
Si ante Logroño se había visto la peor imagen de Ponferrada, con el gran condicionante del aspecto físico, ante Morón llegó el peor de los partidos en casa. Cayó 61-77 el conjunto de Oriol Pozo en un partido donde el gran acierto en los triples del rival truncó los planes de los bercianos, que además no estuvieron nada bien en lo ofensivo, para verse ya muy debajo en el marcador.
Anotaron solo 19 puntos en la primera parte, por los 43 de Morón que llegó al descanso con 9 de 15 triples, por los 2 de 14 de Ponferrada. Además de los dos grandes parciales, ambos de 0-9 de los primeros minutos, primero pasando del 6-3 al 6-12 y al final del primer cuarto del 11-14 al 11-23. No estuvieron mal en el rebote los bercianos, pero sí en el triple donde llegaron al final del primer cuarto con solo 1 de 9, por los 5 de 7 de los sevillanos.
Dos parciales de 0-9 consecutivos llevaron a Ponferrada a pasar del 6-3 al 11-23 en el primer cuarto, en un 5 de 7 en triples de Morón
Tampoco cambió mucho la cosa en el segundo cuarto y es que Morón seguía castigando y de que manera desde la línea de tres, una en la que llegaba a números muy pocas veces vistos, 8 de 11 en triples y desde donde llegó ya la diferencia de 20 puntos, con otro gran parcial de 0-8. Sí que es cierto que el nivel defensivo de los bercianos dejó mucho que desear permitiendo que Morón transicionase con facilidad y anotase en una gran superioridad, así llegó el 16-41, el menos 25.
Partido muy extraño de Ponferrada, bajo en la anotación y flojos en defensa. Lo primero ya había pasado ante Biele, pero lo segundo fue lo que les hizo sacar la gran victoria adelante, algo que ante Morón, no ocurrió. Solo Bergens, Hayes y Cera se salvaron, siendo el primero el mejor valorado de todo el partido con 19 puntos, 2 rebotes y 1 asistencias.
Otro parcial de 0-8 llevó el partido a los 20 puntos de diferencia, en el peor partido defensivo y ofensivo de Ponferrada en el Lydia Valentín
Quiso dar un paso adelante el conjunto de Oriol Pozo tras el descanso y es que solo en el tercer cuarto, los bercianos anotaron más puntos que en toda la primera mitad. Aún así la ventaja de los 20 se hacía irresistible, pero fue Bergens el encargado de trastocar ciertamente los planes de un Morón, que bajó por fin el gran acierto desde la línea de tres, aunque tampoco demasiado, 41-65.
El último cuarto fue el mejor del Clínica Ponferrada, también por un Morón que ya vio como el partido estaba cerrado. Intentó bajarlo al máximo el conjunto berciano, que terminó cayendo 61-77, perdiendo la gran racha en el Lydia Valentín que llegaba con seis de seis y como uno de los únicos pabellones invictos, para irse a un parón más que necesario y volver con las pilas cargadas.