Lejos del carnaval hay unas fechas y un lugar donde la tradición y las máscaras tienen una cita cargada de sabor añejo:El Festival Internacional Máscara Ibérica de Lisboa, que se celebró el pasado fin de semana y celebraba una edición redonda, la X. Reunió allí casi 50 grupos, cerca de 700 danzantes y músicos, llegados desde diversos puntos de Portugal, Italia (Cerdeña)y España, con la presencia más numerosa y grupos de Asturias, Cantabria, Zamora, Salamanca, Jaén, Cáceres, varios grupos gallegos y los 70 integrantes de la expedición leonesa de la Asociación Toros y Guirrios de Velilla de la Reina acompañados por dos grupos, de Carrizo de la Ribera y Cimanes del Tejar. El grupo de Velilla acudió a Lisboa por octavo año consecutivo, por lo que se han convertido en uno de los más clásicos de la cita, a la que acuden desde la tercera edición y es que "la tradición, espectacularidad y el buen hacer de los integrantes desfilando por las calles hacen que vuelvan a ser reclamados".
- Y vamos encantados porque aquello es una gran fiesta de las máscaras, es una pasada, las hay de todas las facturas y los portugueses hay que reconocer que lo hacen muy bien;señala Olegario Ferrero, uno de los integrantes de la expedición, quien explica que "los desfiles en sí mismos son el núcleo central de la fiesta, pero sin olvidar la presencia de la música y, sobre todo, del mercado tradicional que se monta, con puestos de la mayoría de los lugares que participan, había varios de Asturias, de Zamora, de Cáceres... de León".
El desfile recorre las calles más importantes de Lisboa, sale de la plaza del Municipio y culmina en la Plaza del Rosio, donde está el mercado.La expedición que más les llamó la atención fue la de Miranda do Douro, la "región hermana" de León que habla un idioma similar, el mirandés, en el que cantaban sus canciones y el grupo que lo hacía, Galandum Galundaina, llevaba instrumentos tan cercanos como la zanfoña y el rabel.
- Claro que vamos a volver, es como la meca de las máscaras, y eso que va gente que ya anda por los ochenta;dicen convencidos los expedicionarios.