Terminó el mercado de fichajes de verano y Salvi Carrasco no salió de la Cultural. De forma inesperada, pues incluso el último día de mercado el técnico Raúl Llona reconocía que su salida estaba "muy avanzada", el culebrón que provocó el portero con sus reiteradas comunicaciones al club de que su intención era salir termina con el meta estando ya inscrito en el club como tercer portero junto a Bañuz y Amigo.
No es la mejor situación para el jugador, que está muy por detrás de Bañuz en la lucha por la titularidad, necesitando un problema físico o un rendimiento muy bajo de su compañero para entrar en la pelea por el puesto, después de que no haya participado en ningún amistoso mientras se resolvía su salida (tampoco lo ha hecho en la lista contra Unionistas una vez sabido que continúa), aunque sí que ha seguido entrenando con normalidad con el grupo.
El portero, que renovó en la pasada Navidad hasta 2026 tras una sensacional primera vuelta, confiaba en que algún club pagara por él y de hecho comunicó que así sería al club, que hizo por ello el movimiento de incorporar a Bañuz con un rol de meta titular, pero el tiempo pasó y las ofertas no llegaron, no recibiendo ninguna propuesta satisfactoria una Cultural que estaba abierta a una cesión remunerada o a un traspaso en el que quería recibir unos 50.000 euros.
Tras ello, el club no cedió a las presiones para acabar saliendo sin compensación y mantuvo la idea que le había trasladado de que le mantendría y daría dorsal, ya que además no tenía problemas para inscribirlo al hacerlo también el último día con el mediocentro del filial Nico Toca y quedarse otro sub'23 como Marcos González, con quien la idea era que saliera cedido a un Segunda Federación pero no aceptó la oferta que convencía al club (Guijuelo) ni se concretó ninguna otra que dejara satisfecha a las dos partes.