El alcalde de Cacabelos defiende que no acepta al interventor anterior en defensa de los vecinos

El alcalde de Cacabelos, Sergio Álvarez, declaró ayer en los juzgados al lado de la interventora interina del Ayuntamiento tras haber sido denunciado de prevaricación y de mantener en su puesto a una trabajadora pese a la notificación para la entrada del anterior en el puesto de la Junta. Álvarez defiende que mantiene un litigio penal con ese interventor  por agresiones y él tiene abierto un expediente sancionador sin resolver. Pero, además, el regidor asegura que, tras la baja del trabajador de tres meses «solicité un informe médico, como es preceptivo en prevención laboral y dio no apto», algo que notificó a la Junta de Castilla y León que, pese a ese documento, mantiene al interventor trabajando en el Ayuntamiento de Fabero.

Álvarez critica a la Junta por no esperar a que concluya el procedimiento penal para solicitar la recuperación de la plaza de un trabajador del que, por otro lado, asegura que quiere salvaguardarse «a mí y a los vecinos», dice «porque hay informes policiales de los insultos hacia mi», asegura. «El Ayuntamiento no puede estar sin interventor», asume el alcalde, que sigue defendiendo su proceder al mantener a la interina  «ahora es la justicia la que debe decir si he prevaricado o no. Yo he defendido los intereses del Ayuntamiento». Lamenta el regidor la constante judicialización de la vida política desde la bancada popular y pide que «si la Junta cree que es ilegal mantener a la interventora, que la cese», dice.