
Era muy complicado imaginarse un escenario como el que se vio en El Toralín y más tras la gran victoria en la primera jornada. Con toda la comarca de celebración, el Pontevedra aguó las fiestas de La Encina asaltando Ponferrada en lo que es la primera derrota de la ‘era Estévez’.
Un único gol de Alain Ribeiro a la hora de juego hizo saltar todo por los aires y aunque con pocas ocasiones la Ponferradina pudo empatarlo. Tras una revisión del colegiado de un penalti sobre Keita, lo acabó señalando, pero Borja Valle falló y perdonó la mejor manera de volver a la igualdad. Catorce minutos de alargue y ni con esas los bercianos pudieron, ya no marcar, sino por lo menos tener alguna ocasión de peligro para poder meter en apuros a un Pontevedra que aguantó muy bien en el partido, tras un gran despliegue físico y que se lleva la recompensa, en la contra, una Encina sin victoria.
No fue la Deportiva reconocible de la primera jornada, ni mucho menos la esperada en un día tan especial para la ciudad. Quizás la mayor carencia, la de no rematar a portería en toda la segunda mitad y mira que la cosa se alargó, pero los bercianos no volvieron a ser el mismo equipo de los primeros minutos.
Un eléctrico inicio hizo pensar que al cosa sería más sencilla de lo que terminó siendo. La Deportiva se apuntó varias buenas ocasiones en busca de un gol tempranero como el pasado fin de semana en Avilés, pero la cosa se atascó. Comenzó Borja Vázquez tirando de picardía y juventud poniendo la primer jugada en el primero minuto, aunque fue Nóvoa el que se encargó de rematar a puerta inmediatamente después, encontrándose con Marqueta.
La Deportiva mostró una gran imagen al inicio, con una gran intensidad, pero poco a poco se apagó
Sin prisa en la posesión, pero con una orden muy clara, el gol. Pero de la misma manera que no tardaron los bercianos en conectar con el partido, se perdieron en él. Imprecisiones, tanto en ataque como en defensa, relajaciones y una pérdida total del control del partido, como consecuencia llegó la primera de un Pontevedra que en los primeros minutos salió a defenderse.
Tuvo que ser Ángel el salvador en una buena jugada en banda que termina con un remate, sin oposición de Alain Ribeiro desde dentro del área. Fue la única ocasión de peligro de los visitantes, que dejaron de sufrir para encontrarse más cómodos.
El juego directo de Estévez esta vez no tuvo la gran efectividad que en Avilés y el once eso que el once era el mismo. Sobre todo, fue la efectividad lo que marcó todo el partido, una que sí tuvo el Pontevedra, que en la primera que llegó, la mandó a dentro y todo en un centro lateral, uno de los puntos fuertes de esta Ponferradina. Yelko Pino fue el encargado de centrar el balón y Alain Ribeiro hizo el resto en un remate al que no pudo llegar Ángel y que silenció a todo el estadio. Centro lateral e imprecisión en área propia para encajar el primer gol de la temporada y que como consecuencia trajo la primera derrota.
Alain Ribeiro anotó el 0-1 en un centro lateral al que no pudieron llegar ni Ángel, ni los dos centrales en área
Lo intento Estévez y movió el banquillo para darle la vuelta a la cosa, pero no lo consiguió y tuvo la mejor oportunidad que se puede tener, un penalti. Tras la revisión del VAR, el colegiado decretó la pena máxima sobre Keita que le dio una oportunidad de oro a Borja Valle para volver a poner la igualdad en el marcador, pero el berciano erró la pena máxima y no pudo anotar el primer tanto de la temporada en casa y soñar con una remontada que no se dio.
Con uno menos se quedó el Pontevedra tras la doble amarilla de Montoro tras el penalti y ni con esas la Ponferradina pudo meterle mano a un Pontevedra que lo aguantó todo y más hasta el pitido final y que sacó de quicio a una Deportiva que venía con el subidón de la primera jornada en Avilés.
Keita provocó un penalti tras revisión y fue Borja Valle el encargado de lanzarlo, pero lo falló
Empujaron los de Fer Estévez en el final de partido, pero ni Benito que no llegó a rematar, ni Cortés en la última acción del partido se transformaron en gol. También tuvieron su momento los visitantes con una llegada de Alain Ribeiro que pudo hacer el segundo en el marcador, pero su remate no fue el mejor. El estreno en casa no fue el mejor posible, se perdió de una manera en la que con la llegada de Estévez parecía que no podía ocurrir, sin identidad, sin remates a puertas y dejando muchos dudas en ciertas acciones, tanto defensivas como ofensivas.