Pero en concreto, el documento va más allá y acusa al exedil de un total de cinco delitos. Suma acon los que se corrobora que Raquel Díaz, su exmujer, abogada y compañera de partido, fue víctima de malos tratos continuados y de insultos, por lo que reconoce también violencia psíquica. Le imputa además un delito de amenazas a las que sometía a su esposa. En cuanto a la imputación de tentativa de homicidio, de la que se le acusó después del episodio en el que, presuntamente, Muñoz tiró por el balcón de su casa a Díaz, el Ministerio Fiscal habla de arrepentimiento, ya que el presunto homicida sí adoptó medidas para "salvar" a la víctima, llamando a urgencias y colocándola en posición de seguridad. Ese delito fue el que llevó a prisión a Muñoz, que ahora se encuentra en la calle, localizado a la espera de juicio. Sin embargo, sí se le imputa el delito de lesiones agravadas, ya que, elinforme forense llega a establecer 17 lesiones producidas en ese capítulo, que aumenta la posible pena en dos años a mayores, llegando a los 12.Son lesiones, reconoce Fiscalía en su documento, que "imposibilitan para la realización de cualquier tipo de profesión u oficio" a la víctima "precisando de asistencia para todas las actividades básicas de la vida diaria", explica.
A esos doce años de prisión suma tres más por la violencia habitual a la que considera que se demuestra que estaba sometida y, hasta completar la pena solicitada, las penas por la violencia psíquica y amenazas.
Fiscalía solicita que el acusado no pueda acercarse a la víctima en 24 años ni mantener comunicación con ella por cualquier medio. Además, solicita una indemnización para Raquel Díaz de 1.120.000 euros por responsabilidad civil de Muñoz, al dejar a su esposa en una situación de vulnerabilidad extrema, sin poder valerse por sí misma. Una cantidad a la que suma el pago de 74.000 euros para los servicios de atención sanitaria del Sacyl y 48.000 euros para el sistema sanitario de Castilla La Mancha, por las atenciones a la víctima en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
Raquel Díaz será llamada a declarar a juicio, que se convocará próximamente y al que Muñoz llegará desde una situación de libertad provisional que mantiene, después de que se tuviera que adoptar esa medida por haber pasado los dos años de prisión preventiva pertinentes.
Movilizaciones de Feministas Bercianas
Al conocer este documento la Asociación Feministas Bercianas se ha apresurado para convocar una concentración este mismo martes, a las nueve de la noche en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada en contra de la decisión del Ministerio Fiscal al contemplar el arrepentimiento frente a la tentativa de homicidio, pese a que esa variación haga que la pena de prisión se incremente en dos años.Hace unas semanas, la Plataforma contra las Violencias Machistas Bierzo Laciana salía a la calle también solicitando que se acelerara la salida del juicio por este delito. Se cumplían tres años del episodio que dejó a Díaz en silla de ruedas, con ella ingresada en una residencia, en secreto para que su agresor no pueda acceder a ella, y él en libertad provisional.
Un centenar de personas se unieron frente a los juzgados de Ponferrada gritando "yo si te creo, ni una menos" acusando de hipocresía a un sistema que solicita que las víctimas de violencia denuncien y luego no las arropa, estirando los tiempos para impartir justicia. Una movilización en la que estuvieron parte del equipo de Gobierno del PSOE en Ponferrada, pero no los compañeros de Muñoz de Coalición por el Bierzo. Sí quiso acompañar la movilización su responsable de Igualdad en ese momento, Berenice Arias, que no quiso hacer declaraciones a la prensa entonces. Posteriormente, cuando Coalición por El Bierzo posibilitó la entrada en el gobierno de Ponferrada de VOX, haciendo un pacto con el PP y permitiendo que este acordara conseguir la Alcaldía con Vox, decidió dejar el partido. En un comunicado, Arias manifestaba que "dolida, me veo obligada a no pertenecer a un partido político que, aunque sea indirectamente, le da algún cargo o poder a la ultraderecha", apuntaba.