El Camino de Santiago y las mentiras

Cada pueblo que comparte espacio con el Camino tiene su propia riqueza, aunque en ocasiones no se explique y no haya tampoco quien le saque provecho señalizando lo que poder dar. Falta imaginación y sobran mentiras con las que, a veces, se van los peregrinos

Ramón Cela
08/05/2022
 Actualizado a 08/05/2022
Peregrinos inmortalizando la Colegiata, uno de los símbolos más destacados del patrimonio de la llamada pequeña Compostela. | RAMÓN CELA
Peregrinos inmortalizando la Colegiata, uno de los símbolos más destacados del patrimonio de la llamada pequeña Compostela. | RAMÓN CELA
Se dice que cada pueblo tiene lo que se merece y el refrán viene de antiguo y certero como casi todos.

Algunas personas entre las que me encuentro decimos que se puede hacer más, sin esfuerzo económico, pero con mucha más imaginación, de tal suerte que en Villafranca del Bierzo, tenemos quizás exceso de Patrimonio, pero también es de reconocer, que carecemos de imaginación, lo que, en cierto modo, nos hace pasar desapercibidos.
Algo que parece incongruente, si tenemos en cuenta la cantidad de peregrinos que ya han dado comienzo a venir por el Camino Francés y que sin lugar a dudas acoge a la mayor parte de aquellos que van a Santiago de Compostela siguiendo el Códice Calixtino.

Como digo. Villafranca del Bierzo que es Conjunto Histórico Artístico Nacional en todo su recinto no tiene ni un solo letrero que indique tal condición y el visitante, en mil ocasiones, ignora esto y permanece en los albergues descansando pensando en la dura etapa que les espera al día siguiente hasta el Cebreiro, porque intereses de todo tipo, les han dicho que es la etapa reina en dificultades.

Aquí, yo puedo afirmar que es mentira, por varias razones que voy a enumerar. La primera, es que al parecer, aquellos que hacen las rutas, jamás han hecho el Camino, se limitan a consultar el Google y a escribir.

También existen otros tipos de intereses. Mándame peregrinos que ya te lo compensaré. Si pasa Villafranca, luego El Cebreiro, ya es más fácil. Naturalmente, cuantos más kilómetros caminen, menos tienen que hacer al día siguiente. Pero, lo que no les dicen, es que el mucho peor bajar que subir, de tal forma, que a Villafranca, llegan tremendamente doloridos, por la bajada desde Cruz de Ferro, por un camino infame, lleno de piedras sueltas, que destrozan los tobillos y rodillas.

Otros, llegan a Villafranca, pensando que se come muy mal, porque se lo han dicho en el Camino. Mentira.
Algunos llegan pensando que para lo que hay que ver, mejor se quedan descansando, porque en Villafranca, todo es carísimo y no hay nada de nada. Mentira.Y así de esta manera, cuando ya cruzan el primer puente y echan la vista atrás, juran en Arameo o se acuerdan de algún familiar de los informantes.

Al parecer, no toda la culpa es del Ayuntamiento, por no poner unos letreros que digan la condición de Villafranca. Con sus Iglesias y La Puerta del Perdón. Con sus ríos de gran valor. Como lo es el Burbia, declarado de Interés Fluvial Nacional, sino que, al parecer, Patrimonio pone pegas hasta para poner letreros, no así con la maraña de cables que cruzan nuestras calles y que al parecer, esto no afecta a la belleza de nuestro extenso Patrimonio. Gran equivocación.

Resumiendo. Ni el Cebreiro es el Aconcagua. Veintiún kilómetros llanos y seis de subida, que casi se pueden subir de espaldas. Ni en Villafranca, la restauración es mala, sino todo lo contrario. ¿Que muchas iglesias están cerrada? Totalmente cierto, pero es de esperar que, en breve, pongan gentes guardianes e informantes en cada una de la siete iglesias.

De todas maneras, como villafranquino, como berciano, considero que por parte de todos, debemos prestar mucha más atención al Camino y esta no es costosa, sino imaginativa, porque es una de las escasas fuentes de ingresos que tenemos en El Bierzo y los estamentos oficiales, están para ayudar al pueblo y los ayuntamientos, para cuidar y servir a sus ciudadanos.
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