"Se me ha hecho grande y no encuentro gente que venga a trabajar". Entre lágrimas, Maximiliano Romero, ‘Gurka’, cocinero y propietario del conocido restaurante de Guímara, A Corte del Toro, explicaba así que se veía obligado a cerrar la puerta de su negocio.
Son años detrás de la barra ofreciendo parrillada argentina y comida berciana, hermanando su proyecto desde la montaña berciana y ahora, se acaba "me sentí raro con el pueblo. No le pude dar lo que necesitaba", dice en un vídeo de despedida. Un pueblo en el que quiere seguir viviendo y en el que ha hecho su vida, recuerda, ha tenido una hija, ha perdido a su madre.
Ahora hace balance de su paso por el restaurante "puse lo mejor de mí. Acá me pasaron cosas espectaculares, otras no tanto, pero me quedo con las primeras". Emocionado al recordar a las personas que ha ido conociendo se compromete a seguir viviendo en Guímara pero ahora "se cierra un ciclo y se abre otro en las pallozas de Chano". Se va a trabajar al lado, en Peranzanes y su casa sigue siendo Guímara, donde no ha podido seguir creciendo porque necesitaba más mano de obra que no ha podido conseguir.
Gurka, argentino de Buenos Aires, ha dado un toque distinto al pueblo hasta el punto que ha protagonizado, por las redes sociales, momentos como sus "crónicas desde Siberia", cuando el invierno sepultaba al pueblo fornelo. Sus comensales han quedado retratados en su facebook, que ha compartido como si fuera un álbum de fotos familiares de los que ahora se despide con un "gracias por todo".
Echa el cierre el restaurante argentino de Guímara por no encontrar empleados
El conocido cocinero de A Corte del Toro, Gurka se despide entre lágrimas "se me quedó grande", dice, pero se va a empezar una nueva etapa a las pallozas de Chano
11/05/2023
Actualizado a
11/05/2023

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