La sentencia considera que «no se ajusta a derecho» aquella decisión que impidió que Vázquez pudiera desempeñar su tarea en el Aula de interpretación de los canales romanos durante seis meses. Reconoce Vázquez que durante los 20 días que realizó ese trabajo, mientras se dilucidaba la incompatibilidad «sufrí una persecución política» del actual regidor, Julio Arias, que llegó a ordenar que se cambiara la cerradura de la puerta del Aula para que la concejala no pudiera acceder a su puesto de trabajo «ha sido algo indignante», apunta Vázquez.
Reconoce la concejala que la Junta escogió su curriculum para cubrir ese puesto porque tiene la titulación correspondiente y ha trabajado en ese puesto antes, aunque ahora llevaba seis años en paro. Vázquez está sobre todo dolida con la actitud del alcalde al considerar públicamente que «moralmente» ella no debía acceder a esa oferta laboral. La concejala le acusa de haber «buscado venganza» haciéndola elegir entre su puesto político y el laboral «lo que pretendía es que dejara la política, algo que no he hecho».
El siguiente paso a esta sentencia será la petición del cobro de una indemnización por los daños causados. Vázquez reconoce que no es una cuestión económica, pero sí pide al regidor que se disculpe públicamente por las declaraciones que hizo sobre ella y que pague, con su patrimonio, al igual que los otros cuatro concejales que votaron a favor de la incompatibilidad en el pleno de agosto pasado, los daños que a ella le ha hecho esta decisión «no solo el sueldo que dejé de percibir, sino también las cotizaciones y el daño moral que se me ha hecho».
La subvención que costeaba ese puesto de trabajo era de 10.000 euros, de los que Vázquez cobró 20 días.