
Será el fin de semana del 17 y 18 de octubre cuando comience la edición más importante de la historia de la Segunda División B, pues en juego no sólo estará ascender a Segunda, sino también meterse en la Segunda B Pro que se creará la próxima temporada y evitar lo que de facto será como descender dos categorías en la misma temporada.
Algo que se pondrá en juego desde los primeros meses de competición y para lo cual la Cultural ya conoce cuáles serán sus rivales. Se daba por hecho que gallegos, asturianos y castellano y leoneses formarían uno de los cinco grupos, pero faltaba saber cómo serían los subgrupos de 10 equipos que se enfrentarían a doble partido en la primera vuelta, siguiendo los tres primeros tras los 18 partidos en la lucha por subir y clasificándose ya para la Segunda B Pro, que es lo que se sabe de un sistema de competición aún no anunciado.
Los tres primeros tras los 18 partidos seguirán luchando por subir y se habrán metido ya en la Segunda B ProSeis asturianos (Covadonga, Marino, Lealtad, Oviedo B, Sporting B y Langreo), un burgalés (Burgos), un pucelano (Valladolid B) y un soriano (Numancia) acompañarán a la Cultural, en lo que hubiera sido el ‘sueño’ de cualquier aficionado en cuestión de viajes y desplazamientos en una temporada normal, pero que dada la situación está por ver si se puede disfrutar de esta forma.
Evita así la escuadra culturalista a Deportivo, Celta B o Pontevedra, pero se queda con dos ‘cocos’ que junto a ellos parten como principales candidatos a esas tres primeras posiciones: el Numancia, que como todos los recién descendidos partirá con un punto de ventaja sobre el resto pues el fondo de descensos le permite tener el presupuesto más alto; y el Burgos, que como hizo el año pasado, en esa ocasión sin éxito, ha ‘tirado la casa por la ventana’ fichando a precios muy superiores de los que ahora mismo puede ofrecer la Cultural.
Hay un recién descendido, dos ascendidos y sólo un equipo que la campaña pasada disputó el ‘playoff’ ¿Los grandes rivales para los tres? Serán los tres filiales de conjuntos de superior categoría, que como siempre reunirán talento y calidad, pero serán también impredecibles y capaces de lo mejor y lo peor. Es el caso del Valladolid B, único equipo junto a la Cultural que el año pasado disputó el ‘playoff’ de ascenso, y tanto del Oviedo B como del Sporting B, que quedaron sin embargo el año pasado 12º y 15º respectivamente en el Grupo I.
Tras ellos el principal candidato a revelación, por potencial económico y de plantilla hasta el momento, sería el Langreo, mientras que los recién ascendidos Covadonga y Marino, y un Lealtad que iba en descenso en el momento en el que se paralizó en marzo la liga parecen destinados a pelear en la zona baja de la tabla.