Los plenos del Ayuntamiento de Ponferrada son ya un deporte olímpico-político de larga distancia. El último superó las cinco horas y el de ayer estuvo a punto de alcanzar las cuatro ya que, aunque sólo había cinco puntos en el orden del día, se habían incluido en el último varias mociones presentadas por los distintos grupos políticos. Aunque la retransmisión de las sesiones plenarias a través de Internet ya hace que muchos ciudadanos sigan parte de las mismas en sus ordenadores, las dificultades precisamente de ordenar una corporaciónmunicipal con siete partidos se demuestran en cada nueva cita en el salón de sesiones.
Aun así, poco a poco se van consiguiendo acuerdos, y el principal de este viernes fue la decisión de solicitar formalmente a la Universidad de León la cesión en propiedad de las instalaciones deportivas del campus, con el objeto de que vuelvan a prestar servicio y los trabajadores regresen a sus empleos.
Fue una decisión, en todo caso, que se tomó por mayoría, con 12 votos favorables: los de PP, Coalición por el Bierzo y PRB, y otras tantas abstenciones por parte de PSOE -con un voto menos por la ausencia de la edil Paula Rodríguez-, USE y Ponferrada en Común. Los grupos que se abstuvieron en apoyar la petición arguyeron que se debía a la falta de datos sobre cómo se producirá esta eventual cesión -que debe ser aprobada por el Consejo de Dirección de la Universidad de León-, en qué condiciones y qué coste económico tendrá para las arcas municipales.
Todos los grupos coincidieron en valorar la importancia de estas instalaciones, tanto de las piscinas climatizadas como del pabellón polideportivo, ya que dan servicio a unos 17.000 usuarios. Pero las diferencias sobre la gestión de la finalización del anterior convenio con la Universidad, así como sobre la documentación aportada acerca de este asunto,fueron numerosas.
«Nos abstenemos porque, si no, parece que estemos aceptando pacíficamente que la ULE se deshaga de sus instalaciones en el campus del Bierzo porque le suponen un coste», expuso el portavoz del PSOE, Olegario Ramón. «Y a lo mejor la ULE empieza por las piscinas y acaba deshaciéndose de todo, mientras que en León siguen teniendo sus instalaciones. La actitud del equipo rector de la Universidad no ha sido todo lo honesta que debería. Con más informes daríamos nuestro voto positivo, pero no sabemos la viabilidad que tiene esa cesión, ni si el Ayuntamiento puede afrontar las cantidades a las que hay que hacer frente».
El grupo socialista, ante estas dudas, solicitó un informe de la Intervención municipal para ver la viabilidad económica de las instalaciones. Ramón recordó además que está pendiente el pago de 310.000 euros en concepto de déficit de explotación y que se prevé realizar obras en las instalaciones que podrían superar los 240.000 euros.
A su vez Samuel Folgueral, portavoz de USE Bierzo, aunque reprochó el voto negativo obtenido en la anterior legislatura, cuando su equipo de gobiernollevó la cesión de las piscinas al Pleno, aunque en ese caso como cesión de uso y no de propiedad, defendió su abstención basándose también en el desconocimiento del «coste que supondrá la cesión de la propiedad al Ayuntamiento de Ponferrada» que, recordó, está sujeto a un Plan de Ajuste.
«Pero no nos vamos a oponer porque llevamos meses sin poder disfrutar de esas instalaciones. No vamos a pagar con la misma moneda», afirmó Folgueral.
Por parte de Coalición por el Bierzo, su portavoz, Pedro Muñoz, recordó que las instalaciones deportivas del campus están valoradas en unos tres millones de euros y que es mejor tenerlas en propiedad, ya que están además ubicadas en suelo municipal, «y así podemos decidir qué hacer con ellas». Ciudadanos reclamó, por su parte, que una vez que las instalaciones se vuelvan a poner en uso, se realice un esfuerzo para mejorar su efectividad y resultados económicos. «Son unas instalaciones estupendas, pero han estado infravaloradas y a medio gas», aseguró la portavoz del grupo, Rosa Luna.
Miguel Ángel Fernández, representante de Ponferrada en Común, alegó por su parte que la abstención de su grupo se debe a las dudas sobre las condiciones de la cesión por parte de la ULE y de la posterior situación de los trabajadores. «Necesitamos informes económicos y técnicos, porque no tenemos nada claro si desde el punto de vista económico va a ser beneficioso para el Ayuntamiento, los ciudadanos o en realidad para otra parte contratante», afirmó. «También queremos saber si la ULE va a seguir aportando los 60.000 euros que decía o no», añadió.
El edil del PRB, Tarsicio Carballo, valoró sin embargo la oportunidad de su voto favorable para intentar que se solucione una situación que mantiene a las piscinas sin servicio «tres meses después y con 16 personas en la calle».
Por parte del equipo de gobierno, la portavoz municipal, Amparo Vidal, reconoció que aún hay «aspectos jurídicos que depurar», pero que lo importante es poder llevar este acuerdo plenario ante el Consejo de Dirección de la ULE para obtener la propiedad, «y después veremos cómo hacemos para que las piscinas sean más rentables y qué fórmulas de gestión usamos».
El Pleno aprueba por mayoría pedir a la ULE la propiedad de las instalaciones deportivas
La propuesta consigue los 12 votos de PP, Coalición y Ciudadanos y otras doce abstenciones
26/09/2015
Actualizado a
01/09/2019

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