Desde primera hora de la mañana de este lunes los frentes parecían controlados, si bien alguno de ellos activo y las brigadas trabajaban en contrafuegos que evitaran la llegada de las llamas a nuevas zonas de pinar como las que ardieron durante toda la noche.
El fuego, que comenzó en la tarde del domingo alrededor de las 18:00 horas y provocó una densa columna de humo que se hizo visible rápidamente desde todo el contorno y que obligó además a desalojar a una familia como medida de prevención para evitar una posible intoxicación. Las llamas y la humareda iban el aumento con el paso de la tarde.
En las tareas de extinción participaron agentes medioambientales, dos autobombas y tres cuadrillas de tierra, además de varios medios aéreos, que utilizaron la playa fluvial de Vega de Espinareda como zona de carga [Video], sorprendiendo a los bañistas que se encontraban en las inmediaciones y que se vieron obligados a abandonar el río y a despejar la zona.
La principal preocupación de los servicios de extinción era evitar que tanto las llamas, como la densa columna de humo que se formó no afectaran a los vecinos del pueblo.
Los helicópteros ydos aviones anfibio llegados desde bases de Lugo y Salamanca trabajaron desde poco antes de las 20:00 horas hasta que se hizo de noche, si bien su constante tarea de carga y descarga en el río no fue suficiente para aplacar las llamas que continuaron avanzando en todos los frentes alcanzando los cerros del entorno de Vega y dirigiéndose hacia la localidad de Ocero y la zona del cementerio de Vega en otra de las vertientes.
El llamas se hicieron mucho más llamativas a la caída de la noche, ya que se apreciaban desde localidades de todo el entorno, como Ocero, Fontoria o Cabañas Raras, entre otras, donde vecinos y visitantes que celebraban fiestas patronales en los citados pueblos no dejaron de estar pendientes del avance de las llamas que devoraban pinares y zonas de matorral a velocidad de vértigo.





Fotografías: Miguel Yuma/D. Martínez