Dos ‘osos’ esperan al final de la nueva ruta infantil en Riaño
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Dos ‘osos’ esperan al final de la nueva ruta infantil en Riaño
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Se llaman Cierzo y Cueto y hay que caminar 3 kilómetros para encontrarlos
El Ayuntamiento de Riaño ha inaugurado una nueva ruta pensada especialmente para los más pequeños: la ‘Ruta de los Osines’, en colaboración con la Junta Vecinal-Concejo de Riaño. Los osines Cierzo y Cueto esperan al final de la ruta, sentados sobre dos grandes piedras calizas.

La caminata, de tres kilómetros de longitud, arranca desde la carretera nacional N-625, al otro extremo del viaducto de Riaño, y comparte una parte del recorrido con la Ruta a la Cueva de la Vieja del Monte. Llegados a una bifurcación, a 1,5 kilómetros desde el inicio, esta ruta continúa por el camino que sigue a la derecha, tal y como se indica en la señal que encontrarán los senderistas.
El sendero se adentra en el Hayedo de las Viescas y las antiguas minas de arsénico, que se explotaron en la década de los años 50 del siglo pasado. Un panel informativo junto al lavadero y la torre, informan de lo que allí hubo.
El final del camino tiene un mirador natural, con vistas al embalse, al estrecho de Bachende y al Pico Yordas. Unas carabiellas –lechuzas en castellano–, observan a los visitantes durante el camino. ¡Prueba a descubrirlas!

La caminata, de tres kilómetros de longitud, arranca desde la carretera nacional N-625, al otro extremo del viaducto de Riaño, y comparte una parte del recorrido con la Ruta a la Cueva de la Vieja del Monte. Llegados a una bifurcación, a 1,5 kilómetros desde el inicio, esta ruta continúa por el camino que sigue a la derecha, tal y como se indica en la señal que encontrarán los senderistas.
El sendero se adentra en el Hayedo de las Viescas y las antiguas minas de arsénico, que se explotaron en la década de los años 50 del siglo pasado. Un panel informativo junto al lavadero y la torre, informan de lo que allí hubo.
El final del camino tiene un mirador natural, con vistas al embalse, al estrecho de Bachende y al Pico Yordas. Unas carabiellas –lechuzas en castellano–, observan a los visitantes durante el camino. ¡Prueba a descubrirlas!
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