Mucho más allá de las lechugas, tomates y pimientos o las fincas de perales y manzanos, cada vez es más habitual ver en huertas, terrenos y tiendas especies de frutas y verduras que no muchos años atrás hubieran llamado la atención por su poco arraigo en una comarca como el Bierzo.
Es el caso del kiwi, una fruta que hace ya años entró a formar parte de la dieta convencional, pero cuyo género provenía prácticamente todo de Asia, de dónde es originaria la planta, o de Nueva Zelanda, donde el cultivo está extendido desde principios del siglo XIX.
No obstante, la vecina comunidad de Asturias descubrió en los años 70 que sus condiciones climáticas y sus sueloseran favorables para el cultivo del kiwi y ha conseguido establecer un importante mercado de este fruto desde la década de los 80, con una producción anual aproximada de 2.500 toneladas.
Galicia o Cantabria sehan sumado a esta apuesta y en el Bierzo, aunque aún no se ha estandarizado el cultivo, sí existen ya algunos terrenos con producción, además de muchos propietarios que a nivel particular cuentan con sus árboles de kiwi para el autoconsumo, con exquisitas cosechas precisamente ahora en explosión en esta temporada de invierno.
El agricultor berciano Manuel Canedo ‘Pacho’ cuenta con algunos ejemplares de árboles de kiwi y caquis en producción en la localidad de Quilós, municipio de Cacabelos, y apunta que «son árboles que responden y se adaptan perfectamente a las condiciones del Bierzo, no dan problemas de enfermedades que les afecten y sacan producciones muy buenas».
Normalmente, explica, «como casi todo lo que hay en el Bierzo de kiwi es para autoconsumo, no se busca sacar calibres grandes como lo que se puede encontrar la gente habitualmente en el supermercado, aunque creo que sí se podrían conseguir en el Bierzo ese tipo de tamaños».
Pero como producto poco convencional, Pacho ha puesto gran empeño en el cultivo del boniato, una variedad de tubérculo con origen en Centroamérica y Sudamérica, introducido en Europa hace siglos. Es más energético y dulce que la patata y es rico en almidón, vitaminas, fibras, minerales y potasio.
Pacho lo comercializa sobre todo a través de grupos de consumo organizados en el Bierzo, compuestos por personas que buscan alimentos saludables y exclusivos y se organizan directamente con los pequeños productores para una compra común que les permite un precio justo y una confianza óptima en el producto.
La empresa Cerezasdebierzo.com, con sede en el municipio de Cabañas Raras se dedica a la distribución de productos del Bierzo a través de Internet. Ofrecen mucho género agroalimentario de calidad de todo tipo elaborado en la comarca y también frutas y verduras de temporada, que colocan en pocas horas en cualquier mesa de España.
Desde su web y a través de contactos con pequeños productores, la mayor parte de ellos ecológicos, ofrecen productos tan selectos como physalis, -una especie similar a un pequeño tomate, muy apreciado, envuelto en una cáscara blanda- , kiwano o pepino cornudo, tomate rosa, calabaza potimarrón, judía larga o tieberries.
Uno de los responsables del proyecto, Alberto Tascón, apunta que «no eslo más demandado pero sí hay gente busca esa singularidad y exclusividad» y en ocasiones, lotes de estos productos especiales se van para las cocinas de restaurantes de alta gama de distintos lugares de España.
Parte de estos productos se los sirve María Encina Álvarez Causelo, una agricultora que hace ya cuatro años estableció su finca de producción ecológica en Cubillos del Sil. En ella cultiva desde especies foráneas que se han adaptado perfectamente a las condiciones del Bierzo, hasta variedades tradicionales de verduras que están prácticamente en extinción, debido a que en las últimas décadas se ha descuidado la custodia y conservación de las semillas.
«Mucha semilla tradicional se ha perdido porque su recolección es costosa en tiempo, sobre todo, y eso ha supuesto que nuestros cultivos hayan perdido mucha identidad», explica.
Lo más común entre los pequeños agricultores y para el autoconsumo es comprar las semillas industriales «que son baratas. Hay muy poca gente que haga sus propios semilleros». María Encina los hace. Y ha conseguido mantener muchas variedades de verduras que ya no se ven habitualmente en huertas y tiendas y que sin embargo, dice, «en algunos restaurantes se utilizan como productos gourmet».
Es el caso de la patata negra «que yo recuerdo que mi bisabuela le llevaba a mi abuela desde Urdiales a Santa Cruz del Sil».Con su empeño en la recuperación a través de las semillas antiguas entre vecinos y familiares que aún conservaban y algunos centros de conservación que también guardan variedades, Encina consigue sacar adelante en su finca verduras como la berenjena blanca, «mucho menos amarga», el pepino limón «más suave y que no repite», todo tipo de coles, tomate rosa, acelga roja, amarilla, «el auténtico pimiento del Bierzo», que es distinto al que se ha estandarizado para eltradicionalasado de la comarca, judía larga, equinácea e infinidad de productos.
Reconoce que difícilmente es posible «rentabilizar la producción en términos económicos» para convertirlo en un negocio, pero «se puede vivir en parte de ello», teniendo claro además otros aspectos positivos, entre ellos los beneficios para la salud, de este tipo de cultivo. Y coincide con los demás productores en que, por las circunstancias que sean, «en el Bierzo se da de todo».
Berries bercianas, el boom antioxidante
Brillantes, preciosas, sabrosas, coloridas y saludables, las ‘berries’, bayas, frutos rojos o frutos del bosque están cada vez más presentes en las dietas convencionales, mucho más allá del postre de fruta fresca o las mermeladas. Salsas para carnes o ingrediente para ensaladas dan a los frutos rojos muchas posibilidades. Y así lo han visto en Bierzo Berries, una sociedad agraria berciana creada en el año 2013 compuesta por tres socios que cuentan con fincas de producción en Fuentesnuevas en las que cultivan fresas, moras, frambuesas de varios tipos, grosellas o uva espina en cultivo ecológico y están poniendo en marcha otra finca en la localidad de Ambasmestas, en el municipio de Vega de Valcarce.
Su filosofía de trabajo pasa por una perfecta conjugación entre innovación y respeto a la naturaleza.
Según explica Víctor Vecín, uno de los socios, el Bierzo es un terreno ideal para la mayor parte de los frutos rojos, especialmente las zonas de laderas de montaña. De hecho, él lleva ya más una década de experiencia en el cultivo de bayas en la comarca del Bierzo.
No obstante, y pese a las bondades que ofrece el Bierzo para el cultivo, apunta que «una mejora de las infraestructuras de riego supondría un importantísimo despegue» ya que las posibilidades del campo berciano son infinitas.
Cuentan con un vivero propio a 1.100 metros de altitud donde producen planta de bayas para la venta y para el cultivo propio. La producción de las fincas de Bierzo Berries se distribuye «en el comercio de proximidad, principalmente en Ponferrada, Villafranca y Cacabelos, hasta donde alcanza la producción», ya que por el momento el cultivo es de unos pocos cientos de kilos de fruta por temporada. También a través de la tienda ‘on-line’ en Internet Cerezasdelbierzo.com
Aunque casi todo se distribuyen en fresco, ahora trabajan en una línea de zumos de frutos rojos. Zumos bercianos, ecológicos y antioxidantes.
Y es que, los frutos rojos están considerados como unos de los mejores productos antioxidantes y depurativos para el organismo por su gran contenido en vitamina C, fibra, potasio, y ácido fólico, entre otros, además de su bajo contenido en azúcares y grasas.