Dos hermanos, Fornela y el bambú, la fórmula del emprendimiento berciano

Javier y Aitor Ramón son los padres de la firma Livegens que inicia su andadura con la venta de productos ecológicos y un marcado fin ambiental sembrado en casa

Mar Iglesias
25/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Javier y Aitor, los dos emprendedores de Fornela que se han unido en Livegens.
Javier y Aitor, los dos emprendedores de Fornela que se han unido en Livegens.
Dos fornelos y una idea clara, unir la necesidad e inquietud ambiental con la empresa. Esa ha sido la fórmula que encontraron Javier Ramón y su hermano Aitor para emprenderdesde el bambú «el árbol más sostenible del planeta», dicen, que utilizan para la confección de complementos ecológicos. Livegens se denomina su proyecto de venta de gafas de bambú, relojes de ese material, mochilas con material textil biodegradable y gorras de corcho a través de internet (https://www.livegens.com). Toda una revolución en el mundo de los materiales de confección con el espíritu ambiental que buscaban de inicio.

Los productos llevan el apellido ‘ecofriendly’ y son 100% respetuosos con el medio ambiente y libres de plásticos. Pero además abren puertas a un segundo escalón, promover iniciativas desde las que concienciar de la importancia del medio ambiente y sus cuidados, como limpiezas de ríos, de plásticos, favorecer la reforestación. Y el primer paso es una nueva idea, regalar una semilla de un árbol de bambú con cada venta que realizan. Además, Livegens dona 1 euro a la labor social de la empresa para cuidados ambientales en cada una de esas ventas.

La inquietud ambiental les viene desde la cuna, explica Javier «de varias generaciones de guardas forestales, brigadistas en la prevención de incendios, o familiares que han luchado por un desarrollo sostenible en el Bierzo a través de las instituciones» Pero el proyecto de Livegens también es un reflejo de susvivencias de los últimos años como emprendedor y viajero «que me han permitido ver mundo, conocer a gente muy interesante, y enamorarme de la naturaleza». Y es que su primer proyecto tuvo que ver con la organización de viajes. «Todas las experiencias acumuladas han tenido un peso importante a la hora de apostar por un emprendimiento verde y social, pero creo que mi última aventura en Cuba me marcó definitivamente».

Tras tres meses en la isla gracias auna beca como doctorando en Turismo y Comunicación «cambió mi forma de ver la vida. Ya no solo por su riqueza natural y paisajística, que es inmensa, sino por el factor humano que descubrí allí. Los cubanos tienen una gran capacidad innata para reinventarse y salir adelante, además de una marcada vena artística que llevan en la sangre. Pero lo que más me llamó la atención es que, a pesar de las dificultades, afrontan la vida con optimismo, sienten un gran apego a la familia, y siempre están dispuestos ayudar».Eso es lo que quiso trasladar a su nuevo proyecto, dice, de la mano del bambú. «Cuanto más leemos sobre el bambú, más nos gusta y sorprende. Necesita tiempo para echar raíces, pero una vez que lo consigue puede llegar a crecer un metro en un solo día, por lo que está considerado un prodigio de la naturaleza. En la sociedad actual, tan contaminada por plásticos y productos industriales, es necesario recuperar lo artesanal», dice.

Considera que trasladar el ecologismo a la moda es especialmente atractivo en tiempos en los que la apuesta es la rebaja de la contaminación. «Pero además, la evolución del bambú es un paralelismo de nuestra propia vida, puesto que representa una metáfora del desarrollo personal del ser humano».Con el bambú entre manos, Javier y Aitor se remangaron «todos los diseños son nuestros, y además estamos implicados directamente en el proceso de producción artesanal de los productos. Nuestro objetivo es apostar por una moda mucho más sostenible, basada en materiales naturales y de alta calidad. Un proyecto verde por un mundo mejor, ligado a una labor social para preservar el medioambiente».

Ya han puesto a la venta su línea de relojesy pronto llegarán las gorras y uno de los sitios para conseguirlos es el Albergue Valle de Fornela, haciendo un guiño a las raíces.Su intención es conquistar, sobre todo a los más jóvenes «a los que esperamos concienciar en el cuidado del entorno natural».Aitor y Javier vienen de dos mundos distintos y de dos lugares de residencia también alejados. Aitor estudió Administración y Dirección de Empresas, y procede del sector bancario y de las telecomunicaciones.

Javier estudióTurismo y Comunicación Audiovisual, y emprendió un proyecto propio llamado Viajeros Low Cost. Él vive en Coruña y su hermano en Madrid, pero se encuentran en Ponferrada y en su inquietud por la moda y el medioambiente «pero si a una tierra le tenemos especial cariño es al Valle de Fornela. La tierra de nuestros padres y toda nuestra familia». Ahí enfocan el proyecto, en el que se implica incluso su madre «que nos ayuda con los envíos y es nuestra mejor asesora».

Proyectos sociales


Su proyecto empresarial se une al ambiental con la propuesta de organizar limpiezas de ríos, la primera, en los arenales de Coruña y su entorno, «pero, a lo largo del verano, trabajaremos para desarrollar otros proyectos ambientales en el Bierzo, especialmente en las montañas del Valle de Fornela, para lo que esperamos hablar con la Reserva de la Biosfera de los Ancares, y otras entidades medioambientales de la zona».
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