El Grupo de Amigos del Camino Olvidado en el Bierzo Alto prepara la celebración de su tercer encuentro de "trabajo en el Camino". Una jornada que se va a desarrollar en Quintana de Fuseros, en el municipio de Igüeña, el 31 de mayo.
Desde su fundación en 2016, este grupo, compuesto por vecinos de los pueblos que atraviesa el Camino en el Bierzo Alto, se ha dedicado a la difusión, señalización y provisión de recursos para la revitalización de esta ruta. Con el reciente aumento en el número de peregrinos, el grupo busca continuar su labor, asegurando que el camino esté bien señalizado y dotado de alojamientos y otros recursos para garantizar una experiencia óptima para los peregrinos.
Miguel López Segura, portavoz de la agrupación reconoce que en estos tres años de trabajo del grupo, el Camino Olvidado ha mejorado pero "evoluciona lentamente". La idea es "implicar a los hosteleros o a quien tenga un negocio", para que sea una ruta atractiva, con servicios "y que haya interés y se difunda más", manifiesta. Por ahora es más potencial lo que tiene que un paso fluido de peregrinos, muy lejos de los que mueve el Camino Francés, pero ya se nota que se incrementa el interés de los caminantes por hacerlo "no tenemos unas cifras concretas, pero sabemos que el boca a boca ha funcionado, sobre todo". Eso ha hecho que el perfil del peregrino que busca este Camino sea el de un caminante tranquilo, "que busca más el contacto con la naturaleza". Llegan "de todos lados", incluso de fuera de España. Holandeses, ingleses, asiáticos, han recalado en esta ruta, normalmente con edades entre los 40 y 50 años y muchos especializados en sectores que tienen que ver con la botánica o la geología "ha pasado un peregrino que recopilaba las flores del Camino", dice Segura. Es un trazado para aquellos "que quieren caminar con otra idea".
Y son los propios peregrinos los que van apuntándole a la agrupación las necesidades que ven por la ruta y que tienen que ver, sobre todo, con la falta de servicios. Segura pone como ejemplo el comentario de un peregrino que decía que en Fasgar no había podido usar el albergue porque nadie lo atendía "es la pescadilla que se muerde la cola, si no hay caminantes no hay servicios y al revés". En Quintana de Fuseros, de donde es Segura, aunque viva en Madrid, se pedía que el bar abriera antes "un peregrino dijo que desde Palencia hasta aquí no había encontrado ninguno que abriera antes de las 11 de la mañana", expone.
Además, en las pequeñas zonas rurales es difícil que algún emprendedor coja las riendas y decida abrir un bar o un restaurante "porque pagan los mismos impuestos que si estuvieran en una ciudad, no hay sensibilidad para facilitarles las cosas, que paguen menos impuestos o lo que sea", dice Segura. Y es que, apunta que los ayuntamientos por los que pasa el camino no se suelen implicar con él "algunos algo, otros lo ignoran", lamenta "no le ven el potencial porque se trata de un crecimiento lento y prefieren industrias o proyectos más rápidos". Pero Segura mantiene que el paso del Camino también permite ese crecimiento "más lento pero más sano", que incluso serviría para fijar población. Lamenta que el potencial de estas zonas y de caminarlas se vea desde fuera, como le pasa a él, que cada fin de semana deja Madrid para regresar a Quintana a respirar "son zonas de paz y lo van a seguir siendo porque a corto plazo no habrá problemas de que el Camino se masifique".
La agrupación tiene en su lista las necesidades que ve en el Camino y pasan por la señalítica. Segura pide que se realice de una manera homogénea, para identificar la ruta, y desde Bilbao, desde donde sale hasta juntarse en Villafranca con el Camino Francés hermano. "Que se vertebre en todos los sitios por los que pasa", abunda "porque hay zonas en las que está peor. En el Bierzo Alto el Camino Olvidado está más organizado y queremos que sea ejemplo para zonas como Palencia o Burgos donde no lo está. En algunas zonas parece que ni existe". Considera que, de esa manera, habría una estructura más integrada y completa para tomar decisiones que afectan a todo el trazado. Y, es que, sin esa coordinación y preocupación la ruta puede llegar a ser hasta peligrosa, como ha pasado, con algún accidente porque el camino no estaba en condiciones de paso "y no se señalizaron alternativas", reprocha.
Además de la colocación de la señalítica, solicitan que se mantenga. Son las peticiones que pondrán sobre la mesa en el encuentro anual que va itinerando por cada población por la que pasa el Camino en el Bierzo Alto.
Del lado positivo, en la parte virtual, el Camino Olvidado ha trabajado muy bien con una APP en la que se marcan todas sus etapas y los establecimientos integrados con los servicios asociados a aportar. "En ese sentido, está funcionando muy bien", dice Segura.
El evento es de carácter público y abierto. Están invitados alcaldes, pedáneos, propietarios de albergues, bares y alojamientos rurales y cualquier persona interesada en participar y promover este camino alternativo a Santiago en el Bierzo Alto.
La jornada comenzará a las 11,00 horas con una visita guiada por el pueblo. Después habrá una comida comunitaria y, a las 16:30 horas, comenzará la reunión de trabajo, donde se coordinarán las acciones futuras y se buscarán nuevos recursos y objetivos.
