El joven guitarrista Marcos Arregui invitará este sábado 17 a las 19:30 horas en La Térmica Cultural a un recorrido emocional en su recital ‘Paisaje sonoro’. Arregui estudió el grado profesional en el Conservatorio Cristóbal Halffter de Ponferrada y actualmente cursa los estudios superiores de educación musical y guitarra clásica en el Conservatorio Manuel Castillo de Sevilla. En su recital ‘Paisaje sonoro’, Arregui invita a viajar desde el sentimiento doliente del laúd de Dowland hasta la visión nacionalista de una herencia común de Albéniz, pasando por Scarlatti y sus reminiscencias del clavicémbalo a través de su traslación a la guitarra.
-Empecemos por el principio. ¿Cuándo le nació la pasión por la música?
-Realmente, empezó como un ‘hobby’. Yo era pequeño y quería hacer algo por las tardes, por lo que mis padres me metieron en la música. Al principio tuve un gran debate moral para elegir instrumento, hasta que me decidí por la guitarra. Eso sí, era más de eléctrica que de clásica. Ahí fue cuando mi profesor de toda la vida me metió en el mundo clásico y me empezó a alucinar. Esto, unido a que ya estaba echando un número considerable de horas al día con la música, decidí seguir adelante con ello porque me llena y se me da bien. Puede que sea mi trabajo en el futuro.
-¿Fue difícil decidir que quiere dedicarse a la música de modo profesional?
-No, porque esa decisión la tomé a corto plazo. Consideré que no tenía que pensar mucho en el futuro porque es algo que condiciona el día a día. Eso sí, es algo que disfruto a diario y me da igual echarle las horas que sean.
-Es ponferradino pero se fue a estudiar a Sevilla, a la otra punta de España. ¿Fue duro ese momento de dejar atrás su tierra para perseguir lo que realmente tenía entre ceja y ceja?
-No porque ya sabía que el mundo de la música funciona así. Conocí a mi profesor actual, Antonio Duro, y me encantó. Fue por eso por lo que fui a Sevilla. Echo de menos frecuentemente a mi tierra, pero no me costó alejarme.
-En el ámbito de la música, ¿ve al Bierzo como una región que posibilita el desarrollo profesional en ella?
-Sinceramente, lo que hago yo, que es guitarra clásica, es muy difícil desarrollarlo aquí porque hay muy poca gente que sepa realmente sobre ello, con conocimientos profundos. Me he dado cuenta al irme fuera y ver la cultura que hay. Digamos que en el Bierzo no existe esa cultura en el ámbito musical.
-Una pregunta fácil en apariencia pero difícil en el fondo: ¿Qué significa la música en su vida?
-Depende del día, te podría decir (ríe). Es un reto diario. Me recuerda un poco a dibujar. Ves que poco a poco vas haciendo líneas hasta que algo se dibuja desde la lejanía. La música, para mí, es un trabajo muy de hormiga, de granito a granito, hasta que creas algo. Eso es realmente bonito pero difícil en ciertos momentos. Ahora, si me preguntas qué significa realmente para mí, realmente no sabría qué decirte.
-Ya le decía que era complicada...
-Lo es (ríe). Digamos que supone buscar la unión de todas las artes en ella. Cuando yo toco una obra, me ayuda a adentrarme en ese estilo musical pero también en la corriente artística que lo engloba. Me acerca a la pintura o a la poesía, con relaciones entre las artes.
-Vayamos a su obra. ¿Qué van a encontrar los asistentes en ‘Paisaje Sonoro’?
-Es una manera didáctica de acercarse a la música culta, de la que a veces no se tiene conocimiento. Lo enfoco desde una perspectiva sensitiva e, incluso, me gustaría que se pudiera crear algo visual del sonido. Es algo que me parece muy interesante y que yo hago cuando tengo que tocar.
-Entiendo que también guarda un gran factor emocional. ¿Qué sensaciones espera que provoque en el público?
-Sí, por supuesto que lo tiene. Intentaré que cada estilo musical les permita guardarse algo, que signifique un viaje experimental, que el sonido evoque emociones diferentes.
-Y hablando de emociones, ¿qué provoca en su interior esta representación?
-Esta pregunta también es difícil (ríe). He vivido ciertos momentos de tocar de una manera óptima que no volveré a repetir, y en ellos es cuando menos pasa por mi cabeza. Simplemente, es como si yo estuviera desde fuera escuchándome.
-Tocar en Ponferrada, Su lugar de nacimiento, entiendo que supone un momento muy especial para usted...
-Por supuesto. Ya sólo por mis recuerdos aquí. Estuve hace poco hablando con mi profesor de toda la vida y le decía que yo le cogía el puesto.
-¿Qué metas se marca en el mundo de la música?
-Intento disfrutar de cada momento sin pensar mucho en lo que viene. Me gustaría intentar tener una etapa artística y luego compaginarla con la enseñanza, pero al final eso se va mirando y hablando con el tiempo.
"Buscaré que mi obra genere un viaje experimental en los demás"
Entrevista a Marcos Arregui Ramos, joven guitarrista de Ponferrada
16/06/2023
Actualizado a
16/06/2023

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