Una derrota fatídica

Dos goles de penalti de Rubén Cruz condenan a una floja Deportiva que cae (2-1) en el Carlos Belmonte

Alejandro Cardenal
02/03/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Un instante del duelo de ayer entre Albacete y Ponferradina. | JAVI ROBERO / ELDIGITALDEALBACETE.COM
Un instante del duelo de ayer entre Albacete y Ponferradina. | JAVI ROBERO / ELDIGITALDEALBACETE.COM
Una de cal y otra de arena. La Deportiva volvió a mostrar su peor cara y perdió en el Carlos Belmonte (2-1) ante un Albacete superior que que se llevó la victoria gracias a dos inocentes penaltis transformados por Rubén Cruz. El primero lo cometió Alan Baró en la primera mitad, aunque Jonathan Ruiz empataba enseguida tras un buen centro de Tete, el mejor de la durante la tarde de ayer. Ya en la segunda parte, Gaztañaga derribaba torpemente a Rubén Cruz, que volvió a batir a Kepa y saca al Albacete de los puestos de descenso.

No le salieron bien la jugada a Manolo Díaz, que volvía apostar por un cambio que ya empieza a ser habitual lejos del Toralín, el de Sobrinopor Yuri en la punta del ataque. Y es que el madrileño confía ciegamente en la velocidad y dinamismo del manchego en partidos en los que abundan los espacios a la espalda de la defensa, choques en los que el de Daimiel muestra su mejor versión.
El regreso de Jonathan Ruiz a la medular tras cumplir su sanción y la presencia de Tete como sustituto del lesionado Pablo Infante completaban el trío de novedades del once que salía a la conquista del Carlos Belmonte ante un Albacete que a pesar de su delicadísima situación económica y deportiva fue amo y señor del partido durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

La Deportiva, que ni siquiera se había acercado a los dominios de Dorronsoro, ponía las tablas en el electrónico tras un jugadón de Tete que remataba Jonathan Ruiz¿Lo mejor de la primera mitad? El resultado. Y es que los blanquillos asediaron la portería blanquiazul con Moutinho y Kekoentrando por las bandas una y otra vez. El primero en intentarlo fue el suizo, tras un fallo en cadena de la zaga que comenzaba con un despiste de Carpio y terminaba con un mal despeje de Kepa, que no acertaba a atajar un disparo muy blando y dejaba el balón muerto en el área pequeña, pero Camille, de lo poco salvable de la Deportiva en el primer acto junto a Tete, aparecía de forma providencial para evitar el tanto de Keko.

De la enésima internada del de Brunete nació el tanto manchego, tras un penalti de Alan Baró sobreel canterano del Atlético de Madrid volvió a ser una pesadilla para la defensa berciana, tal y como sucedió en el partido de la primera vuelta en El Toralín. Kepa adivinaba la trayectoria del lanzamiento de Rubén Cruz y llegaba a tocar el balón, pero no conseguía evitar el primer gol de la tarde.
Sin embargo, la alegría les duró muy poco a los locales. La Deportiva, que ni siquiera se había acercado a los dominios de Dorronsoro, ponía las tablas en el electrónico tras un jugadón de Tete. El extremeño se vestía de Pablo Infante y se sacaba de la chistera un centro con el exterior que Jonathan Ruiz remataba llegando desde atrás para volver a meter en el partido al conjunto blanquiazul.

El gol fue un ‘chute’ de moral para los de Manolo Díaz, que volvían de los vestuarios con las ideas mucho más claras que en la primera parte. Así, Rubén Sobrino a punto estaba de aprovechar una mala salida de Dorronsoro, pero corregía bien la defensa blanquilla y prácticamente a continuación era Keko el que estaba a punto de llegar a un balón largo que terminaba quedándose Kepa.

Tras los sustos, era el Albacete el que trataba de reinar en el caos que reinó durante los primeros compases de una segunda mitad en los que la presión asfixiante de los de Luis César Sampedro ahogaba la salida de balón de los blanquiazules. Con Andy casi desaparecido y Jonathan Ruiz más preocupado de achicar aguar que de crear juego, eran los centrales y el guardameta los que se trataban de hacer el balón con desplazamientos largos a Tete o Rubén Sobrino, los más activos en una línea ofensiva que echaba mucho de menos a Acorán, que no terminó de encontrar su sitio en el terreno de juego.

Cambios estériles


Así, Manolo Díaz movía ficha a media hora del final y daba entrada a Yuri en lugar de Rubén Sobrino. Sin embargo ni la entrada del brasileño, ni la de Gonzalo Melero pocos minutos después, conseguía arrebatarle el timón del partido al Albacete, que veía recompensada su superioridad con un nuevo tanto desde los once metros.

Rubén Cruz se lo guisó y él mismo se lo comió. Esta vez era Gaztañaga el que cometía un penalti tan claro como innecesario y permitía a los manchegos volver a ponerse por delante en el marcador para desatar la euforia en un Carlos Belmonte que necesitaba una victoria para olvidar de forma momentánea la precaria situación del club, al borde de la liquidación.

Veinte minutos tuvo la Deportiva para buscar el empate, pero no era el día de los de Manolo Díaz. El conjunto berciano solo fue capaz de acercarse con peligro al área de Dorronsoro cuando el partido ya agonizaba, pero fue el Albacete el que estuvo más cerca de marcar con un remate de Chumbi que se marchaba muy cerca del larguero.

Con una falta que Rueda estrellaba contra la barrera terminaba un partido que deja a la Deportiva con 39 puntos a tres de la sexta plaza que ocupa el Zaragoza.
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