
Si todos esos condicionantes se juntan en el mismo partido, ganar es casi imposible. Y pese a todo lo tuvo en sus manos la Cultural, que volvió a dejar una imagen muy pobre a domicilio pero aún así consiguió sumar un punto tras empatar 2-2 en el campo de un Zamora a quien de forma poco menos que milagrosa ganaba a cuatro minutos para el final. Pero en ese momento, cuando un canterano leonés como Percan apuntaba a quedar de héroe y el acoso local que durante muchos minutos había estado presente parecía haberse evaporado, un flojo cabezazo se lo comía Sotres y colocaba las definitivas tablas en el marcador.
Acababa el encuentro como había empezado, con otro error de un portero que cuando parecía haber encontrado la regularidad tras su pésimo inicio, volvía a costarle puntos a los leoneses.
Dos cabezazos flojos y al lugar donde estaba Sotres se los ‘comió’ el meta y fueron los dos goles del Zamora Porque a los 12 minutos, en la primera jugada de peligro del encuentro, una falta lateral que le costaba la primera de sus dos amarillas a Moreno, Cordero controlaba en el segundo palo tras ganarle el salto a un Gaztañaga flojo ahí y desastroso durante todo el choque, y ante el error de marca de la defensa Ramos cabeceaba libre de marca en el área pequeña, saliéndole el remate flojo y centrado, pero colándosele por debajo a Sotres cuando iba a arreglarla.
Y en el 86, con los leoneses empezando a saborear su primer triunfo a domicilio en liga, Fernández centraba desde la izquierda, peinaba el balón el Zamora en el primer palo y en el segundo Adri Herrera cabeceaba por encima de Empis, yendo el balón bombeado y flojo hacia el palo donde estaba un Sotres que daba un manotazo al aire y no podía impedir que acabara en el fondo de la red.
Nada había pasado antes del 1-0 del Zamora. Nada sucedió después del 2-2. Dos acciones parecidas, de demérito del meta leonés, que tuvieron por el medio una remontada infructuosa al hacer gala de pegada y meter la Cultural sus dos únicas ocasiones, y muchos momentos de sufrimiento sin el balón y a merced de un Zamora que empujaba y sobre todo con un jugador más mandaba, pero sin muchas ideas ni acierto.
El penalti del 1-1 lo forzó y metió Vitoria. Voleó un saque de banda colgado al área y dio en la mano del zaguero Y eso que, para dar tranquilidad y evitar que aparecieran los nervios, el equipo leonés consiguió igualar pronto el encuentro, sólo cinco minutos después del 1-0. Llegaba el tanto, cómo no, en esa arma que tantas veces ha salido al rescate de los leoneses esta temporada, ese balón parado del que una semana tras otra sacan petróleo.
Uno de esos saques de banda que Mangana convierte casi en un córner lo peinó Moreno y le llegó en posición centrada y al lado del área pequeña a Ander Vitoria, que voleaba impactando el esférico en la mano de Parra que estaba encima de él, en un claro penalti que el colegiado decretaba y que el propio delantero se encargaba de transformar al engañar al portero y batirle con un tiro raso hacia su izquierda.
Ahí, tras el 1-1, llegaron los mejores minutos de la Cultural. Apretaron los leoneses, que incluso forzaron cuatro córners en 5 minutos, notándose en su ejecución la baja del lanzador habitual, Aarón, que pese a estar convocado no pudo finalmente jugar y se unió a Rovirola, Castañeda y Obolskii en la lista de ausencias obligadas.
La Cultural marcó sus dos únicas oportunidades. En el 1-2, la zaga falló en un saque de Sotres y Percan definió Eso sí, la única acción de peligro fue una volea lejana de Gaztañaga, tras despejar la zaga uno de esos saques de esquina, que Malpisa despejaba; y de hecho quien estaba a punto de adelantarse de nuevo antes del descanso era el Zamora, pues Moreno fallaba un pase en campo propio y el exculturalista Luque robaba y llegaba hasta la frontal, donde disparaba a un lado.
Sin embargo, a los dos minutos de la segunda parte llegó la jugada que lo cambió todo. En el centro del campo, sin ningún peligro y de forma muy cantosa, Moreno cogía de la camiseta a un rival para frenar su acción, y el árbitro le mostraba su segunda amarilla y dejaba con diez a una Cultural para quien empezaba la pesadilla.
‘Barullos’ en el área. Tiros lejanos. Un rechace que Sotres salía bien a tapar al área pequeña. Pero sobre todo esa sensación del día de Calahorra de que el gol era cuestión de tiempo. Y sin embargo, cosas del fútbol, quien marcó la primera vez que pisaba área rival desde la reanudación fue la Cultural.
Sacó Sotres de puerta, se comió el bote del balón la defensa y al borde del área y entre tres zagueros, Percan controlaba y soltaba muy rápido un tiro cruzado ante un Malpisa que se quedaba a media salida, marcando su primer gol con el primer equipo de la Cultural. La cantera, esa que es la mejor noticia de la campaña, volvía a salir al rescate.
Pero llegó el fallo. La Cultural adelantaba los regalos navideños. Las dudas, más de nuevo por la imagen que por el resultado en sí, son cada vez mayores. Ramón no es ni mucho menos el único culpable. Ni siquiera el principal. Pero es el eslabón más débil y se queda en una situación muy delicada.