Hachazo en el alma de los pueblos

El nuevo cierre de la hostelería supone, en el medio rural, además del golpe a pequeños negocios, un cerrojazo a los únicos puntos de encuentro y vida social en muchos lugares

D.M.
08/11/2020
 Actualizado a 08/11/2020
Mari Flor atiende la tienda colmado de ‘La Cantina de Teixeira’. | L.N.C.
Mari Flor atiende la tienda colmado de ‘La Cantina de Teixeira’. | L.N.C.
Quince días de cierre, en principio y miles de empleos y familias pendientes de que unas cifras, las de la evolución de los contagios, les permitan volver a subir las trapas de sus negocios y trabajar con una nueva normalidad que no acaba de ser normal del todo.

Entre los centenares de locales de hostelería, bares y restaurantes que han tenido que cerrar hasta el 19 de noviembre por las restricciones decretadas por la Junta de Castilla y León para frenar los riesgos de contagios de covid-19, hay infinidad de historias con infinidad de características y peculiaridades que deben enfrentarse a la situación de cierre con unatotal incertidumbre.

Algunos de estos negocios están en pequeños pueblos donde tienen una clientela con unos perfiles muy concretos y un funcionamiento también muy particular, pero a los que les afectan las medidas como a cualquier otro.

En Colinas del Campo de Martín Moro Toledano se encuentra elmesónEl Aguzo, un negocio familiar que llevan Lorena y Eloy que lleva casi 13 años funcionando. Es una acogedora cafetería y tapería de montaña en la que buena parte de sus clientes son gente del pueblo y la otra buena parte «los montañeros y senderistas» del Catoute o de la cantidad de rutas de naturaleza que ofrece este entorno, explica Lorena.


«En la terraza, aunque lloviera»

«Cuando abríamos, lo hicimos porque se cerraban los bares del pueblo y queríamos mantener ese lugar de encuentro de la gente, un sitio para que los montañeros tuvieran donde tomar algo, donde comer algo caliente». Vivieron el primer estado de alarma cerrados y después, el verano fue una buen
a época. «Con menos excursiones grandes y más pequeños grupos y familias. Se notaba que la gente tenía ganas de salir, de estar en contacto con la naturaleza, en verano trabajamos muy bien, tenemos una buena terraza y le hemos dado mucho uso, respetando los aforos, las distancias, todas las medidas. Incluso ahora, esta últimas semanas, la gente quería estar en la terraza, con frío o con lluvia».

Ahora vuelven a cerrar «con gran tristeza» y con la «incertidumbre de saber qué va a pasar. Porque si es por el bien de todos, cerramos, no hay problema. Pero tendrán que ayudarnos de alguna manera». Y es que, recuerda Lorena, el Ayuntamiento de Igüeña les dio una ayuda, se acogieron a las posibilidades que ofreció el Gobierno «pero las facturas de la luz, del agua, los seguros... todo eso sigue llegando, yo creo que es ahí, en esos recibos cotidianos que llegan todos los meses, donde alguien tendría que ayudar, rebajarlos mientras dure esto, no sé», apunta. Y es que, esta nueva etapa de cierre será diferente a la de primavera. Entonces, en confinamiento domiciliario impedía a la gente salir de excursión. Ahora, excursionistas, senderistas y montañeros seguirán llegando a Colinas a lo largo del día, pero Lorenano va a poder ofrecerles un plato caliente o un café.«Es muy raro y muy triste y además esto es una cadena. No solo paramos nosotros. Nuestro cierre afecta a los distribuidores, a los productores...»Dos de las tres patas del negocioOtro negocio muy en unas condiciones muy particulares es ‘La Cantina de Teixeira’, en la localidad de Tejeira, en lasmontañas de Villafranca.La Cantina es un bar, un restaurante, pero también una pequeña tienda, un colmado donde los vecinos del pueblo pueden abastecerse de productos básicos de alimentación e higiene. Todo está en un mismo local, como las cantinas de siempre. Y allí, Mari Flor y Luisma atienden a sus amigos y clientes, desde la barra del bar y el mostrador de la tienda.Ahora, se ven obligados a cerrar dos de las tres patas de su negocio. «Es muy triste, porque el bar del pueblo, además de un bar, es el centro de encuentro de muchos de los vecinos. Y mucho más ahora en invierno, donde el tiempo no permite mucho salir a pasear o estar en la calle», explica Luisma.Tras el confinamiento, siguieron funcionando con su restaurante «pero con mucha limitación de aforo para que nunca se saturara y no hubiera ninguna sensación de aglomeración en el local, respetando todas las medidas, ventilando, desinfectando continuamente todas las superficies, las mesas, las puertas, con gel en la entrada, en el baño...»El nuevo cierre del nivel 4 de alarma en Castilla y León les pilla con las mesas completas para los próximos fines de semana. «Hemos tenido que anular todas las comidas que teníamos para los próximos fines de semana», explica, un duro golpe económico para el negocio.El bar se cierra, pero el servicio de tienda seguirá abierto, sólo en horario de mañana, «para evitar confusiones, que en ningún caso de la sensación de que el bar está funcionando». Los vecinos podrán ir a comprar sus congelados, productos de despensa, limpieza y fruta y verdura fresca. Pero ya no podrán atender a los muchos visitantes que se acercaban a la barra a tomar los cafés o refrigerios después de las excursiones a los montes de Ancares. Ahora, a esperar a ver qué hará la administración para intentar minimizar el hachazo económico que auguran los hosteleros con este nuevo cierre. «Si hay ayudas por el cierre, no sé cómo será, porque nosotros no cerramos, mantenemos la tienda abierta», y no saben si podrán acceder a las ayudas, pese a que dos de las tres parte de su negocio no funcionará en al menos quince días. Luisma explica que desde el principio vio «muy concienciada a la gente del pueblo. «Aquí todo el mundo está con mascarilla, veo a todo el mundo concienciado, la gente es mayor y sabemos que casi todos somos población de riesgo y se respetan las distancias y todas las normas». Como estos dos ejemplos, tantos otros, en los pueblos donde el bar es el único negocio, el único comercio o el único centro social.No queda otra que esperar y aguantar, para poder reabrir las puertas en cuanto sea posible y atender a todos esos vecinos y visitantes que, en la mayoría de los casos, tan bien han respondido después del confinamiento y a lolargo de todo el verano y las primeras semanas del otoño, conscientes de la importancia de apoyar a esos pequeños negocios locales que son mucho más que un bar.Reinventarse: Tapas para llevar, ‘brunch’ o gourmet a domicilioLa situación de crisis sanitaria ha servido en muchos casos para agudizar el ingenio a muchos comerciantes, hosteleros, negocios, que han tenido que reinventarse para sobrevivir y que de nuevo tienen que volver a hacerlo. En otras poblaciones un poco más grandes, donde la capacidad de negocio es un poco mayor que en los pequeños pueblos, hay quien no duda en exprimir al máximo todas las posibilidades para dar soporte a sus cajas mientas pasa lo más duro de la tormenta. Las redes sociales están siendo un buen altavoz para muchos de ellos, que informan a sus clientes a través de sus perfiles de sus nuevas opciones y propuestas.Por ejemplo, el bar Hogar del Pensionista de Fabero, que tras el primer confinamiento convirtió su espacio en una gran terraza con don distancias y medidas de seguridad, propone ahora «café con tu dulce favorito y chocolate con churros para llevar», para recoger en el local manteniendo las distancias y siempre con mascarilla en una zona especialmente habilitada para ello.

La emblemática Moncloa a de San Lázaro en Cacabelos, propone una 'Noche de cine’ en las pocas habitaciones que tienen permitido poner a disposición, donde ofrecen el alojamiento, una sencilla cena y desayuno en la habitación como propuesta de ocio.

El exitoso y modernorestaurante Muna de Ponferrada sugiere un ‘brunch’ a domicilio los sábado y domingos a mediodía, una especie de desayuno-comida estilo inglés o americano.Y varios gastrobares que no pueden atender ya en barra estos días , así como lugares emblemáticos como Palacio de Canedo, anuncian que sus tiendas ‘gourmet’ siguen abiertas o disponiblesen su versión ‘on line’ y para reparto a domicilio,en originales versiones.




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