
Cuando acabas un partido sin haber generado ni una sola ocasión de gol ni haber probado al portero rival, no cabe duda de que ofensivamente ha sido muy malo. Y pese a ello, era un encuentro para un empate de libro, de no haber venido seguido un error defensivo de uno arbitral para propiciar que el Tarazona marcara la única vez en una de sus contadas llegadas al área rival.
Pero así fue. Por segunda salida consecutiva la Cultural perdió en el campo de un equipo que lucha por la permanencia, alargando así a un único triunfo en los siete últimos partidos su actual racha, y dotando todavía de más importancia a su choque del próximo domingo frente a un Nástic que sí ganó y vuelve a colocarse a siete puntos, con la Ponferradina además ya a cinco tras ganar en Zamora.
Acabó decidiendo el triunfo una acción aislada dentro de un partido donde se jugó al fútbol directo que le venía mejor al Tarazona y en el que tan bien se desenvuelve, y donde más aún tras el gol la Cultural nunca consiguió dar ritmo al encuentro, enmarañada entre las constantes pérdidas de tiempo y continuas simulaciones del conjunto local para intentar (y conseguir) que se jugara lo mínimo posible.
Víctor García se lesionó al final de la primera parte tras una dura entrada y se fue del estadio con una gran cojera
Donde sí hubo falta, pero no la señaló el árbitro, fue en el único gol del partido. Fue en un balón largo con clara ventaja para la zaga culturalista, pero en el queBañuz dudó a la hora de salir a por él y Rodri se excedió en la espera para protegerlo y que lo cogiera el meta en vez de despejarlo, dando pie a que por detrás llegara Rivas, que con las dos manos empujaba en la espalda al central, este se chocaba con el portero y el esférico se le quedaba muerto al atacante para marcar a portería vacía.
Quedaban muchísimos minutos por delante, pero ni el Tarazona volvió a probar a Bañuz, ni la Cultural le dio al partido el habitual guion de sus segundas partes o el ya tradicional alegrón de los tiempos de descuento.
De hecho, no sería el tanto encajado la única mala noticia de la primera parte, sino la nueva lesión del lateral derecho Víctor García, que sufría una dura entrada tras llegar tarde a un balón dividido un rival (no se señaló ni falta) y tenía que ser sustituido antes del descanso, cojeando notablemente todavía a la salida del estadio.
Al Tarazona le anularon dos goles. En uno había fuera de juego por más de dos metros y en el otro una clara falta
Con un acertado Fornos achicando agua y liderando la defensa en los continuos balones colgados por el Tarazona, que ponía en el área cada falta, la Cultural veía cómo el balón entraba dos veces en el fondo de su portería pero en jugadas anuladas con anterioridad y sin margen a la duda.
Una era en un mano a mano de Fuentes ante Bañuz en el descuento de la primera parte en el que se había quedado colgado y estaba más de dos metros en fuera de juego, y la otra, recién iniciada la segunda (en cuyo arranque Rodri se tenía que tirar en plancha para cortar el disparo de un Agüero que se había plantado ante Bañuz), tras una clara falta de Chechu a Lanchi en un salto en el área pequeña tras el que el balón le había quedado muerto en boca de gol para marcar a Fuentes.
¿Y la aportación ofensiva de la Cultural? Pues casi nula. De la mano de Bicho, el único con algo de claridad en ataque junto a algún ‘chispazo’ de Barri, intentó apretar, pero la falta de precisión en los múltiples centros colgados hizo que se quedaran directamente sin rematador uno tras otro.
La Cultural se enmarañó en las continuas pérdidas de tiempo y simulaciones locales y no generó nada de peligro
Cómo sería el tema que la llegada más peligrosa acabó siendo un córner en el que, a los siete minutos de la segunda parte, un defensa despejaba el remate inicial en semifallo de Rodri y le quedaba por delante del punto de penalti a Manu Justo, que disparaba de primeros pero se le iba a la izquierda del meta.
Llona, que había sorprendido con un once con muchas novedades sin los apercibidos Álvaro ni Chacón, pero también sin Pibe además del sancionado Satrústegui, había hecho ya cuatro cambios al cuarto de hora de la segunda mitad, pero ni la entrada del mediapunta cedido por el Deportivo ni la del argentino, que tuvieron un tiro desde la frontal cada uno que se fueron muy desviados, cambió el panorama en un último tramo de partido en el que ni siquiera hubo arreón final y que confirmó la derrota leonesa.