La mayoría de miradas se van a los incendios de Yeres, Llamas de Cabrera, Paradiña o Molezuelas de la Carballeda, que alcanzaron nivel 2 de peligrosidad, pero la situación del pueblo de Anllares del Sil, perteneciente al municipio de Páramo del Sil, también es muy delicada por las llamas de fuego que se dirigen a él.
La alcaldesa Alicia García lanza un grito de auxilio ante el desamparo que sienten los vecinos, que han visto cómo ningún medio acudió al pueblo desde el viernes hasta el lunes por la noche mientras las llamas se acercaban y destrozaban la captación de agua. De hecho, el Ayuntamiento de Páramo ha tenido que pedir ayuda a Toreno, que enviará próximamente un camión para abastecer al pueblo, y a Vega de Espinareda y Fabero, que están prestando tractores con cubas para abastecer a los camiones autobomba y ayudar en las labores de extinción.
La captación ha sido destruida y los vecinos están sin agua. El Ayuntamiento ha tenido que pedir ayuda a Toreno, que enviará un camión para abastecer al pueblo
Los vecinos del municipio están "enfadados, tristes, inquietos y muy preocupados", explica García, porque sienten que se les ha abandonado a su suerte: "Me llaman y me dicen, 'Ali', ¿está ya ahí el fuego? Han visto cómo hemos estado totalmente abandonados desde el viernes hasta el lunes a última hora y creen que ahora puede llegar el incendio y nadie vendría a ayudarnos. La población está muy preocupada", lamenta.
"El personal está desesperado, quieren trabajar pero no pueden porque faltan medios y agua. Estamos en estas porque desde que se desató el incendio aquí no vino nadie"
Con nivel 1 de peligrosidad en estos momentos, tres motobombas, dos bulldozer, dos helicópteros y dos hidroaviones han llegado a Anllares después de estas jornadas de abandono para afrontar las próximas horas, que serán claves: "Hay menos temperatura y todavía el viento no está siendo demasiado elevado. Van a hacer un ataque para que los medios de tierra puedan rematar el trabajo. Veremos cómo evoluciona el día y si sale bien el plan de subir el agua para que las motobombas puedan ser más eficientes", explica.
No obstante, admite que el personal también está desesperado: "Quieren trabajar pero en ocasiones no pueden porque faltan medios y falta agua. Ayer me comentaban los compañeros de la BRIF de Lubia que por dos autobombas, por dos cargas de agua, nos quedamos a las puertas de atajar el frente en el que están trabajando. Estaban haciendo un trabajo muy bueno pero no pudieron culminarlo y perdieron todo el trabajo hecho. Nos estamos viendo en estas porque desde que se desató el incendio aquí no vino nadie", insiste.
"Habrá que ver de qué técnico fue la decisión de no mandar aquí a nadie. Que nos digan por qué decidieron no enviar medios de extinción"
En este sentido, mientras todas sus miradas están centradas en sofocar este fuego, Alicia García también apunta que una vez se logre será turno de depurar responsabilidades: "Habrá que ver de qué técnico fue la decisión de no mandar aquí a nadie. Que nos digan por qué decidieron no enviar medios de extinción y por qué no evaluaron ningún riesgo", dice, a la vez que añade que "habrá que reponer todas las infraestructuras que se han perdido, como la captación de agua de Anllares".
El casco urbano está en parte protegido por una cantera de pizarra, aunque la dirección del viento "no es la ideal"
Por su parte, el pedáneo de Anllares del Sil, Borja Martínez, pide "mucha calma a todos el mundo" mientras el operativo de lucha contra el fuego intenta atajar el fuego. "Son profesionales como la copa de un pino", subraya sobre los miembros del dispositivo después de lamentar que la asistencia llegase tan tarde, lo que provocó que fueran los vecinos, colaborando con la Junta Vecinal y el Ayuntamiento, "los que estuvieron atendiendo el fuego". "Esto quizá era evitable", comenta.
Lejos de considerar que la situación de peligro disminuye, aunque reconoce que el casco urbano está en parte protegido por una cantera de pizarra, comentó que la dirección del viento "no es la ideal y el problema es que el fuego y el aire no son muy buenos amigos". Por eso, resume la situación como "complicada" y explica que la tensión se mantiene a la espera de la acción de las previsibles rachas de las próximas horas.