio nacer.
El segundo reconocimiento llegó de la mano de una Mención de Honor en la categoría Professional / Architecture / Abstract por la serie “Swell” (Oleaje), realizada en el exterior del estadio de Balaídos, en Vigo, donde reside en la actualidad. En ella, Fernández-Llamazares juega con las formas y ritmos arquitectónicos para construir imágenes que evocan el movimiento del mar.
No es la primera vez que el berciano se cuela en el palmarés de los International Photography Awards. En ediciones anteriores ya había logrado menciones de honor y un tercer premio en distintas subcategorías de arquitectura, consolidando así una trayectoria marcada por la constancia y la experimentación visual.
“Me gusta mostrar los espacios desde un ángulo distinto, buscar esa belleza que a veces pasa inadvertida en lo cotidiano de una estructura”, explica. Esa mirada singular es la que le ha llevado a situarse entre los referentes de la fotografía arquitectónica emergente en el ámbito internacional.
De las motos a la arquitectura
“Es arte”, resume Álex cuando habla de fotografía. Pero llegar hasta aquí no ha sido un camino lineal. Su relación con la imagen comenzó de manera autodidacta, fotografiando motos, aunque pronto descubrió que su vocación tenía un horizonte más amplio. Estudió Proyectos de Edificación en Ponferrada, hasta dar el salto a un máster en Málaga, donde hoy también imparte clases como docente universitario en el Máster en Imagen y Comunicación de la Arquitectura.
Desde 2020 se dedica profesionalmente a la fotografía de arquitectura e interiorismo, un ámbito que le obliga a desplazarse continuamente para documentar proyectos en diferentes puntos del país. Su cámara le ha permitido unir sus dos pasiones: la arquitectura y la fotografía, dos disciplinas que dialogan en su trabajo con un estilo propio y cada vez más reconocido.
Un símbolo berciano
Con esta nueva doble distinción, Fernández-Llamazares no solo amplía su vitrina de galardones, que ya suman siete a nivel internacional, sino que también coloca de nuevo al Bierzo en el mapa cultural y artístico mundial. Especialmente significativo resulta que una de sus imágenes premiadas haya sido tomada en el Museo de la Energía de Ponferrada, un espacio que simboliza la transición de la comarca desde su pasado minero e industrial hacia un presente en transformación.
Para el autor esa imagen "representa el pasado industrial de una zona que, por desgracia, no tiene ese presente ni ese futuro ni a qué acogerse", lamenta. "Estamos olvidados y esto puede significar lo que fue El Bierzo, que ahora está sumido en la pena".