El presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Olegario Ramón; la consejera comarcal de Formación y Empleo, Laura Fernández; el concejal de Acción Rural de Carracedelo, Daniel Morán; y el gerente de Alimentos de Calidad del Bierzo, Pablo Linares, presentaron el programa ‘Agromentoring’ en la finca de Villadepalos del Banco de Tierras. Allí, cinco emprendedores se preparan para dedicarse profesionalmente al sector hortícola.
Durante cinco meses, estas personas —tres mujeres y dos hombres de entre 28 y 58 años— trabajarán con contratos de media jornada en una formación práctica financiada por el Instituto para la Transición Justa con 148.000 euros, a los que se suman los aportados por el Consejo Comarcal, elevando la inversión total a 172.000 euros.
El objetivo del programa es que estos nuevos profesionales se integren en la cooperativa Huertas del Sil, especializada en productos de kilómetro cero y surgida al abrigo del Banco de Tierras. Muchos de los participantes no tienen experiencia previa en el ámbito agroalimentario, pero se acercan al sector con vocación de futuro.
Además, el programa incluye una segunda línea formativa: la denominada “Gastroescuela”, orientada a la restauración y la atención en sala. Esta formación constará de 230 horas y se impartirá en Molinaseca, con transporte gratuito para los participantes. Las inscripciones están abiertas desde el 7 de julio hasta el 31 de agosto, con inicio previsto en septiembre, según explicó la consejera Laura Fernández.
Pablo Linares, en representación de Alimentos de Calidad del Bierzo, y Daniel Morán, concejal de Carracedelo, coincidieron en subrayar la importancia de fomentar la horticultura como "un nicho de mercado con necesidad de producto", además de considerarlo "una puerta de entrada al sector agrario".
Por su parte, el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón, destacó que iniciativas como esta buscan "favorecer el relevo generacional, garantizar la seguridad alimentaria, fomentar la agricultura sostenible y propiciar el crecimiento del sector agroalimentario en la comarca".
Una de las participantes, Cristina Hernández, explicó que no proviene del mundo agrícola, pero siente el impulso de incorporarse a él "por la inquietud de comer lo que produzco, de forma respetuosa y sostenible", dijo.
Los alumnos trabajan en la huerta del Banco de Tierras, que no tenía producción pero, a lo largo de estos meses, también lo harán en otras gestionadas para particulares para aprender de ellos, dijo Linares.