Deshojando la actualidad

Juanmaría G. Campal recoge en 'Cuadernos deshojados', su nueva publicación que se presenta este martes en la sala Región del ILC, una selección de artículos de opinión publicados entre los años 2007 y 2015

Joaquín Revuelta
17/10/2017
 Actualizado a 17/09/2019
El autor de ‘Cuadernos deshojados’ junto a la escultura que se encuentra a la entrada del edificio de El Albéitar. | JUAN LUIS GARCÍA
El autor de ‘Cuadernos deshojados’ junto a la escultura que se encuentra a la entrada del edificio de El Albéitar. | JUAN LUIS GARCÍA
«Releer, en la jubilosa primavera de 2017, los textos publicados por uno mismo a lo largo de ocho años (2007-2015) en los blogs personales –Cuaderno de Bocamar y Cuaderno casi diario– y, la mayoría de ellos, en varios periódicos digitales, ha sido como celebrar un Congreso extraordinario de mí mismo. Releerse es revisarse, deshojarse, de ahí estos ‘Cuadernos deshojados’», escribe el escritor y columnista de este periódico, Juanmaría G. Campal, a propósito de la publicación que este martes a las 20:00 horas se presenta en la sala Región del ILC, con la presencia del autor, que estará acompañado por el periodista y director de La Nueva Crónica, David Rubio, responsable del prólogo, y por el escritor y editor de la publicación, Manuel Martínez Valdueza (Ediciones El Criticón).

A poco más de veinticuatro horas de la presentación de su nueva criatura literaria, Campal no puede ocultar su nerviosismo. «Aunque no te lo creas estoy atacado de los nervios», reconoce este veterano escritor que esta semana es noticia no solo por la presentación de ‘Cuadernos deshojados’ sino por su participación en el II Congreso Capital del Columnismo, donde el próximo viernes intervendrá en representación de este periódico en la ponencia ‘¿En qué piensan los políticos?’, en la que compartirá mesa de debate con Cristina de la Hoz, Chapu Apaolaza y Carlos Frá.

Juanmaría G. Campal reconoce que a la hora de enfrentarse a las columnas de opinión parte de la base de que «la realidad es algo que se te impone, porque no depende de ti, y entonces a la hora de escribir sobre cualquier aspecto de ella, el que más se imponga, tienes que buscar una especie de equilibrio entre lo que el corazón palpita y el cerebro aconseja. Y después procurar expresarlo de la manera más bella posible. Pero sin ningún ánimo proselitista sino simplemente como un ciudadano que tiene la suerte de poder ejercer su derecho a la libre expresión en un medio de comunicación», reconoce Campal, cuyas primeras columnas de opinión fueron publicadas en la desaparecida La Crónica de León en el año 1997 y bajo el epígrafe ‘El tema de Lara’, donde el autor establecía una especie de conversación con su hija, que entonces tan solo tenía 12 años. «Eran como una especie de cartas en las que explicaba la realidad a mi hija», comenta este columnista atípico que siempre ha aportado una mirada propia y personal a un género que se debate entre la actualidad y la literatura. «No es algo premeditado, sino que es mi manera de expresarme por medio del lenguaje escrito», asegura este articulista que más que considerarse un poeta le gusta decir que «escribo renglones cortos» y deja que sean otros los que califiquen su obra. «Yo sé que escribo y después la calificación que la haga quien lo considere oportuno», argumenta Campal, que en lo referente a las columnas de opinión sí reconoce que tiene una cierta tendencia a la política, «pero también cada día se va imponiendo otra que es el buen vivir, digámoslo de alguna manera, el buen vivir en el sentido de valorar las cosas sencillas de la vida, que están ahí y que a veces por la propia realidad y por nuestros grandes anhelos se nos pasan desapercibidas».

Juanmaría G. Campal confiesa que hay mucha gente que le dice que es bastante irónico y sarcástico en sus comentarios. «Aunque no me tengo por tal, puede que sea un mecanismo inconsciente de defensa de la propia realidad; es decir, que ante una realidad que a veces resulta incomprensible cuando no patentemente injusta, lo que haces es buscarle la vuelta con un poco de ironía o de sarcasmo, que la mayoría de las veces hago de forma inconsciente», argumenta el artífice de ‘Cuadernos deshojados’, en el que incorpora una amplia selección de artículos de opinión que abarcan un periodo de ocho años (2007-2015) y que han sido publicados en sus blogs personales y en los periódicos digitales.

Campal también es noticia esta semana por su participación en el II Congreso Capital del Columnismo que arranca este miércoles y se prolongará hasta el próximo viernes con la participación de algunos ‘primeros espadas’ del periodismo de opinión a nivel nacional, y en el que el autor de ‘Dos mujeres y un magnolio’ representará a La Nueva Crónica en una de las mesas de debate de este encuentro de periodistas. Sobre sus preferencias personales dentro de la amplia nómina de columnistas de opinión que se van a dar cita durante tres días en la capital leonesa, Campal menciona a los veteranos Manuel Vicent y Raúl del Pozo. «El artículo de  opinión tiene relevancia sobre todo en épocas de turbulencia porque leyendo a unos y a otros ayuda por lo menos a formar el propio criterio».
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