La mística del Toralín volvió a aparecer y mejor que nunca para aupar a la Ponferradina a la final del ‘playoff’ a Segunda División y seguir viviendo en un sueño que sigue más vivo que nunca.
Cortés fue el nombre de la noche con dos zarpazos en menos de 10 minutos que ya ponía la eliminatoria por delante para los blanquiazules. En el primero Doué filtró un baló que dejó al madrileño solo ante Jero y no falló, un gol a los 24’ es justo lo que necesitaba la Ponferradina que desde ese momento, cambió por completo. En el segundo una jugada ‘made in’ Ponferradina, balón al espacio de Sibille para Andoni, para que en una mala salida de Jero y en un pase de la muerte dejase solo a Cortés que rematando a placer puso el 2-0. Tras ello solo esperaba el descanso, sin embargo, el Antequera cambió los planes con un gol justo al borde del descanso que complicaba la eliminatoria de nuevo para los bercianos.
Lo cierto es que le costó entrar en el partido a los de Javi Rey, pero no duró más de cinco minutos y tan solo un córner para calentar a un Toralín que fue el de las grandes citas, el que apretó cuando peor estaba el equipo. Desde ahí mejoraron los locales, pero sin ocasiones claras de gol, lo que ponía cierto nerviosismo en la grada y en el campo. Algo que calmó Doué, que supo leer perfectamente el partido para en un pase rompiendo todas las líneas dejó solo a Cortés para el 1-0, desde ahí, se vio otra Deportiva, una más suelta.
Con energía, valentía y tranquilidad afrontó el resto de minutos tras el gol, sin volverse locos y sabiendo que estaba todo en su mano. Y madurando la jugada llegó el gol de la tranquilidad, en una salida de balón de Sibille que tras varios pases horizontales con Nóvoa, encontró el espacio para salir en conducción y en un pase alto liberar a Andoni que tras pisar área dejó solo a Cortés para hacer el segundo a puerta vacía y, ahora sí, certificar la remontada.
Cortés en un pase de Doué y un centro de Andoni puso la eliminatoria a favor de la Ponferradina a los 34’
Y cuando todo parecía que se iba a repetir, gol tempranero, con calma y remontada, llegó lo peor. El Antequera volvió a empatar la eliminatoria en un centro desde la derecha de Biabiany que en una segunda jugada cazó Álex Rubio, como en la ida, para anotar en el área pequeña y aunque Andrés la pudo llegar a tocar, no pudo evitarlo. Justo antes del descanso, con todo lo que significa y más en una fase de ascenso, pero nadie dijo que iba a ser fácil.
Y con ese ritmo se comenzó la segunda parte, con un Antequera enchufado y sabiendo que podía hacerle más daño a la Ponferradina, de hecho, todo empezó con una parada de Andrés. Se apretó sobre todo, en los balones parados que es lo que más le gustó al Toralín para poder darle ese calor extra a una Deportiva que lo necesitaba más que nunca, pero sin ocasiones claras.
De hecho la primera fue en un remate de Sibille que conectó bien con Yeray en el saque de esquina, pero su remate se le marchó desviado. Y el segundo más de lo mismo, un centro desde la izquierda de Andoni que vio llegar desde atrás a Esquerdo, pero llegó con demasiada potencia y eso provocó que su remate se marchase alto. Descafeinada segunda parte, tanto de unos como de otros, y donde cada acción del Antequera daba la sensación de peligro constante para un Ponferradina que aguantó, que supo manejar los tiempos y, sobre todo, tener la cabeza fría en los momentos más delicados.
El Antequera marcó al borde del descanso metiendo las dudas en el cuerpo blanquiazul, aunque no se fue a más
No terminó con las mejores sensaciones el encuentro y con el 2-1 el partido se fue a una prórroga muy física, sin demasiadas ocasiones, pero llena de un ambiente y una atmósfera propia del Toralín. Llegó el momento donde las piernas pesan y la cabeza decide. Sin ocasiones claras en la primera parte, todo llegó en la segunda y tras un conjura en el medio del campo y un piña el grito de «un, dos, tres...ganar», la Ponferradina salió con todo a por el partido. El doble punta le dio claridad en los últimos metros del campo y a raíz de ello, llegaron las dos mejores ocasiones, ambas con Jero como gran protagonista.
Pau Ferrer tuvo las dos mejores de la prórroga con un remate en el área y otro cruzado en una contra, ambas con Jero como salvador
Primero Costa peleó un balón hasta el final para dejar solo a Pau Ferrer y este en el área pequeña fallar ante un Jero que se hizo inmenso para mantener al Antequera con más vida que nunca. La segunda, los mismos protagonistas, pero en este caso, con Pau arrancando al espacio y cruzando el disparo, pero sin demasiada potencia. La última se la cocinó Yeray en una volea muy complicada en un despeje de la Deportiva que casi termina en gol.
Con el pitido final El Toralín vibró y creyó más que nunca en el gran sueño, queda la final y aunque no haya rival, Ponferrada volverá a ser decisiva.