El lúpulo, el gran desconocido del campo berciano

Tras un primer intento fallido para expandirlo en la comarca, se busca informar sobre las inversiones y la rentabilidad asociadas a este cultivo

D. Álvarez (ICAL)
02/02/2019
 Actualizado a 16/09/2019
Imagen de una plantación de lúpulo en la provincia. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
Imagen de una plantación de lúpulo en la provincia. | CARLOS S. CAMPILLO (ICAL)
El sector agroalimentario ha sido uno de los principales motores económicos de la comarca del Bierzo en los últimos años, una tendencia que se ha potenciado a medida que el sector del carbón iba perdiendo la relevancia que antaño tuvo en la actividad industrial de la zona. Siete figuras de calidad avalan el buen hacer de los agricultores bercianos y el potencial de los distintos productos que se cultivan en la comarca a la hora de salir al mercado. Sin embargo, y pese a que la provincia de León es responsable del 99 por ciento de la producción nacional de lúpulo, éste parece ser un cultivo olvidado dentro de las fronteras comarcales, como lamenta el presidente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León, Isidoro Alonso, que atribuye esta situación al «desconocimiento» de los agricultores de la comarca sobre las inversiones necesarias para la puesta en marcha de estas plantaciones y su posterior rentabilidad.

En ese sentido, el director técnico de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), Pablo Linares, coincide con Alonso al apuntar que la ausencia del lúpulo entre los cultivos de la comarca puede estar relacionada con «un tema cultural». «Nunca he conocido ninguna plantación profesional de lúpulo en el Bierzo, probablemente los agricultores de aquí no lo conocen», asegura Linares, que reconoce que en la comarca falta información sobre los requerimientos dafoclimáticos del cultivo, es decir, sobre las limitaciones que pueden producirse por las características del suelo o del clima de una zona particular.

Al respecto, el presidente de Lúpulos de León destaca que el cultivo, cuya zona de mayor presencia se corresponde con las riberas de los ríos Órbigo, Tuerto, Porma y Torío, se ha extendido a otros entornos aún más húmedos, como el municipio coruñés de Betanzos, donde la cooperativa Lúpulo Tecnología de Galicia (Lutega) ha puesto en marcha una iniciativa para reintroducir la planta en la comunidad vecina, con varias plantaciones que suman ocho hectáreas de terreno. Precisamente Betanzos fue el lugar donde estableció su primera delegación la Sociedad Española de Fomento del Lúpulo, creada en 1945 por el régimen franquista y participada por prácticamente todas las fábricas de cerveza existentes por aquel entonces en el país.

Y es que, pese a que en la actualidad León concentra casi toda la producción de España, el cultivo del lúpulo estuvo extendido en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado por zonas limítrofes de Asturias y Galicia. «Viendo las zonas en las que se da en el Órbigo, creo que algunas zonas del Bierzo sí podrían ser aptas para el cultivo», considera Linares.

En ese sentido, la propuesta de Lúpulos de León pasa por organizar diversas jornadas informativas en las que se puedan juntar agricultores de varios pueblos de la comarca para que los expertos de la SAT se ayuden de material divulgativo y aclaren estas cuestiones técnicas sobre el cultivo, así como otros asuntos relacionados con la evolución económica de la plantación. Al respecto, Alonso comenta que los requisitos para poner en marcha una plantación rentable pasan por disponer de «un mínimo de cuatro o cinco hectáreas de terreno, una máquina peladora y una nave que sirva de secadero».
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