La Asociación Berciana de Agricultores (ABA) pide a las administraciones —especialmente a la Junta de Castilla y León— “empatía” con las singularidades del campo berciano a la hora de impulsar su desarrollo, teniendo en cuenta que se trata de un sector clave para la economía del Bierzo.
El presidente de ABA, Daniel Franco, espera que estas peticiones se tengan en cuenta de cara a 2026, tras cerrar un año que ha sido “muy aceptable”, a pesar de comenzar con una climatología adversa durante la floración y un verano marcado por la amenaza constante de tormentas.
“Finalmente ha sido un año en el cual los kilos entregados en las cooperativas han sumado una producción agrícola muy aceptable. Otra cosa es cómo se vaya vendiendo a lo largo del año, que eso ya se verá. Las cooperativas del Bierzo tienen su fruta en las cámaras y ahora mismo deben tener vendido alrededor del 30 % de la producción”, explica Franco.

La segunda batalla será el precio de venta de los productos agrícolas, ya que en muchas ocasiones apenas sirve para cubrir los costes de producción. “Los costes de producción han subido exponencialmente en los últimos años y los precios al agricultor no”, señala. “Es verdad que en los últimos dos o tres años el precio de la fruta no ha estado mal y nos ha permitido realizar inversiones en las parcelas, pero aún es bajo. No puede ser que si al agricultor le pagan uno, al consumidor le cueste tres. Esa diferencia de precios es exagerada y tenemos que seguir luchando por precios justos que nos permitan seguir adelante”, añade.
Franco insiste en que tanto la Junta de Castilla y León como el resto de administraciones públicas deben tener en cuenta, de una vez por todas, la singularidad del campo berciano y sus necesidades específicas a la hora de plantear ayudas al sector agrario o planes de inversión.
“Que se dejen de pamplinas. Ya sabemos que un agricultor puede pedir un plan de mejora, abrir un expediente de incorporación y solicitar torres antihelada, sistemas antigranizo y otras mejoras. Pero lo que pedimos es empatía y que se conozca realmente cómo está El Bierzo y cuál es el sector que sostiene la economía berciana”, afirma Franco, quien reclama ayudas directas o planes que realmente reviertan en el territorio. “Son ayudas que se quedan aquí. En otros sectores ha habido ayudas que al final no se han quedado en la comarca”, concluye.
El presidente de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA) pone como ejemplo de lo que se ha hecho mal las subvenciones para torres antiheladas, que, aunque se han mejorado, siguen siendo insuficientes. Por eso cree que las administraciones “deben dar una vuelta a lo que les decimos”, porque “el berciano nunca se quiere ir del Bierzo y no entienden que es un territorio diferente, que tenemos sellos de calidad porque somos productores de calidad, no de cantidad”.
Daniel Franco también se felicita porque hay muchos jóvenes que quieren incorporarse al campo y hace un llamamiento para que sean más. “Que le quiten ese miedo al trabajo del campo, que no es más duro que otro”, afirma.
Ahora ABA espera que 2026 traiga cosas buenas, empezando por una climatología favorable que permita sacar adelante, de nuevo, una buena cosecha en el Bierzo.
También se espera el final de la modernización del regadío del Canal Bajo del Bierzo, una actuación que “nos hará ser más eficientes, más competitivos y poder competir mejor con otras zonas agrícolas del país”.
Otro de los hitos clave para el sector agrario berciano, que podría llegar en los primeros meses del año, es la Denominación de Origen de la Pera Conferencia del Bierzo, que contribuirá a mejorar la competitividad y el valor del producto local.
Por último, Franco reclama que se tengan en cuenta las protestas de agricultores en Europa y advierte de que el acuerdo con Mercosur “no es tan bueno como nos quieren hacer ver”.
“Pedimos que confíen en los agricultores del Bierzo y que nos echen una mano. Si no creen en nosotros, por lo menos que no nos molesten”, concluye.