Un Guerrerín con alma y raza

Emotiva victoria de Ibán, pese a sufrir mareos, pues quería dedicarle el corro a Getino, ganó con Víctor, Clemente y Bulnes

Fulgencio Fernández
13/06/2016
 Actualizado a 18/09/2019
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Los titos de Corbillos suenan al fondo, los trajes regionales están en primer plano, la sombra de la iglesia dibuja la espadaña en el centro del corro que va recibiendo gente, los de los puestos se desperezan después de la comida y alguna cabezada en la silla, avellanas, cuadros, paseos, mucha gente comiendo en las sombras de los pinos, juegos autóctonos... y en medio del bullicio contenido se hace un hueco el micrófono de la lucha leonesa, un año más, en Camposagrado, en la romería. «Buenas tardes, queda cerrada la inscripción de ligeros. Luchadores al centro del corro. Con el número 1».
Se acaba el rito y empieza la lucha. Otra Liga. Otro verano.

«Al centro del corro Alejandro Franco, de Arcahueja, e Ibán Sánchez, de Barrillos», dice la megafonía. El Halconero y El Guerrerín dicen los aficionados. Puede ser un buen combate, el chaval de la Sobarriba es imprevisible, a veces saca unas cadriladas con la misma velocidad que corre en moto, es capaz de todo. Y El Guerrerín es un tipo para enmarcar, luchando y no.
Yfue un buen combate. Ganó Ibán pero dejó pelos en la gatera, lo reconocía:«Estuve muy tenso, este chaval es capaz de todo, iba un poco frío, no sé cómo me encuentro». Y lo que temía pasó. Luchó con Teje y Filín antes de la final, no eran fáciles, el primero acabó lesionado y el segundo le dio guerra, Ibán sufría mareos, un corte de digestión parece ser, el médico le arropaba, los amigos le decían «déjalo, esto está empezando». Pero él seguía. Volvía al corro y ganaba combates. Y así se metió en la final contra Mario del Blanco, de Taranilla. Se estudiaron, cuando llevaban más de un minuto Ibán le dio una entera, el de Taranilla se fue a por él nada más agarrarse y le sorprendió, empate. Caminaron hacia el final, Ibán aguantaba, el de Taranilla trabó, parecía que le llevaba pero el de Barrillos sacó una mediana de esas que levantan al público, de luchador. Campeón, primer corro. Algunos especulaban que como Javi Oblanca cayó en la previa (con Filín)quería Ibán poner tierra por medio ya.
No era así. Lo explicó:«Tenía que ganar este corro como fuera, se lo quería dedicar a Fernando Getino, ¡qué alegría verlo allí! Es alguien de la lucha y yo si no fuera por él y mi tío Mariano no estaría aquí. Ponlo, por favor».
Sin favor. Imaginaba que Ibán se estaba jugando más de 10 puntos. Yganó ese «algo», los puntos se ganan en cualquier lugar, cualquier día.
Corro para Fernando Getino.

Víctor presenta su candidatura


El camino estaba lleno de carteles de gentes que piden votos, que presentan sus candidaturas. Víctor Llamazares, sin carteles, sin palabras, como es él, presentó su candidatura a la Liga que comienza. Para ello puso sobre el verde de Camposagrado un abanico de mañas que le confirman como un luchador/luchador, saca a un lado u otro, tranca... y le dio a Rubén Fierro un tranque abajo, con cruce posterior que tiene aromas antiguos, tanto que arrancó viejos recuerdos. «Eso me lo hizo a mi Juanito Hidalgo en el Amilivia, exacto, y me clavó la cabeza en la hierba», le contaba Nacho a su hijo Pablo, para que se vaya haciendo a la idea de que el suelo está duro y todos caen. Por cierto, el noble Rubo, excelente luchador, si entrega el pecho como lo hizo ayer a Víctor parece demasiada ventaja.

En la final esperaba a Víctor un viejo zorro cada día más joven y más asentado, Diego Arce, que se resintió de su rodilla en la primera caída pero quiso seguir hasta el final, aunque sabía que era tarea muy difícil, pero la raza no se le puede negar a El Balilla.
Víctor oficializó su candidatura. La gente preguntaba por Moisés, el hombre hermético. Aparecerá.

‘El Junco’ ha vuelto a casa


Sólo salieron cinco a presentarse en semipesados pero alguien comentó en la grada:«¿Para qué más?», y es que el elenco era de quilates: Rodri el de Cistierna, Tomasín el de La Vecilla (definitivamente en este peso), Cristian el de Boñar, Sansón Cabero y el citado Clemente. El Junco regresa a su casa de semipesados tras un año haciendo historia en pesados.
Clemente había sembrado muchas dudas en el Desafío del sábado. Puede perder con El Oso, claro, pero no pareció el Clemente de siempre. El de Tendal no quiere ni oír hablar de pesados, ya tiene edad y no se quiere arriesgar ni lo más mínimo.
¿Yayer? Había ganas de verlo. Rodri dio cuenta, incluso fácil, de Tomasucoy era el siguiente rival de El Junco. Por una vez las apuestas n o parecían claras pero las aclaró en segundos, los menos de veinte que le duró el de Cistierna. «Éste es Clemente, mientras mejor le luchan mejor lucha él», sentencia un viejo luchador.
Y lo que había apuntado lo confirma en la final, ante Sansón Cabero, al que recibe con una cadrilada de semipesados:«Este es mi Clemente», dicen. Yél remata. El Junco ha vuelto.

«No había padres, pero sí Bulnes»

Sin Clemente en pesados... pues Abel Isaí Cabero, Caberín, de maniobras por el mundo, tampoco estaba. Había 7, muchos ex de semipesados, jóvenes... YRoberto Rodríguez Bulnes.
- ¿Cuanto pesas?
- Ayer 89. Hoy más, cené ayer por mi y por todos mis compañeros.
- ¿Y no bajas?
- ¿Atorear a estos miuras?;pregunta mirando para Clemente, Rodri...

Ayer la decisión le dio la razón, ganó hasta con cierta facilidad después de derrotar a Guiller González (habitual en semipesados), a Jesús Quiñones y a Aitor Fernández, el de Lillo (otro habitual en semis)en la final. Quien más problemas le planteó fue Guiller, con el que empató a cero y tuvo que ir a la caída de oro. La final con Aitor la remató con un rodillín de maña de un luchador que se va acostumbrando a luchar por encima de su peso habitual.
De momento ya dio primero, que no son dos veces pero sí diez puntos.
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