Dos hayedos para dos arroyos

Un ruta excepcional para el otoño recorriendo dos hayedos bajo la atenta mirada del Susarón

Vicente García
28/10/2022
 Actualizado a 28/10/2022
Vistas desde el alto con el Susarón en primer término. | VICENTE GARCÍA
Vistas desde el alto con el Susarón en primer término. | VICENTE GARCÍA
Las rutas a través de los hayedos son excelentes en época otoñal y en la zona de Puebla de Lillo abundan las hayas sobre todo en las laderas norte de las montañas, aunque también en muchos lugares se pueden encontrar en las que dan al sur, que son las menos.

Por ello en esta zona hay muchas rutas que pasan por hayedos y ya han aparecido en estas mismas páginas recorridos como la Cervatina, el Celorno o la Guaría de Cofiñal. Sin embargo, aún pueden realizarse muchos más que no se encuentran en las guías. La ruta que aquí se propone no es complicada y sigue caminos en dos hayedos diferentes pertenecientes a dos arroyos distintos. El recorrido coincide en parte con el de la Cervatina, pero resulta diferente y puede completarse con la ascensión a la Sierra de la Cuerna y al Pico Mahón, mas éste no es el momento, pues el interés se centra en el aspecto otoñal de los hayedos.

El inicio se realiza en el área recreativa de Pegarúas, situada cerca de la ermita del mismo nombre que se puede visitar. Este lugar está un poco alejado de Puebla de Lillo y para llegar al mismo se debe ir hacia San Isidro por la carretera y tras la larga recta entre los prados, en la curva a la derecha se toma una pista a la izquierda, para subir por un firme que algún día estuvo asfaltado, pero ahora está en condiciones deplorables, se supone que por causa de los transportes de la mina. Luego se baja y tras el paso canadiense se llega al aparcamiento que dispone de plazas suficientes siempre que no se masifique.

Conviene informarse antes de salir acerca del estado de la ruta y para ello nada mejor que acudir a las casas del Parque en Puebla de Lillo donde amablemente darán la información.

La ruta

Comienza la ruta en el área recreativa Pegarúas, próxima a la ermita del mismo nombre, donde se puede llegar en vehículo desde Puebla de Lillo. Desde ese punto, se toma el camino de vuelta de la Cevatina, arroyo  Rebueno arriba, pasando al lado de algunas praderas y, tras un kilómetro y medio de seguir la pista, se va por el camino de la derecha siguiendo el mismo arroyo Rebueno y dejando a la izquierda el de la Támbado.

Lo que viene a continuación sigue siendo el que se ha seguido hasta ahora, aunque unos setecientos metros más tarde hay una nueva bifurcación, a la derecha sigue bajando el Rebueno y el de la izquierda es el Espino del Rebueno y por éste se va a caminar, yendo por la izquierda, que, aunque se interna en el valle, poco después da un giro a la derecha para comenzar una subida que pasa al otro valle dentro de un hermoso hayedo que asciende Rebueno arriba haciendo un largo zigzag donde, en uno de los giros abiertos al valle, se puede contemplar una panorámica excelente, con el Susarón en primer término y las peñas de Mampodre al fondo.La mayor parte de la ascensión se lleva a cabo en el interior del hayedo donde se puede apreciar en otoño el color de sus hojas y tras una larga subida se sale a campo abierto en una zona de praderas con una caseta de pastores y varias cimas detrás, hacia el noroeste. En esta vega se unen dos arroyos, uno el de la derecha es el Rebueno y otro más pequeño a la izquierda, se va a subir por de la derecha que se encuentra bajo la caliza. Hacia el Oeste se ve un camino que sube directamente la montaña, para llegar a otro que va de izquierda a derecha y en esta última dirección se sigue, bajando bruscamente  al arroyo por un sendero muy pindio, para subir, a continuación, hacia una primera collada y más tarde hacia una segunda por un camino ya menos empinado. Desde esta segunda collada ya se puede contemplar el recorrido que queda, en primer lugar unas praderas que más tarde se internan en otro hayedo para acabar en el arroyo Respina, en el valle de Iyarga.Es interesante en este punto subir a una de las cimas de caliza ya que desde ellas se puede contemplar el panorama que rodea el recorrido. Hacia atrás, al este noreste se ve el Susarón dominando los hayedos por los que se ha ascendido y las praderas, siguiendo la cuerda de este monte se encuentra la cima más elevada de la cresta, que es el monte Iyarga. Hacia el Oeste se ven cumbres del puerto de San Isidro, como el Ausente y el Cuerna, así como las minas de Respina. Al sur se puede ver  la Sierra de la Cuerna, y el pico Mahón, que puede ser un buen recorrido para otra ocasión, pues en estos momentos no resultan interesantes al encontrarse los hayedos por debajo del camino.Tras contemplar el panorama hacia los cuatro puntos cardinales, se desciende por el mismo camino hasta volver a la collada de Campomuelle y bajar por los prados de la otra ladera hasta el final de los mismos y un poco a la derecha se va a ver el inicio del camino donde hay una portilla para evitar el paso del ganado.

Comienza el segundo hayedo en continuo descenso hasta el arroyo de Respina, para luego continuar paralelos al cauce por el amplio valle de Iyarga, donde, aparte de las hayas, se pueden encontrar tejos, acebos y árboles de ribera.

A lo largo del camino se encuentra una zona rocosa donde se puede ver una cueva no demasiado profunda y más tarde se cruza el arroyo por un puente para salir a la pista que va a Villaverde de la Cuerna y que servía para las minas, que se sigue hacia la derecha bajando hacia la carretera de San Isidro con vistas excelentes a los picos de Mampodre. Al llegar a la bifurcación que enlaza con la ruta de la Cervatina se toma el camino a la derecha, se cruza el paso canadiense y el puente al lado de donde se unen los dos arroyos (Respina y Rebueno) alcanzando a continuación el área de descanso de Pegarúas donde finaliza la ruta.
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