Los indicadores se posicionan en la alerta con un porcentaje de volumen de agua entre un 40 y un 65% por debajo de la media, "por debajo del 40% entraríamos en nivel de emergencia", apunta Marín. El problema, advierte que no está en el agua embalsada en sí, aunque hay un 44,5% de agua en los embalses "el año pasado estábamos en 61% (la media era de 57%). Estamos 13 puntos por debajo de la media", dice Marín.
Pese a haberse establecido la alerta por sequía, asegura el presidente que "el abastecimiento a las poblaciones sigue garantizada y se mantienen los caudales ecológicos", aunque, un segundo paso será no mantenerlos "pero nuestro objetivo no es solo proteger a la población, sino también el ecosistema", dice.
Sí se harán restricciones apunta, sobre todo en la parte más dañada por la sequía, la parte del alto Sil.
En el canal bajo del Bierzo se reduce a un tercio las dotaciones solicitadas para regadío con el fin de mantener el agua en los embalses para garantizar los usos prioritarios, por lo menos hasta finales de año, dice Marín. Además se controlará el riego en jardines y se disminuirá la presión nocturna.
Una tesis universitaria pide protección ante una rotura de la presa de Bárcena
La tesis que defendió Laura Tascón sobre el ‘Análisis metodológico para la estimación de la vulnerabilidad por inundaciones’ con el ejemplo en Ponferrada y que obtuvo una calificación de sobresaliente, advierte de las posibilidades de que se produzca una rotura en la presa de Bárcena y habla de la necesidad de tomar medidas de prevención. ascón apunta que hay «una gran fragilidad de la zona y por tanto una alta vulnerabilidad de la misma frente a un fenómeno de esta envergadura que hace necesario el desarrollo de una serie de medidas de prevención».
La tesis, que fue dirigida por los profesores Montserrat Ferrer y Eduardo García, establece un nuevo concepto de vulnerabilidad adaptado a las circunstancias actuales en las que existe un amplio desarrollo de estrategias y tecnologías que permiten aumentar la resiliencia de la población.
Tascón explica que dicho concepto «sirve de base para el desarrollo de un método aplicable universalmente en distintos escenarios que permite, también por primera vez, tanto a nivel nacional como internacional la cuantificación de la vulnerabilidad por inundaciones a nivel de parcela para un núcleo de población mayor de 40.000 habitantes».