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Don Quijote y la Transición Necrológica

22/08/2020
 Actualizado a 22/08/2020
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Y ahora llega el remate. Todo dispuesto para el broche final. La nuestra, ya de por sí maltrecha, Montaña Central de León, convertida en acerico de expolios, atropellos y tropelías va a ser objeto de una nueva y salvaje acometida.

El holding empresarial Capital Energy pretende construir dos parques eólicos: Eliano –con una potencia estimada de 54 megavatios en los términos municipales de Carrocera, la Pola de Gordón y La Robla– y Abano, más amplio, con 76,5 megavatios, integrado por 17 aerogeneradores de 4,5 megavatios cada uno que afectaría a los municipios de Cármenes, Valderugueros, Valdepielago y Matallana de Torío y cuya poligonal ocuparía una superficie aproximada de 1.472 hectáreas así como su línea de evacuación y resto de infraestructuras necesarias para su conexión a red.

La noticia se ha dado a conocer mediante la respuesta del Ministerio de Transición Ecológica a raíz de la pregunta de un senador valenciano, no porque por estas santas tierras legionenses nadie haya dicho ni pío. Y es que la trama del asunto se ha gestado en una curiosa urdimbre de secretismo y en el marco gubernamental de la Estrategia de Transición Justa que incluye un apartado específico referido a la Montaña Central León-La Robla incluido como borrador, según reza en la página web del citado Ministerio, al ser toda esta zona especialmente azotada por el cierre de la explotación minera y de la central térmica roblana. En dicha página web aparece la delimitación, caracterización y diagnóstico preliminar del Convenio de Transición Justa para la Montaña Central como borrador fechado en mayo de 2020. El proyecto que engloba nuestros dos parques eólicos fue presentado en Albacete en 2019.

Con esta iniciativa bautizada por nuestros próceres ministeriales con el salvífico sobrenombre de ‘Plan de Acción Urgente para comarcas de carbón y centrales en cierre 2019-2021’ se pretende reparar un tejido deshilachado a base de agujas remendonas que reincidirán en agujerear una tela atestada de cosidos y recosidos.

El entramado eólico supondrá más perjuicio que beneficio como han demostrado los precedentes geográficos vecinos que nos previenen contra el humo que vienen vendiendo los promotores de estos parques. Se verán resentidos sectores como el cinegético, apicultor, forestal, turístico, hostelero, todo el ocio en general, a cambio de migajas que no repercutirán en la economía local sino que irán a parar a faltriqueras ajenas a los que poco o nada les preocupan los intereses de nuestra tierra. Parece que se entrevé un horizonte montañoso crucificado de gigantes aspados y custodiados por un Ministerio que, de confirmarse las sospechas, al menos para nuestra montaña, bien podríamos llamar de Transición Necrológica. ¡Vuelve D. Quijote!
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