Ha pasado de ser alcalde de Ponferrada y mejorar los resultados electorales para asumir un segundo mandato, idea que fracasó por la alianza PP, Vox y Coalición por el Bierzo, a encabezar el Consejo Comarcal. Aunque su idea era acabar su proyecto político en Ponferrada con otro mandato, ahora se remanga para asumir los retos de una comarca a la que las administraciones no han apoyado unánimemente y que espera hacer crecer en competencias, sobre todo, asumiendo un servicio de recogida de basuras comarcal y estrenando nueva sede. Para ello, mira hacia arriba y ve una Junta a la que pide implicación.
- Se abre para usted una nueva etapa, ahora encabezando una comarca que ha dado pasos pero ¿qué considera que necesita prioritariamente ahora?
-El escenario es diferente y hay retos a nivel comarcal teniendo en cuenta las limitaciones que supone la estructura que en su día se le dio a la comarca, que es bastante limitada competencialmente y sobre todo financieramente, pero hay cosas que se pueden hacer. Creo que hay que dar a conocer el trabajo que se hace en el Consejo y que es poco conocido en materias importantes como formación y empleo, en el Centro de Atención a Drogodependientes, o el trabajo con menores. Hay otras cosas más conocidas como el Banco de Tierras, medio ambiente o turismo, pero creo que se tiene que conocer lo que se hace en el Consejo para que gane prestigio porque hay cosas que se hacen en el Consejo muy interesantes. Hay retos históricos como el de hacer una sede propia y asumir competencias, más que asumirlas, desarrollar las que se establecen... Todas las competencias del Consejo son vía convenio. Solo hay una cesión de competencias de la Junta al Consejo que es Medio Ambiente por un decreto de 2005, el resto todo son convenios que hay que ir negociando. Pero el acuerdo marco está pendiente de desarrollar en muchas cosas. En la cesión de medio ambiente incluso, porque las brigadas forestales en toda la comunidad autónoma tienen una duración de 9 meses y en el Bierzo no. Hay cosas que hay que solventar, como la puntualidad en los pagos. El Consejo sufre mucho si no hay puntualidad por parte de la Junta de Castilla y León en hacer los pagos.
-Y ¿considera que todas esas trabas están un poco orquestadas por las administraciones para no dar más alas a la comarca?
-Creo que la Junta debería sentir una luz de alarma, en el sentido de que hay muchos movimientos en la comunidad que no están de acuerdo con la estructura territorial establecida. Eso se frena comportándose bien con aquellos territorios donde hay esa inquietud, y el Bierzo es uno de ellos. Debería ser una alarma que ellos tuvieran en cuenta para hacer un tratamiento de compensación hacia territorios periféricos como el Bierzo. Da la sensación de que no se dan cuenta de estos. creen que con una estructura meramente formal que es la comarca, que ya cumplen. Pero es que la gente que vive en el territorio exige algo más, y para que no crezca ese sentimiento de incomodidad en la estructura de la comunidad, la Junta tiene que reaccionar y creo que no se está dando cuenta de esto.
-Hablaba, al inicio de este mandato, que uno de sus principales retos era conseguir la modificación de la comarca para obtener más competencias. No sé si con ese panorama que dibuja, del que venimos, la postura de la Junta y Diputación es valorarlo o es una utopía...
-Lo tenemos que intentar. Lo que no puede ser es que se cree una estructura territorial única en la comunidad autónoma y no tenga un apoyo mayoritario por no decir unánime de toda la clase política de la comunidad. Y , es que, ni la Ley del 1991 ni la reforma fueron apoyadas por el PSOE. Eso deja coja la aspiración lógica de tener una estructura administrativa que sea valorada en el territorio. No digo que sea algo urgente, porque será a medio y largo plazo, pero es un inicio de un procedimiento que tiene que ser consensuado con el territorio pero también con la clase política. Está clarísimo que la singularidad de la comarca es sentida por todo el mundo, pero, sin embargo, esa estructura administrativa no tiene el apoyo de la clase política que debería tener. Cuando se hizo la reforma de la Ley, actuó de portavoz la procuradora en Cortes Ángela Marqués, solicitando que compareciera el presidente del Consejo Comarcal en ese proceso de reforma y esa petición se denegó y parece que no tiene mucho sentido. Por eso creo que es un camino a medio plazo, consensuado, que tiene que ser más generoso de lo que lo ha sido y, en lo inmediato, que, aquello que está en el acuerdo marco, se desarrolle.
- Fue el PSOE el que no apoyó la Ley de la Comarca ¿plantea un debate interno a nivel de su partido?
-No a nivel de mi partido, sino que haya un consenso entre todos y que haya generosidad por parte de quien hace la Ley. Era una aspiración histórica que, en su momento, José María Aznar como presidente de la Comunidad Autónoma, un poco para cumplir con esa ansiedad que había en la comarca para tener esa estructura, creó la ley. Pero fue muy poco ambiciosa y no se quiso tener en cuenta las aportaciones de la oposición en aquel momento. Lo que ocurrió es que, al final, una ley que debía ser aprobada por unanimidad, no obtuvo el apoyo unánime de la cámara. Y en la reforma ocurrió lo mismo. A futuro, vayamos despacio y que la Ley tenga el apoyo de todos o de casi todos.
-En ese sentido, sí existe consenso social de ese sentimiento berciano, pero, a nivel de los Ayuntamientos, que son la tercera pata de la cesión de competencias, tampoco parece que exista ¿cómo se les puede atraer para que cedan competencias al Consejo?
- La dotación de competencias del Consejo viene desde arriba a abajo y desde abajo a arriba. Junta y Diputación han avanzado y donde no ha habdio un avance es de los Ayuntamientos al Consejo. Ahí se abre una vía que es donde creo que puede llegar la concesión de competencias en la gestión de residuos. Es un camino que queremos explorar en este mandato hablando con los Ayuntamientos, con las Mancomunidades, para tratar de ir, a futuro, a una gestión comarcal de los residuos, sobre todo orgánicos. No tiene mucho sentido y, además, supone un incremento de costes muy importante tener que trasladarlos a San Justo, cuando podría existir perfectamente un tratamiento comarcal. Es uno de los caminos que vamos a emprender para tratar de conocer la realidad y valorar esa posibilidad. El tema es complejo, porque los ayuntamientos son pequeños y tienen pocos recursos. Pero además, que el ayuntamiento ceda competencias al Consejo o incluso lo que se ha hablado en algunas ocasiones, especialmente con gobiernos del PP, de eliminar ayuntamientos pequeños, eso en el territorio tiene una altísima contestación. Hay que ser muy pedagógicos y dialogar mucho y eso lo vamos a hacer.
-Decía que sus primeros pasos irán encaminados a solicitar una reunión con el presidente Mañueco y con los consejeros que tengan que ver con las políticas comarcales ¿ya lo ha hecho? Y en clave de Diputación ¿qué mensaje le lanza al futuro presidente?
-Con Diputación no hemos pedido reuniones por esa situación de interinidad que hay y que esperemos que se resuelva pronto. Al presidente de la Junta ya le he pedido una reunión y efectivamente hay que ser revindicativo, pero siempre con lealtad institucional. Lo mismo haré con la Diputación, porque hay temas en los que hay que mejorar, como el Plan de Pequeñas Obras, también el Servicio de Asistencia a Municipios. Nos tienen que ayudar porque el Consejo tiene problemas con bajas laborales y nos tienen que ayudar el equipo que comience este mandato y de hecho se lo pediremos cuanto antes.
-¿Y ya ha recibido respuesta por parte de Mañueco para establecer ese encuentro?
-Todavía no, pero es normal porque es agosto, un mes más complicado pero sí me gustaría que fuera rápido.
-¿Le pedirá ayuda a la oposición del PP para que se sume a ese encuentro?
-Yo siempre pido colaboración y en este caso también me gustaría. En este caso será una visita institucional, aunque también voy a tratar temas prioritarios y agradeceré que en momentos puntuales o con carácter permanente, la oposición eche una mano en cosas que sean positivas para el Bierzo.
-Hablando de oposición. Usted va a compatibilizar la portavocía del grupo de la oposición en el Ayuntamiento de Ponferrada y la presidencia en el Consejo ¿cree que es posible hacerlo sin problemas o lo ve complicado?. Ya de inicio, en el pleno de Organización se tocó, por parte de CB, la comparativa con Ponferrada ¿teme que esta vaya a ser una tónica a lo largo del mandato?
- En el primer pleno lancé un mensaje claro de que hay que diferenciar instituciones por respeto a ellas mismas. En el Consejo no se han de dirimir los problemas de gestión que pueda haber en el Ayuntamiento de Ponferrada y al revés. Es verdad que la oposición ha intentado mezclar ambas instituciones y yo en eso voy a tratar de ser escrupuloso. Soy el presidente de todos los bercianos y encabezaré la oposición en Ponferrada, no como yo he sufrido la oposición el mandato pasado, sino haciendo una oposición constructiva y no desde el insulto y en el enfrentamiento continuo. Pero no voy a renunciar al ejercicio de la portavocía de la oposición en Ponferrada.
-Pero precisamente en el último pleno de Ponferrada, la única disputa que mantuvo fue por la representación que se daba al PSOE en los consejos escolares, algo que también criticó la oposición en el Consejo Comarcal, por no haber sido tenida en cuenta para formar parte de algunos de los 14 órganos externos...
-En el caso de Ponferrada había un acuerdo tácito para tener representantes por parte de la oposición y es la primera vez que se rompe un consenso, algo que creo que es malo y marca una tendencia. En el Consejo no ocurría eso. No sé qué se pretende en Ponferrada intentando retirar al PSOE de los consejos escolares. Es de un sectarismo que no ha ocurrido nunca. En el Consejo somos equipo de Gobierno y seguimos el criterio que se había seguido en el anterior mandato, pero no quiero mezclar ambas instituciones.
-Son tres partidos los que forman parte del Consejo Comarcal, con 27 consejeros, una distribución amplia para un presupuesto tan menguado. ¿Le parece una representación correcta u optaría por rebajar ese número de miembros?
-La reforma de la ley ya redujo el número de consejeros. Antes de 2010 todos los ayuntamientos tenían al menos un consejero y entonces se racionalizó esa situación. Ahora puede que sea algo que se pueda proponer a futuro en esa nueva reforma pretendida. Es una opción que se puede estudiar. Ahora hay zonas territoriales que tienen sus representantes.
-¿Cuál sería la estructura que le gustaría para el Consejo?
-La representación por zonas tratando de racionalizar el número de consejeros me parece adecuada, aunque en su día fue polémica. Pero con el ánimo de racionalizar las administraciones públicas creo que no es una mala medida que estén representadas las zonas y que el número de consejeros no sea tan elevado como antes.
- Hablaba de que el Consejo debe exponer lo que hace para que se conozca. Una de las partes que más se conoce es el Banco de Tierras ¿tiene nuevas iniciativas para él?
-Creo que aquí la línea tiene que ser continuista porque, cuando algo funciona y funciona muy bien, como es el caso, lo que hay que hacer son pequeñas reformas. Es un proyecto que es referente en muchos sitios, que se presta con un convenio con la Diputación provincial que se tiene que renovar el año que viene. Que está financiado con 90.000 euros por parte de la Diputación y el resto lo aporta el Consejo. Vamos a aspirar a una dotación mayor porque está siendo un auténtico éxito. Es un proyecto muy conocido, hay otros que lo son menos y son muy interesantes como el de formación y empleo e intentaré darlos a conocer.
- En el caso del Banco de Tierras se había solicitado que la Junta entrara a sufragarlo con el resto de administraciones ¿lo ha hecho? ,¿lo solicitará?
-No lo ha hecho aún, pero pretendemos llegar a más, que Diputación aporte más y que , si la Junta se une, mucho mejor.
- Y sobre el tema del tratamiento de residuos comarcal ¿es uno de sus objetivos?
-Es un reto que debemos sondear, porque es importante y da sentido a una institución comarcal. Vamos a iniciar ese camino, no digo que lo vayamos a conseguir pronto.
- ¿Priorizará ese tema antes que la sede estable del Consejo?
-Tener una sede para el Consejo es importante, porque estamos repartidos en tres plantas en el mismo edificio y el ascensor no llega al salón de plenos. No es la solución ideal. En el acuerdo marco firmado, que mejoró la financiación para el Consejo, se establecía que se trabajaría en esto. Se pedía la cesión de un solar por parte del Ayuntamiento de Ponferrada o de otro, pero sin que lo tuviera que poner la Junta. En su momento, en La Rosaleda se inició la construcción de un edificio de usos múltiples administrativos por 14 millones que se dejó y puede que la Junta, si lo retomara, estuviera allí la sede. Es un proyecto más cercano que el de la gestión de las basuras.
- En clave política local, se le ha criticado, de entrada, que quisiera hacerse un hueco en una institución, tras no poder formar gobierno en Ponferrada ¿por qué quería encabezar este ente, estaba orquestado por el partido o fue su pretensión?
-Mi única pretensión era encabezar otro mandato el Ayuntamiento de Ponferrada y nunca barajé ningún otro escenario. Creía que se iba a dar, pero cuando se hizo el pacto con la ultraderecha, a través de una petición que la propia ejecutiva de Ponferrada me traslada, se barajó esa posibilidad de la presidencia del Consejo Comarcal basándose en los buenos resultados que había y lo trasladé al partido. Y el partido valoró el trabajo realizado, entendía que era una buena opción y yo agradezco que lo apoyara. No es cierto ninguna otra cosa. En mi cabeza solo estaba estar cuatro años en la Alcaldía de Ponferrada y después abandonar la política municipal. Ahora mismo el escenario es distinto. Hay un trabajo pendiente de hacer que creía que podríamos finalizar en este mandato.
- Entonces ¿se plantea en cuatro años volver a ser candidato a la Alcaldía de Ponferrada?
-Si me pregunta hoy, sí me lo planteo.
- Y llevado a clave nacional, Feijóo apuesta por el gobierno de mayorías, frente a acuerdos como, precisamente, se ha hecho en Ponferrada ¿qué piensa cuando escucha esto?
-En el último mitin de campaña de Zapatero en León se dirigió a mí por este tema. No es que enfade, pero es curioso que hablen de la lista más votada cuando son ellos y en Ponferrada y otros municipios no ha sido así, porque la lista más votada fue la del PSOE y está votando el PP con la ultraderecha y Coalición por el Bierzo. Lo legítimo es que gobierne el que sume más apoyos. Otra cosa es que, como en el caso de Ponferrada, que es legítimo, pero en esa ecuación, cuando entra la ultraderecha, todo van a ser retroceso.
- ¿Cómo ve estos cuatro años con un escenario en el que Coalición por el Bierzo ha sacado las uñas desde el primer pleno. Espera que sea así de beligerante a lo largo del mandato?
-Creo que tienen un cierto sentimiento de culpa por el pacto en el Ayuntamiento de Ponferrada. Probablemente eso tendrá muy malos resultados para su propio partido. Pero me gustaría separar esas dos instituciones. Buena parte de sus bases no lo comprenden. Pueden entender que haya pactado con el PP pero no que eso haya llevado a que gobierne la ultraderecha. CB tiene un consejero y no puede pretender capitanear esta institución con un consejero.