Sergio Marcos, de señalado a destacado

En el mal arranque de liga de la Cultural, que terminó costándole el puesto a David Cabello cuando sólo habían transcurrido seis semanas, uno de los nombres que más críticas centraba era el de Sergio Marcos.

El capitán culturalista, que llegó a mitad de temporada el año de Segunda y fue uno de los que más brilló aquella campaña pese al descenso, no terminaba de coger su nivel y jugando en horizontal con Montes en el centro del campo sus virtudes no aparecían y sus defectos se veían potenciados.

Sin embargo, con la llegada de Idiakez al banquillo, Sergio Marcos ha pasado de señalado a destacado, siendo el gran beneficiado de un relevo que ha supuesto que adelante su posición en el campo, jugando mucho más cerca del área rival, y que le ha cambiado la cara por completo.

En sus 87 encuentros con la Cultural previos a la llegada de Idiakez, que adelantó su posición, llevaba 6 goles Sólo disputó siete minutos en la primera ronda de la Copa, torneo donde las rotaciones fueron protagonistas, pero el mediocentro sí que ha jugado los cinco partidos de liga con el nuevo técnico, cuatro de titular y el del Lealtad, en el que el episodio de coronavirus del que salía el equipo marcó la alineación, saliendo desde el banquillo.

Y en esos cinco encuentros lleva ya tres tantos que le convierten en el máximo goleador culturalista en la ‘era Idiakez’ y suponen la mitad de los que había logrado en los 87 encuentros que desde su llegada en enero de 2018 había disputado en las filas culturalistas.

Los tres goles llegaron en partidos que iban empatados en ese momento y dos de ellos fueron similares, pues ambos supusieron el 1-2, uno en Langreo y el otro este sábado en Oviedo, tuvieron como asistente a Dioni y fueron en pases atrás buscando la llegada pisando área de Sergio Marcos. ¿El otro? Fue el 0-1 ante el Marino, capturando el rechace de un defensa y metiendo el balón en el fondo de la red sin apenas ángulo.

Además, el mediocentro también lleva una asistencia, la lograda en el 2-0 frente al Covadonga, cuando puso un saque de esquina directo hacia la cabeza de un Virgil que rompía la racha sin goles a balón parado de los leoneses.

Un cambio significativo en un jugador llamado a ser clave por sus condiciones... y que ahora sí lo está siendo.