Segundo sábado de agosto, día 10. Cinco en punto de la tarde, las cinco en punto. Con más de 30 grados de calor.
Al son de la gaita y el tamboril salimos en entusiasta comitiva de Busmayor hacia el Hayedo.
Una nube nos da cierta tregua hasta llegar al inicio del sendero, donde por fin empezamos a sentir el frescor del hayedo.
Al pronto oímos el sonido fresco de la primera cascada, lo acompaña el aire entrañable de la gaita y el repicar del tambor.
Continuamos. Más cascadas, puentes, helechos, algún roble y hayas y más hayas. El anfiteatro natural para oír los versos ya está más cerca.
Ya en torno a la Piedra de los Poetas, con el regato de agua fresca corriendo, sobre 100 personas nos disponemos en círculo, cual ritual, para escuchar los versos, tras la introducción de la música de David y Pepo.
Por turnos escuchamos a Ángeles Fernán Gómez, Juan María G. Campal, Alicia López Martínez, Jesús Viñuela y Remedios Álvarez, (echamos de menos a Laly del Blanco).
Después, micrófono abierto para escuchar poemas de Miguel Hernández, Carmen Busmayor, Antonio González Guerrero, y por último una 'alegría infantil' de Gloria Fuertes.

Un centenar de personas acudió a la cita con la poesía

Foto de los escritores alrededor de la Piedra de los Poetas

Juan María G. Campal durante su intervención

Un momento durante una de las lecturas en el hayedo

Placa de Carmen Busmayor

Señal que indica la ruta a seguir por el hayedo

Una de las cascadas de Busmayor

Vistas de la ruta por el Hayedo de Busmayor