Ponferradina 2 - 0 Burgos: 'Estreno con suspense y final feliz'

Los goles de Dani Pichín y Ríos Reina en el último cuarto de hora de partido dieron los tres primeros puntos de la temporada a una Deportiva con más voluntad que acierto

A. Cardenal
25/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Pichín celebra el primer gol de la Deportiva. | FRANCISCO L. POZO
Pichín celebra el primer gol de la Deportiva. | FRANCISCO L. POZO
La Deportiva empezó con buen pie la temporada y arrancó la Liga con una victoria ante el Burgos mucho más sufrida de lo que refleja el marcador (2-0).

El conjunto berciano se había paseado en los últimos ensayos de pretemporada, pero con puntos en juego, los burgaleses se encargaron de recordar que el curso va a ser de todo menos un camino de rosas.
La balanza solo se desequilibró en la recta final. Tras un inicio esperanzador, la fortaleza defensiva de los visitantes empezó a atenazar a los bercianos, que nunca bajaron los brazos ni renunciaron en ningún momento a llevar la iniciativa, pero no tuvieron su mejor noche.

La persistencia tuvo premio. A un cuarto de hora del final, Pichín rompió la muralla burgalesa y allanó el camino hacia un primer triunfo que cerró Ríos Reina con un golazo de falta.

A la Ponferradina le faltó fútbol, pero le sobró personalidad, la misma que demostró Bolo. Aunque el entrenador bilbaíno ya lo había dejado entrever durante la pretemporada, en su estreno no se arrugó y apostó por Matthieu por delante de Saúl o Carnicer, un aviso de que el técnico no se casa con nadie y abrirá la puerta del once a todo aquel que se lo merezca.

Y el francés la ha destrozado. La revelación de la pretemporada demostró muy pronto porque se ha convertido en el ojito derecho de Bolo. La primera ocasión de los blanquiazules nació de sus botas. Dos toques le bastaron al ayer mediocentro para plantar a Pichín ante Saizar, pero al ex del Rayo Majadahonda le sobró tiempo para pensar y Rico se le echó encima cuando Yuri, totalmente solo en el segundo palo, esperaba el pase que hubiera abierto la lata.

De más a menos


Se cumplió así el guión del partido previsto. La Ponferradina saltó dispuesta a dominar, con una marcha más que un Burgos con mucha cautela en el arranque del partido y más pendiente de aguantar el chaparrón que de hacerse con el timón del choque. Con el paso de los minutos, y más por las imprecisiones de la Deportiva que por méritos del Burgos, las fuerzas se igualaron y los visitantes empezaron a asomarse tímidamente por el campo contrario.

El primer aviso serio de los burgaleses llegó nada más sobrepasar el ecuador del primer acto. Un despiste en un córner concedido por un mal despeje de Zabaco, bastante errático con el balón en los primeros compases de partido, permitía que Undabarrena rematase sin oposición muy cerca del área pequeña, pero su testarazo se fue a la grada.

La respuesta de la Deportiva, también a balón parado, fue inmediata. Una falta lateral de Ríos Reina obligó a Saizar a salir de puños y en la segunda jugada Yuri no llegó a rematar en boca de gol por centímetros.

Fue el comienzo de una nueva ofensiva. Primero un contragolpe conducido por el brasileño dejaba a Son en posición de remate en la frontal del área, pero su disparo, potente aunque excesivamente centrado, se topó con Saizar. Prácticamente a continuación, y de nuevo por la banda derecha, Son apuraba línea de fondo y sacaba un centro que Yuri remató cerca del poste.

Tras una primera mitad en la que los blanquiazules fueron de más a menos, el segundo acto empezó con susto. El Burgos encontró pasillo por la banda izquierda y el ‘caramelo’ de Madrazo se paseó por la frontal del área pequeña sin que nadie fuera capaz de aprovecharlo.

El toque de atención sirvió para que la Ponferradina despertase y volviese a hacerse con el dominio del partido y a vivir en campo rival, aunque no conseguía meter el miedo en el cuerpo de los visitantes.

Desatados en la recta final


Bolo movió ficha y trató de aportar más templanza en la medular a costa de la electricidad de Matthieu, que dejó muy buenos detalles y mucha voluntad en su debut como titular. El cambio de piezas no varió el guión. Los burgaleses siguieron agazapados y dejaron la iniciativa a una ‘Ponfe’ con mucha intención pero poca precisión.

Así, ante la falta de ideas de unos y de ganas de otros, el partido entró en un túnel del que salió gracias al zapatazo de Pichín. El ex del Rayo Majadahonda abrió la lata aprovechando una gran jugada por la banda y un servicio milimétrico de Jorge García y dio aire a un conjunto berciano al que se le empezaban a apoderar los nervios.

A solo un cuarto de hora del final y sin más remedio que adelantar líneas, el partido se abrió y se convirtió en un ida y vuelta. Y es que pese a la ventaja en el marcador, la Ponferradina no renunció a buscar la sentencia, que llegó a diez minutos del final con una bomba inteligente de Ríos Reina, que en una falta lateral y cuando todo el mundo esperaba un centro, puso el balón en la escuadra.
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