La eléctrica propietaria de la central de Compostilla en Cubillos del Sil, Endesa, esquiva confirmar que el 31 de agosto sea la fecha escogida para proceder al derribo de las torres de la térmica, un procedimiento que ya se ha suspendido dos veces y que cuenta, no obstante, con los permisos municipales de seguridad y administrativos para ejecutarse.
Los reparos de la eléctrica para confirmar la fecha pueden tener que ver, precisamente, con que las dos veces anteriores, el procedimiento se haya venido abajo. La primera vez y la que llevaba en previsiones en su plan de desmontaje para Compostilla, fue a principios de diciembre. En ese momento, todo estaba preparado para que las torres de refrigeración 4 y 5 , a las que se sumaba la chimenea del grupo 3, serían demolidas. Solo resistirían, para un segundo proceso, las dos torres más altas. En ese momento, la Plataforma Bierzo Ya que ha sido muy beligerante con este proceso. Su portavoz, Antonio López, luchó hasta el final del proceso administrativo e incluso amenazando con llegar a los juzgados, por conservar las torres e incluso salvarlas abriendo un expediente de declaración del conjunto de torres como Bien de Interés Cultural. En ese momento, varias voces políticas, como Coalición por el Bierzo, se sumaron a esa solicitud, en la que solo permanecería hasta el final la Plataforma.
Así las cosas, Endesa dejó enfriar ese primer intento y marcó una nueva fecha para enero, a finales. Lo hacía después de que la Junta desestimara los criterios de la Plataforma para abrir un expediente BIC.
En medio de la polémica, la eléctrica tiró de cuentas para cifrar el mantenimiento de los torres, de dejarlas en pie, en unos 20 millones. Todos comenzaron a pensar quién podría costear ese montante y quién sería el responsable de que sucediera algún accidente por el mal estado de las torres. De nuevo se aplazó sine die el derribo y se dejaron pasar los procesos electorales.
La última información al respecto fue que el director de Endesa Noroeste, Miguel Temboury había visitado al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para hacerle partícipe del plan de derribo de la térmica, aunque no se facilitaron fechas ni más datos sobre ese encuentro que la fotografía oficial. Ahora, los permisos desvelan la fecha, aunque Endesa prefiere decir que no quiere confirmar nada.