Cáritas Diocesana de Astorga presentó, en su asamblea anual, la elaboración de un Plan estratégico que definirá las líneas de actuación de la entidad en el futuro. Para guiar los pasos de la elaboración del Plan estratégico, Cáritas Diocesana de Astorga cuenta con el asesoramiento de Guillermo Fernández Maíllo, que ha ayudado a otras Cáritas de España en esta misma tarea, y que el sábado estuvo en Astorga para informar del proceso y animar a todos los agentes de Cáritas, desde técnicos hasta voluntarios, socios y amigos de la entidad, a colaborar en este Plan. Fernández Maíllo, que ha trabajado durante más de 35 años en ámbitos de exclusión, es sociólogo y trabajador social, y responsable de Formación en Cáritas española. Destacó que el Plan estratégico sirve “para preguntarnos hacia dónde queremos ir, qué queremos hacer, qué medios queremos poner a disposición y cómo queremos mostrarnos ante la sociedad sobre el papel que Cáritas puede desempeñar en el futuro dentro de nuestro territorio”.
Esto supone que todo el voluntariado y los técnicos de Cáritas se van a poner a pensar cuáles serán las principales acciones de futuro. Pero también se va a invitar a la sociedad a que participe en el mismo “porque nos sentimos corresponsables de cuál es el desarrollo social del conjunto de la Diócesis, de sus ciudades y pueblos”. El Plan se elaborará en el plazo de un año y tendrá un periodo de ejecución de cuatro más.
Además, la organización reconoció la labor de Julio Mourelo, que se jubila tras haber estado décadas vinculado a Cáritas en la localidad ourensana de O Barco de Valdeorras. Mourelo seguirá vinculado a esta organización aunque ya no sea desde una primera línea. El homenajeado destacó que Cáritas trabaja en equipo y animó a todos los que puedan a colaborar en la medida de sus necesidades para poder ayudar a los demás desde esta entidad.